En el Día de la Tierra, el Grupo Guayubira hace un llamado a la reflexión en torno al modelo de desarrollo forestal que se continúa impulsando en nuestro país. Este modelo, basado en monocultivos a gran escala de especies exóticas de muy rápido crecimiento esta afectando los principales recursos del país (suelos, agua, flora, fauna) y llevando a una creciente concentración de la tierra, muchas veces en manos extranjeras, en amplias zonas del Uruguay.
Este tipo de actividad forestal posee profundos impactos ambientales que se traducirán en una carga económica. Observamos la paradoja que ese tipo de actividad sea subsidiada, mientras el país vive una profunda crisis agropecuaria. Por lo tanto entendemos que es el momento de revisar esa política de subsidios, y dirigir los esfuerzos económicos del Estado a prácticas agropecuarias sensibles al medio ambiente y que reviertan el empobrecimiento y vaciamiento rural.
Al mismo tiempo, resulta triste constatar que, pese a que el monte indígena constituye nuestro único sistema forestal nativo, el Estado uruguayo prácticamente no destina recursos para su protección y desarrollo. Numerosas áreas de monte han desaparecido y las que aun perduran se continúan degradando, sin que se adopten medidas eficaces para revertir ese proceso de deterioro.
Nuestros montes generan una serie de bienes y servicios de alto valor ambiental y social que merecen destacarse. Entre ellos se incluyen aspectos tan variados como su contribución a evitar la erosión y mantener el ciclo del agua, ambos aportes fundamentales para la producción agropecuaria nacional. Pero también ofrece otros menos conocidos, tales como el refugio a importantes especies de flora y fauna nativas, la producción melifera, de frutos, de productos industriales, de medicinas, su uso turístico, etc.
Por todo ello, el Grupo Guayubira hace un llamamiento para que se modifique sustancialmente la legislación forestal vigente y que la nueva legislación pase a centrarse en nuestro único recurso forestal nativo: el monte indígena. Entre otros aspectos, la nueva legislación forestal debería promover las siguientes actividades:
* la realización de un inventario pormenorizado de las masas de montes existentes y su estado de conservación
* la identificación de las causas directas e indirectas que generan procesos de deforestación y degradación de montes
* asegurar la preservación de áreas representativas de los distintos tipos de montes
* promover investigaciones sobre los distintos tipos de montes con el objetivo de identificar métodos de manejo que aseguren su uso sostenible
* promover investigaciones sobre la producción de plantas de especies indígenas y metodos de reforestación
* promover la reforestación con especies indígenas en aquellos sitios en los que ha desaparecido, en particular en las cuencas que se han degradado a consecuencia de la desaparición de los montes.
* promover investigaciones sobre las posibles utilizaciones del monte en su conjunto y de sus distintas especies
* desarrollar campañas educativas sobre la importancia del monte revisando el material existente
* incluir el estudio del monte indígena como uno de los principales componentes de la enseñanza forestal