Montevideo, 11 de setiembre de 2002
El Grupo Guayubira se ha opuesto desde su formación al modelo de desarrollo forestal impulsado en nuestro país. Este modelo, basado en monocultivos a gran escala de especies exóticas de muy rápido crecimiento esta afectando los principales recursos del país (suelos, agua, flora, fauna) y ha llevado a una creciente concentración de la tierra, muchas veces en manos extranjeras, en amplias zonas del Uruguay.
Este tipo de actividad forestal posee profundos impactos ambientales que se traducirán en una carga económica. Observamos la paradoja que ese tipo de actividad sea subsidiada, mientras el país vive una profunda crisis agropecuaria. Por lo tanto entendemos que es el momento de revisar esa política de subsidios (eliminándolos totalmente), y dirigir los esfuerzos económicos del Estado a prácticas agropecuarias sensibles al medio ambiente y que reviertan el empobrecimiento y vaciamiento rural.
Consideramos además que dado que en nuestro país ya se encuentran plantadas más de 600.000 hectáreas, debe encontrarse una solución productiva y que a su vez sea un aporte a la situación económica y acreciente las fuentes de trabajo, sin perjudicar al medio ambiente más de lo que ya lo hacen las plantaciones existentes. Las opciones para la madera de esas plantaciones son tres: 1) la exportación de madera rolliza y/o “chips” de madera 2) la producción y exportación de celulosa y 3) el desarrollo de una industria integrada de la madera orientada al mercado nacional, regional e internacional.
De esas tres opciones, la peor desde el punto de vista económico y social es la primera; la peor desde el punto de vista social y ambiental es la segunda, en tanto que la mejor en lo social y económico es la tercera, siendo además posible mitigar sus potenciales impactos ambientales.
En ese contexto, consideramos que la instalación de una fábrica de celulosa en Fray Bentos no cumple con los necesarios requisitos sociales y ambientales por las siguientes razones:
1) Tal como lo declaran los gerentes de la empresa, la instalación de esta fábrica requerirá del gobierno y por ende de todos los habitantes del país una mayor colaboración financiera, ya sea en subsidios directos e indirectos. (Se adjunta nota de El Telégrafo donde se dan detalles sobre la empresa)
2) La instalación de esta fábrica en el Uruguay se debe a que en España, su país de origen, es muy resistida tal como lo muestran las manifestaciones realizadas recientemente en Pontevedra, donde esta empresa tiene una planta de celulosa. La gente del lugar pide “el cierre de la fábrica” para poder “recuperar el marisquero” y “la pesca”. (Se adjunta copia de la nota).
Además de la oposición de la gente, la empresa ENCE ha sido llevada a juicio y se le acusa de delito “ecológico continuado centrado en la contaminación atmosférica y en la ría de Pontevedra” (Se adjuntan artículos referidos al impacto de la empresa ENCE y sobre el juicio).
3) A pesar de que esta empresa utiliza en Pontevedra un proceso denominado TCF (Totally Chlorine Free), definido como Pasta de Eucalipto al Sulfato Blanqueada sin Cloro ni Compuestos de Cloro, en el Uruguay según la nota de El Telégrafo “El proyecto incluye la instalación de una fábrica «libre de cloro elemental» (ECF)”.
El ECF (Elemental Chlorine Free) es un término creado por la industria para describir el proceso mediante el cual la celulosa es blanqueada usando dióxido de cloro en vez de cloro “elemental”. El uso de ese término da la impresión de que está LIBRE de cloro, cuando en realidad no lo está. (Adjuntamos copia de la definición de estos procesos según la organización canadiense “RFU”)
El uso o no de cloro es muy importante, ya que es el elemento central en la producción de dioxinas, uno de los venenos mas tóxicos existentes en la tierra, que da lugar a graves problemas de salud y de reproducción, tanto en la especie humana como en especies acuáticas.
El Uruguay se ha comprometido a través del Convenio de Estocolmo a la eliminación de dioxinas y furanos y la instalación de esta fábrica iría en contra de esta normativa internacional vinculante.
4) La consultora encargada del estudio de impacto ambiental ha dicho que el agua no será afectada, en principio porque “La planta ha adoptado todas las medidas posibles y son muy eficaces.” Además de los antecedentes ya presentados de que esta misma fábrica ha contaminado la Ría de Pontevedra existen otros ejemplos en el mundo donde se han verificado impactos importantes en el agua.
En Finlandia, el lago Kernaalanjarvi fue contaminado por deshechos de plantas de celulosa lo que hizo imposible el consumo de peces de este lago. Los efectos de los vertidos no sólo han sido a nivel local; en anguilas que habitan en ríos que sirven de desaguadero del lago se encontraron concentraciones de contaminantes de 7 a 15 veces superiores a las del lago, incluso a más de 70 kilómetros del curso de éste. (Fuente Science of the total environment. 1996, 187:1).
En Canadá se descubrió que la exposición de truchas arcoiris a efluentes líquidos del proceso de blanqueo de pulpa kraft aumenta el parasitismo en los peces provocando lesiones en la piel, además de influir en el crecimiento, supervivencia, producción y reproducción de los peces (fuente Canadian Journal of fisheries and aquatic sciences. 1992, 49:5)
5) El objetivo de la instalación de esta planta en nuestro país es parte de un proceso mundial, en el que las industrias contaminantes se trasladan a los países del Sur debido a la adopción de políticas ambientales estrictas en los países del Norte. En ese contexto, las plantas de celulosa son instaladas en nuestros países, que luego exportan la celulosa (como “commodity”) a las plantas papeleras del Norte. Este proceso es descrito en detalle en el libro “El Papel del Sur”, que adjuntamos para su información.
* presentado en la audiencia con autoridades de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, a la que concurrieron el Director, Antonio Chiessa; Víctor Cantón y Eudardo Andrés, de la Comisión Técnico Mixta del Río Uruguay; Delia Villalba, edila de Fray Bentos; Julia Cóccaro, Luisina Acosta y Ramón Medina de Movitdes; Ma Selva Ortiz de Redes y Ana Filippini por Grupo Guayubira.