A continuación se expone el planteo realizado por el Grupo Guayubira al Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) seguido de los comentarios de evaluación de la publicación: “La forestación con eucaliptus en Uruguay: sus impacto sobre los recursos naturales y el ambiente“, Serie Técnica del INIA, No.88. Agosto de 1997.
Montevideo, 2 de mayo de 1999
Sr. Presidente
Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria
Ing.Agr. Pedro Bonino Garmendia
Presente.-
De nuestra mayor consideración:
Deseamos hacerle llegar nuestros comentarios de evaluación de la publicación de INIA: “La forestación con eucaliptus en Uruguay: su impacto sobre los recursos naturales y el ambiente“, publicado bajo la autoría de los Ings.Agrs. Daniel L. Martino, Zohra Bennadji, Alberto Fossati, Daniel Pagliano, y Eduardo van Hoff. Editado en la Serie Técnica, No.88, con fecha agosto 1997.
El grupo GUAYUBIRA es una asociación de personas e instituciones preocupadas por la conservación del monte indígena y por los impactos socioeconómicos y ambientales del actual modelo de desarrollo forestal impulsado desde el gobierno.
Algunos aspectos vinculados al contenido del documento son analizados en el anexo adjunto a esta carta. Sin embargo, nos parecen más significativas e importantes algunas consideraciones formales, que hacen a la imagen institucional del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y a los intereses legítimos de los ciudadanos por la gestión de los organismos públicos y paraestatales.
En particular, queremos destacar el aspecto de la legitimidad de los autores del documento con relación a la temática que se aborda y a la práctica de la investigación tecnológica, la revisión de antecedentes que se presenta, y el estilo de presentación y de formulación de las conclusiones.
Con respecto a:
• La legitimidad de los cuatro autores. La Ing.Agr. Zohra Bennadji es la científica que está a cargo del Programa Nacional Forestal de INIA, siendo su especialidad el mejoramiento genético forestal; no conocemos trabajos y publicaciones previas suyas en el campo ambiental vinculado a lo forestal, y por otra parte, no hay citada ninguna contribución en la bibliografía presentada en el documento; asimismo, hasta fines de 1997 el Programa Forestal de INIA no había incluido líneas de trabajo en el impacto ambiental de la forestación. El Ing. Agr. Daniel Pagliano revista en la Unidad de Biotecnología de INIA-Las Brujas, Canelones, siendo posible realizar el mismo comentario que para la Ing. Bennadji.
Los restantes tres autores, Ings.Agrs. Daniel L. Martino, Eduardo van Hoff y Alberto Fossati, son destacados profesionales vinculados a la producción forestal en importantes empresas comerciales del sector, Forestal IDALEN los dos primeros, y Grupo Otegui el tercero. El Ing. Fossati es también Presidente de la Asociación de Productores Forestales, e integrante de la Junta Directiva de INIA. Hasta donde nosotros conocemos, ninguno de los tres tiene trabajos previos de investigación en el área de los impactos ambientales de la forestación -no son citados en la revisión bibliográfica de la publicación de INIA por otra parte-, y no son tampoco investigadores profesionales, sino que ejercen su especialidad vinculada al ámbito productivo comercial (El Ing.Martino combina ese rol con actividad en INIA-La Estanzuela).
• La revisión de antecedentes que se presenta. La práctica académica elemental y corriente al presentar un trabajo o al establecer los lineamientos básicos para un área temática de la importancia que tiene la que se aborda en el documento, se inicia con una revisión de las publicaciones que existen en la materia, comenzando por los más próximos y siguiendo por los más alejados en el tiempo y/o el espacio. Sin embargo, los autores desconocen la totalidad de trabajos y publicaciones que han sido realizadas por organismos universitarios e institutos académicos privados del país, y tampoco revisan el gran desarrollo del campo internacional en esta materia, poniendo en evidencia su reducido nivel de formación e información en este campo científico, o una intencionalidad diferente de la habitual en el quehacer científico.
• El estilo de presentación y de formulación de las conclusiones. A pesar de la novedad del tema para el INIA, del carácter polémico que presenta entre diferentes actores sociales, de los reducidos antecedentes de los autores del trabajo en esa materia, se optó por una presentación propia de un estilo empresarial, que transmite una fuerte seguridad sobre la validez de las conclusiones que realiza, constituyendo por otra parte una formulación muy apartada de la habitual de los investigadores profesionales.
En síntesis, al abordar por primera vez este complejo tema en el campo científico, donde el INIA presenta un significativo rezago desde nuestra perspectiva, y donde existe una situación polémica entre diversos grupos de interesados sobre los impactos ambientales de la forestación, se toma partido con conclusiones rápidamente elaboradas, por técnicos sin la debida legitimidad para esta tarea, y que no respetan normas académicas e investigaciones relevantes realizadas en el país y el extranjero. Todos estos elementos nos inducen a pensar más en un mero acto de publicidad sectorial, que en un documento de orientación válido, que el organismo rector de la investigación tecnológica agronómica debe proporcionar a la sociedad nacional.
Dado su interés Señor Presidente, en preservar una imagen institucional asociada a principios de responsabilidad, competencia científica, autonomía y credibilidad pública, no dudamos que considerará estos comentarios como un aporte positivo para el futuro desarrollo del INIA.
Lo saludan muy atte.
Integrantes del Grupo Guayubira
cc.: Director Nacional de INIA, Directores de Estaciones Experimentales del INIA, Ministro de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), Ministerio de Transporte y Obras Públicas, UTE, Rector de la Universidad de la República, Decano de la Facultad de Ciencias, Decano de la Facultad de Agronomía, Decano de la Facultad de Veterinaria, UTU, Universidad de la Empresa, Universidad ORT y UCUDAL, CONICYT, Asociación de Ingenieros Agrónomos (AIA), Asociación de Estudiantes de Agronomía (AEA), Red Uruguaya de ONGs ambientalistas, Parlamento, Medios de difusión, Intendentes de todos los Departamentos y Congreso de Intendentes.
Algunas observaciones sobre el contenido de la publicación: “La forestación con eucaliptus en Uruguay: sus impactos sobre los recursos naturales y el ambiente”, publicado bajo la autoría de los Ings.Agrs. Daniel L. Martino, Zohra Bennadji, Alberto Fossati, Daniel Pagliano, y Eduardo van Hoff. Editado en la Serie Técnica del INIA, No.88, con fecha agosto 1997.
Se realiza una agrupación de las observaciones que se presentan en el documento en tres categorías de afirmaciones: I. afirmaciones poco éticas; II. afirmaciones propagandísticas y/o promocionales; III. afirmaciones confusas y/o erróneas conceptualmente.
En cada punto se cita el texto en negritas con el número de página, y cuando se agregan comentarios propios se incluyen entre corchetes y con tipografía normal.
I. Afirmaciones poco éticas
01. “Con este artículo, INIA pretende dar una respuesta objetiva, desde un punto de vista científico, a las inquietudes que han surgido en los últimos tiempos en algunos sectores de la sociedad y grupos de interés (…) sobre el tema de impacto ambiental de los eucaliptus” (Prólogo, página inicial) {Se utiliza el poder legitimador de lo objetivo y lo científico en la sociedad moderna, así como la de la imagen institucional del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), para basar un conjunto de opiniones corporativas de los autores, que obviamente no tienen “fundamentos científicos”; notablemente, en el mismo texto, en diversas partes, se confrontará esta afirmación que se realiza en la portada:} “Es necesario comenzar a obtener información científica sobre los procesos básicos de la dinámica de nutrientes en sistemas forestales, a efectos de desarrollar técnicas de manejo de la fertilidad y de preservación de los nutrientes naturales.” (p. 15); “(…) por consiguiente, la forestación no ocasionará contaminaciones significativas de suelos y aguas. Es necesario sin embargo, la realización de estudios nacionales que permitan corroborar lo antedicho, y que evalúen los efectos de ciertos plaguicidas sobre la microflora, micro y mesofauna de los suelos y aguas del país” (p.18); “Si bien es esperable que el proceso de forestación en Uruguay no perjudique la vida silvestre, y que en cierta forma la proteja, no se cuenta con información científica que lo demuestre” (recuadro p.19); “En el análisis efectuado no se ha identificado grandes problemas ambientales asociados a la forestación con eucaliptus en Uruguay. A pesar de ello, es necesario confirmar hipótesis y obtener información nacional mediante estudios científicos y de monitoreo” (p.19);
II. Afirmaciones propagandísticas y/o promocionales de la forestación
02. “Uruguay es uno de los doce países miembros del grupo de trabajo conocido como Proceso de Montreal, iniciado en 1993 con el cometido de acordar compromisos en materia de manejo forestal sostenible.” (recuadro, p.4) {Señala buenas intenciones de futuro de los agentes nacionales involucrados en la forestación, pero no agrega nada al tema de los impactos ambientales de la forestación).
03. “Las plantaciones de eucaliptus no afectan seriamente los recursos hídricos” (texto de la foto en la p.9). {Como el tema de los recursos hídricos es un aspecto crítico y debatido de las plantaciones forestales que se realizan en Uruguay, se establece un mensaje tranquilizador.}
04. “No hay razones para presuponer que la forestación con eucaliptus conduce a un agotamiento del recurso agua.” (p.9) {Afirmación similar a la anterior, pero más confusa por su radicalidad.}
05. “La forestación implica un mayor uso de agroquímicos que la ganadería extensiva. La gran mayoría de ellos carecen de efectos negativos para el ambiente.” (p.18) {Todos los sectores productivos que utilizan agroquímicos (o agentes químicos en general) sostienen la misma tesitura; más adelante, se señalará que la ganadería es la actividad que verdaderamente contamina (véase el punto 17).}
06. “(…) por consiguiente, la forestación no ocasionará contaminaciones significativas de suelos y aguas. (p.18) {¿conclusiones científicas o buenos deseos?)
07. ” En el análisis de contaminación de aguas por la forestación no debe dejar de considerarse el problema de los residuos industriales de las fábricas de celulosa. (…) Es altamente probable que cualquier industria de celulosa que se instale en el país encare la producción de este tipo de papel “ecológico”. (nuevo señalamiento de buenas intenciones, esta vez para los empresarios industriales que eventualmente se instalen en el país)
08. “Si bien es esperable que el proceso de forestación en Uruguay no perjudique la vida silvestre, y que en cierta forma la proteja,… ” (recuadro p.19) {recuadro propagandístico, que es conceptualmente erróneo.}
09. “La forestación en Uruguay tendría un impacto altamente positivo en lo relativo a la fijación de carbono atmosférico y la preservación de especies animales. También implica beneficios en la preservación de recursos naturales, principalmente energía. (p.19) {Nuevamente aúna mensajes propagandísticos con afirmaciones confusas o francamente erróneas.}
10. “En el análisis efectuado no se ha identificado grandes problemas ambientales asociados a la forestación con eucaliptus en Uruguay.” (p.19)
11. “La mecanización de las cosechas con equipos modernos minimiza los impactos ambientales negativos” (texto en la foto p.20) {Combina una afirmación propagandística -al señalar la presencia de equipos modernos en la cosecha- con un comentario confuso y/o erróneo -que esa maquinaria minimiza los impactos ambientales negativos-}
III. Afirmaciones confusas y/o erróneas conceptualmente y/o sin fundamentos
12. “Es impensable que el proceso de forestación pueda alterar de alguna forma la cantidad y distribución de las lluvias.” (recuadro p.5); (Afirmación sin límites y fundamentos, poco apropiada para un documento científico.)
13. “La necesidad de agua de un bosque en cierto sitio es prácticamente igual a la de una pradera en la misma localidad.” (recuadro p.7) {Si por “bosque” se entiende una plantación forestal de árboles del género eucalyptus, y por “pradera” un campo natural, ambos sistemas en la realidad concreta de Uruguay, esta afirmación es groseramente errónea. Si por necesidad se entiende la evapotranspiración real, la correspondiente a los eucaliptus es entre 30 a 50% superior a la de la pastura natural, dependiendo de la edad de los árboles, factores edáficos, etc. La evapotranspiración real está limitada -en uno de sus extremos- por la disponibilidad de agua en el suelo, y esta es una función del componente de infiltración. Históricamente las pasturas naturales solo han dispuesto de una fracción de las precipitaciones, como resultado del fuerte escurrimiento en este sistema vegetal (del orden del 40% de las precipitaciones en las condiciones de las praderas pastoreadas de Uruguay ); los sistemas arbóreos exhiben una infiltración mayor -una escorrentía más reducida- y su mayor sistema radicular les permite explorar un volumen mucho mayor del suelo, alcanzando frecuentemente napas freáticas profundas. Por otra parte, el notable consumo hídrico de esta especie, es un conocimiento común que tiene cualquier persona vinculada al sector rural. En el recuadro de la página siguiente (p.9) se realiza una afirmación que desdice lo anterior:} “Al introducir eucaliptus en un sitio bajo pastura natural, es de esperar una mayor infiltración de agua en el suelo, y un incremento en la ETR”.
14. “También es de esperar un levemente menor escurrimiento superficial, lo que podría generar reducciones temporarias en el caudal de corrientes superficiales de agua. {Mediciones de cuencas realizadas en otros países -Brasil, Sud Africa, etc.- citadas en el trabajo del consultor W.P.Lima (1997), de la Dirección Forestal, señalan que las plantaciones de eucaliptus reducen el componente de escurrimiento, con relación al existente en una vegetación de pasturas, en el orden del 25% de las precipitaciones. En el caso de Uruguay, tomando una precipitación media de 1100 mms de lluvia al año, esa reducción significa un escurrimiento anual menor de 2.750 metros cúbicos por hectárea plantada de árboles. Esta es agua que no va a los cauces; y significa, por ej. que cada 4 ha de eucaliptus se pierde el agua para regar una ha de arroz. A este fenómeno, los autores lo califican como un “leve menor escurrimiento superficial…”}
15. Figura 2, p8. {La figura presenta un conjunto de errores conceptuales: se ha omitido en la figura el componente intercepción del ciclo hidrológico, se sugiere que la escorrentía podría ser menor en el caso de la plantación forestal pero se utiliza la misma cifra en las dos cubiertas vegetales, y por lo tanto se supone una misma infiltración de agua en el suelo. El consumo de agua de la pradera y de la plantación forestal -medida por la evapotranspiración real- se establece en la misma cantidad; el drenaje interno asimismo se supone que es similar en las dos vegetaciones. Los errores son tan groseros que solo un burdo afán propagandístico puede justificar esta presentación.}
16. ” {al analizar el intercambio de gases entre el suelo y la atmósfera, especialmente los carbonosos, los autores analizan detenidamente el efecto sumidero de carbono atribuible a las plantaciones forestales comerciales:} (p.17) “Del punto de vista del balance de gases carbonosos, no caben dudas que la forestación en Uruguay tiene un impacto altamente positivo, de una importancia tal, que seguramente compensa algunos de los posibles elementos ambientales negativos que pueda aparejar.” (p.16) (…) “Los bosques naturales están en equilibrio, por lo que la transferencia neta anual de carbono es nula. Lo mismo puede afirmarse de una vegetación de praderas como la que cubre la mayor parte del Uruguay.” {afirmación que en su primera parte es de corte propagandístico: seguramente compensa…; en la segunda, los autores confunden la dinámica de un bosque natural que no es explotado, con una pradera que es sometida a pastoreo y donde se retira la producción anual del sistema; asimismo, desconocen que los estudios modernos señalan el significativo rol de las formaciones vegetales de praderas de gramíneas evolucionadas bajo clima templado en el proceso de sumidero de carbono.}
17. “Es paradójico el hecho que la ganadería extensiva, practicada en el país desde hace 350 años, a pesar de ser un importante contaminante de la atmósfera {los autores hacen referencia a la contaminación por el metano de los aparatos digestivos de herbívoros}, es popularmente considerada como inocua, y no está sometida a los cuestionamientos que surgen hoy desde algunos sectores de la sociedad hacia la forestación.” (p. 17) {En esta afirmación, que se identifica más como proveniente de un organismo gremial que de un organismo técnico, se señala una adhesión a argumentos provenientes de los países centrales, que son -como se señala en otras partes del documento- los principales responsables de la contaminación planetaria, países desde donde se irradian argumentos que intentan confundir las responsabilidades de las distintas sociedades del sistema mundial. Este argumento no considera que el aspecto relevante es el efecto marginal sobre la atmósfera, de los nuevos contaminantes incorporados por el hombre en la era industrial: derivados del petróleo, industrias, agricultura moderna, etc.. Nuestras praderas pampeanas seminaturales, al igual que las africanas o las de América del Norte, en toda su evolución planetaria aportaron los gases de sus faunas a la atmósfera, constituyendo así parte del efecto Gaia, siendo la situación actual completamente marginal en el contexto de la contaminación antropogénica).
18. “Los bosques constituyen un ambiente protector de diversas formas de vida animal y vegetal. La forestación en Uruguay sería entonces una forma de preservar y enriquecer nuestra biodiversidad…” (p.18) {Aplica un concepto adecuado a un sistema natural -los bosques naturales- a una plantación forestal realizada por el hombre (sistema artificial monoespecífico, etc.) que sustituyó generalmente una pastura natural que era la vegetación nativa de esta región planetaria. Inmediatamente continúa desdiciendo su afirmación anterior: } …”aunque es necesario considerar que las plantaciones con especies exóticas son normalmente menos ricas en fauna y flora que los bosques nativos”