NADA tenemos contra el eucalipto ni contra el pino, que son árboles útiles.
PERO, la irresponsable promoción de la plantación de cientos de miles de hectáreas de éstos árboles constituye una amenaza para la patria gaucha.
El país de praderas fértiles y onduladas, está desapareciendo bajo inmensas plantaciones de cultivos forestales para exportación.
Los pequeños y medianos productores agropecuarios, en particular en las zonas declaradas por el estado como de prioridad forestal estan siendo expulsados por estos cultivos.
Las aguadas, indispensables para la explotación agropecuaria, se encuentran en peligro por el elevado consumo de agua de éstas plantaciones y en caso de futuras sequias la situacion se podria volver insostenible para muchos productores agropecuarios.
Nuestra flora y fauna nativas también se están viendo afectadas y el desequilibrio que se está produciendo también redunda en perjuicios para los productores agropecuarios.
Ha llegado el momento de decir BASTA! Que el estado suspenda la promoción de los cultivos forestales a gran escala y que vuelque esos mismos recursos hacia otras actividades de menor impacto sobre nuestro paisaje y de mayor impacto sobre las posibilidades de vida y trabajo de nuestra poblacion rural.
