Día Mundial del Medio Ambiente
Montevideo, 5 de junio de 2002
Desde su creación, el Grupo Guayubira ha mencionado reiteradamente, y con mayor énfasis cada 5 de junio, la necesidad de implementar medidas para la conservación de nuestro monte indígena así como la revisión de la política forestal vigente.
Nuestro monte indígena, considerado por algunos como de escasa utilidad, tiene en realidad un enorme valor social, ambiental y económico. Es un sistema complejo donde una infinidad de seres vivos interactúan entre sí y con el medio físico, creando un sistema rico en biodiversidad del cual todos se benefician y que contribuye a asegurar el equilibrio ecológico.
Sin embargo, la única disposición legal en relación a la defensa del monte indígena consiste en la prohibición de su corta. La legislación forestal vigente no es más que la promoción de plantaciones de monocultivos de especies exóticas a gran escala.
Un informe sobre Uruguay (1) realizado en el marco de una evaluación internacional independiente sobre los avances realizados en la aplicación del Convenio de Diversidad Biológica en relación a los bosques, presentado en la última Conferencia mundial sobre Biodiversidad, concluye que:
“En cuanto a la biodiversidad con relación a los bosques, a diez años de la Cumbre de la Tierra (2), los hechos demuestran que el monte indígena ha recibido muy escasa atención de los organismos estatales:
* No hay estudios de montes amenazados ni de especies de plantas o animales relacionados con el monte que estén en situación de riesgo,
* No hay investigación sobre la invasión de especies exóticas, ni medidas contra ella,
* No hay evaluaciones del impacto del plan de forestación en la biodiversidad,
* No hay estudios del uso tradicional del monte indígena -caza, pesca, leña, medicamentos, alimentos-,
* No hay apoyo sustancial para la conservación, la utilización sustentable o la restauración del monte indígena y menos aún para la reforestación con especies de árboles nativos.
Sin embargo, el Estado concede importantes subsidios directos e indirectos a las plantaciones de monocultivos de árboles. (…) Las leyes vigentes desde 1987 promueven de esta forma la forestación y reforestación exclusivamente con un reducido número de especies exóticas, lo que se traduce en vastas superficies de monocultivos de árboles que no sólo no contribuyen a la biodiversidad sino que, por el contrario, afectan tanto al monte como a otros ecosistemas naturales ricos en biodiversidad.”
En el mismo sentido, se ha debilitado el sistema de evaluación de impacto ambiental, como herramienta para proteger el monte indígena. El caso más grave se ha dado con la habilitación de una represa en el Arroyo Mandiyú (Artigas) a pesar de los informes negativos en su contra, tanto de los técnicos del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente como del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Estos técnicos del Estado así como técnicos de organizaciones ambientalistas coinciden que la obra tendrá un impacto ambiental negativo irreversible en el monte ribereño y en el monte de parque. La resolución ministerial no solo obvió estas advertencias, sino que además no llamó a una audiencia pública. Y lo que es peor aun, la represa en cuestión será financiada en parte por el programa de riego del MGAP, por lo que el propio Estado estará también subvencionando la destrucción ambiental.
Seguramente el informe presentado en el Foro Económico Mundial (3), que ubica a Uruguay en un 6º lugar en materia de calidad ambiental no tuvo en cuenta estos datos.
Una vez más, en el Día Mundial del Medio Ambiente los integrantes del Grupo Guayubira, reclamamos que las autoridades asuman su responsabilidad y tomen medidas urgentes para la conservación de este valioso recurso que es nuestro monte indígena. Exigimos además que ante la crisis que vive el sector productivo de nuestro país se eliminen los subsidios para el sector forestal.
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1 – “Aplicación en Uruguay del Convenio de Diversidad Biológica con relación a los Bosques”, diciembre 2001, encomendado por la Coalición Mundial por los Bosques. Ver aquí informe completo.
2 – Cumbre mundial realizada en 1992, donde por primera vez los gobiernos reconocieron la gravedad de los problemas ambientales del planeta y su vinculación con el desarrollo, y a partir de la cual asumieron una serie de compromisos.
3 – Estudio que aplica el Indice de Sustentabilidad Ambiental 2002 (ESI 2002), elaborado a iniciativa del “Global Leaders of Tomorrow Environment Task Force”, del Foro Económico Mundial en colaboración con el “Centro de Legislación y Política Ambiental” de la Universidad de Yale y el Centro Internacional Red de Información de Ciencias de la Tierra (CIESIN) de la Universidad de Columbia. Ver aquí comentarios del informe por Gerardo Evia / CLAES: “URUGUAY, SEGUNDO EN AMÉRICA EN CALIDAD AMBIENTAL o EL MITO DE MARACANÁ”