Por Oscar Galli
La instalación de una planta de celulosa nace como consecuencia de un modelo de desarrollo forestal impulsado en nuestro país, basado en monocultivos a gran escala de especies exóticas de muy rápido crecimiento que está afectando los principales recursos del país (suelos, agua, flora, fauna), y que ha llevado a una creciente concentración de la tierra, muchas veces en manos extranjeras, en amplias zonas del Uruguay. Al mismo tiempo que no ha solucionado la grave desocupación en el departamento de Río Negro, este modelo de desarrollo forestal trajo aparejados serios problemas laborales con situaciones que lindan con la esclavitud y problemas en la salud de la gente por el uso indiscriminado de agrotóxicos.
Este tipo de modelo forestal por lo general incluye la instalación de fábricas de celulosa, que implican graves impactos ambientales que se traducirán en una carga económica. Parece ser una paradoja que ese tipo de actividad sea subsidiada, (hasta el año 2000 el país había asignado a este sector subsidios directos por un valor de casi 70 millones de dólares) mientras el país vivía una profunda crisis agropecuaria.
Como consecuencia de la política de promoción subsidiada a las plantaciones, en la actualidad se encuentran plantadas más de 600.000 hectáreas, a las que ahora debe encontrarse una solución productiva, que a su vez sea un aporte a la situación económica y acreciente las fuentes de trabajo, sin perjudicar al medio ambiente más de lo que ya lo hacen las plantaciones existentes.
Del plan forestal a la construcción de una planta de celulosa en Fray Bentos
Si bien la idea de instalar una planta de celulosa en Fray Bentos surgió de los técnicos japoneses que elaboraron el plan forestal uruguayo, este proyecto comenzó a concretarse en 1997, cuando la sociedad Las Pléyades, filial del grupo ENCE (Español) compró 1800 hectáreas de la estancia M’Bopicuá. En el año 2001 se conformó Celulosas M’Bopicuá S.A. “con el objetivo de promover la construcción de una planta de celulosa tipo ECF en las cercanías de la terminal logística del mismo nombre”, según explica la empresa. Pero en realidad, este proyecto se concretó mucho antes, en 1988, cuando la empresa EUFORES comenzó a desarrollar un plan forestal ambicioso de cerca de 50.000 hectáreas.
El lobby político desarrollado por la empresa se hizo evidente en octubre de 2002, cuando una delegación uruguaya integrada por el intendente de Río Negro, Francisco Centurión, los senadores Jorge Larrañaga, Julia Pou, Enrique Rubio y Jorge Boismenú y el diputado Carlos Baraibar viajó a Huelva, España, en primera clase, invitada por el grupo ENCE con el objetivo de conocer sus plantas fabriles. La anfitriona fue la ingeniera María del Rosario Pou Ferrari, vicepresidenta de Celulosas de M’bopicuá S.A. de cuyas vinculaciones con las empresas forestales y el ambiente político uruguayo son más que conocidas.
En este viaje, los políticos recibieron una carta de Benito Andrade, profesor de biología y geología, portavoz de la “Asociación por la Defensa da Ría de Pontevedra”, en la que advertían que “la instalación de una planta de fabricación de pasta de papel conlleva la transformación de las zonas donde se instala ya que se trata de una de las industrias más contaminantes que existen en la actualidad”.
Por lo visto, la instalación de esta fábrica en el Uruguay obedecería a que en España, su país de origen, es muy resistida, tal como lo muestran las manifestaciones realizadas en Pontevedra, donde ENCE tiene una planta de celulosa. La gente del lugar pide “el cierre de la fábrica” para poder “recuperar el marisqueo” y “la pesca”.
Algunas consideraciones sobre la autorización del proyecto y la Evaluación de Impacto Ambiental
Como consecuencia de la ley Nº 16.466 que instituyó la Evaluación de Impacto Ambiental y su decreto reglamentario Nº 435/994, previamente a la instalación de la planta de celulosa de M’ Bopicuá S.A. en Fray Bentos, la misma deberá obtener la Autorización Ambiental Previa por parte del Ministerio de vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. El procedimiento para el dictado de la Autorización Ambiental Previa consta de las siguientes etapas: a) comunicación del proyecto; b) clasificación del proyecto; c) solicitud de la Autorización Ambiental Previa; d) puesta de manifiesto; audiencia pública; y f) resolución.
Para la solicitud de la Autorización Ambiental Previa la empresa debe de presentar como mínimo: a) la copia del certificado de clasificación ambiental; b) los documentos del proyecto; c) el Estudio de Impacto Ambiental (E.I.A.); y d) el Informe Ambiental Resumen. Debido a que el proyecto Celulosas B’ Mopicuá S.A. fue clasificado por la DINAMA en la categoría “C”, en donde “se incluyen aquellos proyectos de actividades, construcciones u obras cuya ejecución pueda producir impactos ambientales negativos de significación cuantitativa o cualitativa, se encuentren o no previstas medidas de prevención o mitigación”, el mismo requerirá por parte del interesado y a su costo de un Estudio de Impacto Ambiental completo o detallado.
A partir de la presentación por el interesado del E.I.A. y del Informe Ambiental Resumen, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente pondrá de manifiesto en sus oficinas dichos documentos, para que cualquier interesado pueda acceder a la vista del mismo y formular por escrito, las apreciaciones que considere conveniente. A tales efectos, se libró un aviso que fue publicado por el interesado, en el Diario Oficial y en otro diario de circulación nacional, a partir de lo cual se contó con un plazo de 20 días hábiles para poder presentar observaciones al Estudio de Impacto Ambiental.
Debido a que en esta instancia, varias organizaciones ambientales (MOVITDES de Fray Bentos, REDES Amigos de la Tierra y Guayubira) presentaron un cúmulo de observaciones al E.I.A. de Celulosas B’ Mopicuá S.A., el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente dispuso la realización de una Audiencia Pública, considerando que el proyecto implica repercusiones graves de orden cultural, social o ambiental. A tales efectos el Ministerio determinó la forma y convocatoria (Lunes 21 de Julio de 2003) y demás aspectos inherentes a la realización de la Audiencia Pública.
El desarrollo de la audiencia pública en la ciudad de Fray Bentos y los reclamos de la sociedad civil organizada
En los días previos a la audiencia pública, los plenarios intersindicales de Fray Bentos y Mercedes hicieron públicas sendas declaraciones contra la instalación de la planta de celulosa en Fray Bentos, denunciando que en anteriores emprendimientos de ENCE en la región, la mayor parte de la mano de obra contratada fue procedente de Argentina (cuando el mayor argumento a favor de la instalación parece ser la generación de mano de obra en la zona).
Llamó la atención que el día viernes 18 de julio, el presidente Batlle apareciera en los canales de televisión, haciendo “loas” al proyecto de la planta de celulosa y más aún que apareciera el mismo día de la audiencia una encuesta elaborada por Botinelli en donde afirmaba que el 83% de la población de Fray Bentos estaría a favor de la instalación de esta planta. También llamó la atención que el mismo Botinelli se hiciera presente en la audiencia y compartiera todo el tiempo sentado junto a la Ing. Rosario Pou. Esto no tiene que ver con algo ilegal, pero si con la ética con que parece manejarse esta empresa encuestadora, lo que a los ojos de los presentes despertó mucha suspicacia.
Antes del comienzo de la exposición, varias ONGs le solicitaron al Director de la DINAMA Aramís Latchinián y al Director de la División Evaluación de Impacto Ambiental del mismo organismo, Andrés Saizar, la autorización para que se pudieran hacer preguntas y expresar inquietudes verbalmente, a lo cual accedieron, lo que fue considerado un paso importante en la utilización de esta herramienta en próximas audiencia públicas en el Uruguay.
La exposición de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) no solo logró sorprender sino también enfadar a la casi totalidad de las 500 personas que concurrieron, debido a que la consultora contratada para los estudios (SOLUZIONA, del grupo FENOSA) presentó la iniciativa y la calificó como positiva o significativa en todas sus propuestas, como parte involucrada, tratando de “vender” el proyecto en toda la exposición. La Ing Florencia Peñagaricano, jefa del equipo que hizo la EIA fue quien presentó todas las “bondades” ambientales del proyecto, e incluso hablaba del proyecto en tercera persona del plural: p. ej. “vamos a fabricar papel a partir de un proceso…”
Al término de la exposición, se realizaron por escrito más de 150 preguntas e inquietudes que tuvieron que ser leídas por el ingeniero Andrés Saizar, con el compromiso por parte de las autoridades de la DINAMA en responderlas en breve plazo en su página Web y a su vez adjuntarlas si es pertinente en el propio informe de evaluación.
De las más de 50 intervenciones de los presentes, la mayoría de las mismas coincidió en:
– La notable fragilidad de los estudios presentados. La fragmentación de los mismos y la simplificación de los escenarios de espacios ambientales considerados para el análisis y la ausencia de evaluación de la escala territorial de los impactos socioambientales, que por lo tanto no fueron estudiados.
– La sorprendente limitación a la ciudad de Fray Bentos y la ausencia de consideración del escenario internacional, en particular por ser un ecosistema natural y humano de frontera y con un río compartido por dos estados nacionales y con ciudades como Gualeguaychú próximas al escenario de impactos directos.
– Gran preocupación debido a que se debe tener muy en cuenta la ubicación de la planta propuesta a 8 km. aguas arriba de Fray Bentos y su relación con el significativo impacto en calidad de agua expuesto en el mismo informe de EIA.
– Nada se dice en la EIA sobre los antecedentes legales negativos del grupo promotor ENCE de España, tanto técnicos y judiciales, con condena penal y civil por contaminación en España (año 2002).
– A pesar de que esta empresa utiliza en Pontevedra un proceso denominado TCF (Totally Chlorine Free), definido como Pasta de Eucalipto al Sulfato Blanqueada sin Cloro ni Compuestos de Cloro, la Planta de Celulosa, impulsada por ENCE utilizará en Fray Bentos el proceso de blanqueo “ECF (Elemental Chlorine Free)”.
El proceso ECF (Elemental Chlorine Free) es un término creado por la industria para describir el proceso mediante el cual la celulosa es blanqueada usando dióxido de cloro en vez de cloro “elemental”. El uso de ese término da la impresión de que está LIBRE de cloro, cuando en realidad no lo está. Afirmación que se realiza en el propio estudio cuando dicen “…que el principal reactivo empleado será dióxido de cloro…”., “porque es más inocuo para el medio ambiente”, pero igualmente están utilizando cloro, lo que generará efluentes organoclorados de todos modos.
El uso o no de cloro es muy importante, ya que es el elemento central en la producción de dioxinas, uno de los venenos mas tóxicos existentes en la tierra, que da lugar a graves problemas de salud y de reproducción, tanto en la especie humana como en especies acuáticas.
– La utilización de cloro en el sistema productivo propuesto, fue ampliamente reprochado por diversos participantes por ser indiscutiblemente contaminante de las aguas.
– La inexistencia de evaluación de impactos acumulativos y del modelo agrario que impulsa, se limita al territorio físico del proyecto.
– Con relación al marco legal se dio lectura a las Cartas Documentos remitidas por la Secretaría Ejecutiva de la Red de Organizaciones Socioambientales de Entre Ríos al Canciller Argentino y el Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, en cuanto a la necesaria evaluación de Argentina de los estudios elevados en el marco de diversas convenciones Internacionales Ambientales.
– También se denunció la falta de consideración de Convenciones Internacionales Ambientales relevantes en el caso, como lo son Diversidad Biológica, Desertificación y de Estocolmo. Esto es importante, porque el informe EIA se reduce en lo ambiental al área de Fray Bentos, pero en lo económico pretende abarcar a todo el Uruguay. Lo expuesto altera la escala de estudios y discrimina una evaluación seria y justa en términos de justicia social y ambiental.
– A su vez, se denunció que el modelo productivo que se promueve es arrasador de la Diversidad Biológica y Cultural no solo de Uruguay, sino también de Entre Ríos y promocionador de los procesos de desertificación, simplificación y gran vulnerabilidad de nuestras economías agropecuarias.
– Finalmente se criticó el rol asumido por el Intendente de Río Negro, quién convocó a un debate técnico y no político, lo que fue tolerante y respetuosamente rechazado mayoritariamente por los ciudadanos presentes, que expresaron que se debe repensar, precisamente la política dentro de un nuevo escenario del MERCOSUR, con alternativas agropecuarias e industriales a escala humana y con diversidad productiva en sus lógicas de sustentabilidad económica y social.
– Lo más interesante fue que entre los pocos ciudadanos que hablaron a favor del emprendimiento, dos solicitaron que se le pusieran condiciones a la empresa. Uno de ellos afirmó que la empresa debiera de firmar un contrato que auspiciara como una especie de garantía para los pobladores por un monto similar al de la inversión prevista (unos 500 millones de dólares), que pasarían directamente a los pobladores en caso de que ocurriera algún problema no previsto. Otra persona dijo que estaba totalmente de acuerdo que se realizara el proyecto siempre que no se afectaran las fuentes de agua ya que del agua dependía la vida.
– La frutilla en la torta la puso un profesor de secundaria de la zona, al término de la audiencia, al comentar que en los libros editados en España, con los cuales se les enseña en los liceos a los jóvenes de la localidad, aparece la industria de la celulosa como una de las más contaminantes. Luego, se preguntó, como haría para decirle a sus alumnos que una de las industrias más contaminantes del planeta se instalaría en Fray Bentos, con el objetivo de desarrollarse en la zona y generar el bienestar de la población.
Lo que no dice el E.I.A. y quienes se verán notoriamente perjudicados en un nuevo escenario ambiental
Se ha dicho siempre que la peor opción desde el punto de vista de la generación de empleos es la ganadería extensiva, ya sea de ganado ovino o bovino. La ganadería de carne vacuna genera por cada 1000 hectáreas 5,84 puestos de trabajo, y la ganadería ovina genera 9,18. Pero, si vemos la cifras del censo agropecuario del año 2000, la forestación estaría generando sólo 4,49 empleos, por lo que nos encontramos con que esta actividad es la peor opción en materia de generación de empleos.
Esto es más grave aún, si tenemos en cuenta que la forestación en esta región se estableció en áreas donde antes había producción de carne vacuna o producción de carne ovina, u otras producciones, como la cerealera. Entonces se puede ver claramente que la forestación ha creado una pérdida neta de empleos.
Si además tenemos en cuenta que la planta generaría en el mejor de los casos alrededor de 300 puestos de trabajo, en donde el 30% deberá ser cubierto por personal técnico capacitado extranjero (españoles), vemos que 200 puestos de trabajo no parece ser una opción válida para resolver los agudos problemas de desempleo de Río Negro. A ello se sumaría además la pérdida de empleos en el Balneario Las Cañas (y servicios anexos), consecuencia de la contaminación de las aguas y del olor a “huevo podrido” típico de la industria de la celulosa.
Queda claro entonces que este tipo de emprendimientos generan una fuerte concentración del poder sobre los territorios en pocas manos, particularmente empresas forestales extranjeras y con procesos de fuerte expulsión social y gran daño a la familia agraria y pequeños productores.
– En el caso de la planta de celulosa, por su propia naturaleza, la evaluación del riesgo resulta más importante que la evaluación del propio impacto. De hecho, los eventos no esperados tienen un impacto más importante que los eventos esperados (identificados en el proceso de evaluación de impactos). Por definición, los eventos no esperados no son nunca frecuentes. Al utilizar probabilidades, o modelos (como es el caso del E.I.A. que presentó Soluziona) significa que se reduce sistemáticamente la importancia de aquellos eventos que tienen una frecuencia esperada baja, pero un alto impacto. La incertidumbre de un evento nos conduce a un callejón sin salida, ya que es imposible prever todos los eventos posibles, y esto por definición es el Riesgo.
Aquí, la probabilidad debe estar calculada sobre la base de una gran cantidad de observaciones de terreno o muestreos (que no es el caso de Soluziona) y el entorno debe estar bajo un buen control (o completo control), que tampoco es el caso, dado que poco se conoce del “ambiente receptor” (sitio y región de emplazamiento), así como tampoco el proceso fabril en cuanto a sus externalidades ambientales.
– En el E.I.A. se asegura que se han identificado todas las posibilidades de impactos, pero esto es el resultado de utilizar una metodología inadecuada en donde se tuvieron en cuenta una cantidad limitada de desenlaces, lo que provocó indudablemente una incertidumbre considerablemente menor a la esperada.
En síntesis, la incertidumbre que generará la instalación de la planta es el resultado de información contradictoria y/o escasa y/o de baja calidad.
– El E.I.A. nada dice sobre la existencia de dos normas departamentales vigentes, las ordenanzas municipales de 1977 y 1978, que establecen lo que se llama “zona de proximidad” del Puente Internacional General San Martín. También ignora que existe una Ley Nacional Nº 13.571, que establece que la Ciudad de Fray Bentos, desde M’Bopicuá hacia el sur es zona turística.
En el estudio hubo una ausencia de análisis destinados a conocer cual puede llegar a ser el impacto migratorio que el proyecto puede producir, debido más que nada a la angustiante situación que ha generado la desocupación en la región. La sola posibilidad de la generación de empleo, llevaría al desplazamiento de cientos de pobladores de localidades vecinas, con los consiguientes impactos no estimados en infraestructura de servicios, salud, seguridad, educación, vivienda, convivencia.
– El departamento de Río Negro ha venido apostado al turismo desde hace años, porque tiene características relevantes para ello; de instalarse este tipo de industria maloliente y contaminante, la actividad turística de la zona se vería seriamente afectada. Además de un tiempo perdido en todos los esfuerzos desplegados, se estaría menospreciando el patrimonio cultural y paisajístico que posee toda esta región.
– La toma de agua para la población de Fray Bentos está ubicada a unos 8 kms. río abajo de M’Bopicuá, lo que preocupa a los habitantes de esta ciudad y a otras 400.000 personas más que viven hacia el sur y se abastecen de este río, ya que esta industria generaría un gran riesgo de contaminación aguas abajo. Por lo tanto, los costos de depuración de agua potable deberían (en el mejor de los casos) incrementarse, dada la proximidad de la toma de agua a la fábrica.
– Las actividades turísticas, la pesca y otras actividades recreativas se contraponen a una amenaza potencial sobre el recurso hídrico. Puede generar un estigma del lugar de dificil reversión aún con costosas campañas publicitarias, tanto por la calidad del agua como del aire.
– Los apicultores de la zona, rubro importante de ocupación que viene ganando día a día gente que se dedica a ello por la suba del precio de la miel, también se verían afectados, más que nada debido a los gases que emitirá esta industria.
Otro rubro laboral que para nada se tuvo en cuenta es el de los pescadores artesanales, los que a su vez dan de comer a numerosas familias, y se verían afectados por los productos químicos generados por los efluentes que serán vertidos al río Uruguay.
Nada dice el estudio sobre los sinergismos, o lo que es mejor: la acción combinada de dos o más agentes, que es siempre mayor que la suma de las acciones de cada uno de los agentes por separado. Esta unión de dos o más agentes puede dar lugar a un agente diferente que puede actuar a cualquier nivel de una forma positiva o negativa.
En este sentido nada se conoce sobre la acción combinada que puedan provocar los impactos sobre la calidad del río Uruguay y la calidad del aire y a su vez de que manera podrá afectar a la población de la zona este nuevo agente.
El Director de la DINAMA reconoce carencias y falta de información en el E.I.A.
El día 28 de julio el director de la DINAMA, Aramís Latchinián, recibió a algunas de las organizaciones que han protagonizado la oposición a la instalación de la Fábrica de Celulosa de Fray Bentos. Allí estuvieron presentes los representantes de: Grupo Guayubira, ASODERN (Asociación Soriano en Defensa de los Recursos Naturales), Grupo Ecológico de Young, MOVITDES (Movimiento por la Vida, el Trabajo y el Desarrollo Sustentable) de Fray Bentos, los Plenarios Intersindicales de Fray Bentos y Mercedes y REDES-Amigos de la Tierra.
En la oportunidad el jerarca destacó la importancia de las observaciones realizadas en la reciente Audiencia Pública, reconociendo que a partir de ellas se hicieron notorias algunas carencias en el Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental.
Latchinián admitió que a partir de esa constatación se volvió a solicitar a la empresa responsable del emprendimiento que amplíe el estudio de impacto. Luego de conocer este nuevo estudio, la DINAMA se expedirá sobre el proyecto de la Planta de Celulosa, dando paso, luego, a la expedición del Ministro de Medio Ambiente.
Entre otras consideraciones, manifestó que todas las preguntas serán incorporadas al expediente, que las responderán en tiempo y forma, ya que habían asumido ese compromiso en la Audiencia Pública y que para ello se encuentran realizando una clasificación de las mismas por temas. También se le ratificó un duro cuestionamiento tanto en aspectos técnicos, como sociales, económicos y laborales que faltan en el Estudio de Impacto Ambiental.
Admitió también la falta de recursos técnicos para poder realizar los contralores que se van a requerir si se instala la planta, así como también la falta de muchos de ellos por no existir en Uruguay en aspectos puntuales.
Las organizaciones también manifestaron que no quieren que se repita otro “Mandiyú”, en donde los informes de los técnicos de la DINAMA y de la División Forestal del MGAP, coincidieron en la no viabilidad del proyecto de riego, pero igualmente fue aprobado por el Ministro de Medio Ambiente, haciendo oído sordo a los organismos competentes.
A modo de reflexión final
Una primera aproximación a este tipo de emprendimiento necesariamente nos lleva a un punto en común: se siguen obedeciendo los enunciados del documento “Summers” (documento de ciuculación interna del Banco Mundial que se hizo público en Uruguay) sobre el traslado de las industrias sucias al sur, que dice:
– Se disminuyen los costos a pagar como consecuencia de la contaminación. Los trabajadores de los países pobres ganan salarios bajos y, por tanto, las indemnizaciones que habrá que pagar por los daños serán también más bajas que en los países desarrollados.
– Los países subdesarrollados tienen un menor nivel de contaminación ambiental actual y en consecuencia, tienen una mayor capacidad de absorción de contaminantes sin que se causen grandes costos.
– Las substancias cancerígenas tardan muchos años en producir sus efectos; entonces, estos serán mucho menos llamativos en los países con una expectativa de vida baja, es decir, en los países pobres donde la gente muere antes que el cáncer tenga tiempo de aparecer.
Por lo pronto, queda claro que el objetivo de la instalación de esta planta en nuestro país es parte de un proceso mundial, en el que las industrias contaminantes se trasladan a los países del Sur debido a la adopción de políticas ambientales estrictas en los países del Norte. En ese contexto, las plantas de celulosa son instaladas en nuestros países, que luego exportan la celulosa (como “commodity”) a las plantas papeleras del Norte.
La publicidad de los empresarios, la compra de conciencias y estómagos hace que la gente en su desesperación económica manifieste que prefiere “morir contaminados y no de hambre”. Esto nos habla a las claras de una violación de derechos humanos y un atropello a la dignidad de nuestra gente.
La lucha contra la instalación de este tipo de industria continúa, y se vendrán tiempos en los cuales la sociedad civil se deberá manifestar sobre qué tipo de desarrollo desea para la región, y no seguir bajo la égida del modelo neoliberal, en donde predominan las imposiciones de las grandes corporaciones transnacionales, lo que ha generado hasta el momento una fuerte concentración del territorio en pocas manos, aumentando la miseria y el hambre de la mayoría de la población, así como la degradación de los ecosistemas.
Dr. Oscar Galli, Integrante del Grupo Guayubira, agosto 2003