Testimonios recogidos por el Grupo Guayubira, octubre del 2003
Entre los años 1989-90, a los que trabajaron plantando el sueldo les daba para algo. Pero ahora no.
Un operativo de fumigación para Eufores. El operativo consistía en un tractor con 8 picos de manguera y con la gente caminando con las mangas detrás del tractor. Se hacía entre filas de árboles plantados. A los 3 días una persona controlaba el trabajo para ver si habían quedado zonas no fumigadas o si alguien había aplicado el producto sobre los eucaliptos. Una persona a los 3-4 meses de trabajar en eso resultó intoxicada, con fiebre y con los ganglios inflamados y tuvo que abandonar. Quien hacía el trabajo era un contratista, que manejada una cuadrilla de 16 con dos maquinistas. Les cobraban la comida. Si llovía no trabajaban, así que llegaban a deberle plata al contratista. Vivían en una choza y el agua la traían en una zorra.
He trabajado toda la vida en los montes y trabajado en todo, desde el vivero al campo. Siempre con contratistas. He quedado hecho pedazos.
Siempre viviendo bajo latas y nylones, sin agua potable y muchas veces sin cobrar.
A los que se lastimaban los arreglaban con algunos pesos.
De miedo a que a uno lo echen no se dice nada.
Abundan los contratistas, sub-contratistas y sub-sub-contratistas. Pueden ser hasta 4. Lo que queda al final para el trabajador es casi nada.
Antes con el monte se comía. Ahora está mucho peor y casi todo el trabajo es en negro.
Llevo años en esto y puedo asegurar que se ha plantado en suelos agrícolas.
En poco tiempo el 85% de la flota de camiones no va a poder circular, porque los precios de los fletes están muy bajos. Se pagan $160 por tonelada y después de pagar impuestos y sueldos no queda nada.
La gente en el monte, trabaja cargando la madera a mano. Ganan $60 la tonelada. La comida les cuesta $40. Cada persona , trabajando de sol a sol, puede estar ganando unos $50 por día (si no llueve y si el camión puede entrar). Las empresas les descuentan el transporte y la comida. Se les hace contrato a 90 días y se trabaja sin horario. Viven mal, mal.
La intendencia arregla solo los caminos que llevan a las plantaciones de Eufores.
Se realizaron denuncias sobre campamentos en plantaciones que eran “de terror”. El resultado fue que la empresa echó a la cuadrilla entera y hasta se le quedó con las herramientas.
Hay denuncias a todo nivel, pero hay una gran desorganización. Hay que terminar con esta explotación de la gente. Hay que salir y decir las cosas como son.
Yo digo: Ni un árbol más. Hay que legislar a partir de lo que hay. Y que las empresas se hagan cargo de los problemas.
El trabajador rural, no ha tenido cambios con la forestación. El trabajador rural vive permanentemente aislado. La variante es que al no generar impuestos ni agroindustrias resulta peor, ya que antes al menos había otros trabajos en la agroindustria.
Se ha forestado principalmente sobre las rutas y hemos visto los mejores campos forestados. Están echando a perder los mejores campos del país.
Un contratista compite con otro y quien ofrece el precio más barato gana. El resultado: si un trabajador se lesiona, no esta asegurado. En un caso un abogado tomó el caso y Eufores tuvo que pagar. Es decir, que hay legislación. Pero no se aplica.
En las plantaciones el trabajo empezaba a las 5 de la mañana. El agua estaba arriba de una chata en recipientes que decían “Monsanto”. Los trabajadores empezaban a tener dolores de cabeza y de garganta.
El precio de la madera no lo paga solo el trabajador. También lo pagan sus hijos y los hijos de otros, ya que se acaba con el agua y la tierra, produce daños irreversibles.
Trabajadores han denunciado al PIT – CNT la gran explotación que hay de los trabajadores. Una persona que podaba árboles denuncio que hasta su propio serrucho tenía que llevar. No le daban nada, ni siquiera agua.
Eufores exige que la gente tenga el equipo correspondiente, pero hace contratos a 90 días y paga $40-50 por día.
Sobre el tema agua, hay muchas denuncias de pozos secos: una persona dijo que estaba a 2 kms de una forestación Tenía un pozo de 11 metros, que daba unos 1000 litros de agua por día. A los 4-5 años de la forestación su pozo se secó. OSE tuvo que llevarle agua corriente. Se secó un manantial que no se había secado ni en la seca más grande. A unos 5 kms de Mercedes (en el centro poblado de Pense) se secaron las cañadas. Se secó un pozo de 17 mts. A los vecinos de la zona o se les secaron los pozos o mermaron mucho.
Pobladores de varias regiones en Tacuarembó y Rivera han denunciado un incremento notorio de víboras (cruceras, corales), arañas, zorros y jabalíes.
En cuanto a aplicación de glifosato, Eufores hace dos aplicaciones el primer año. Para la hormiga colocan el mirex en un envase de helado con un agujerito.
Dato oficial sobre forestación en Soriano entregado por la Intendencia. Total hectáreas plantadas: 53.000. Contribución no pagada en esa área: 2:500.000. El intendente de Soriano (Gustavo Lapaz) se ha expresado algo contra la forestación. Algunos blancos también hablan de menores ingresos y de rotura de caminos.
Hay muchas denuncias de trabajo infantil. Casos de niños cortados con hacha y cosidos a mano. Para que no haya problemas ni denuncias los contratistas llevan gente de un lado a trabajar a otro. Hay familias enteras viviendo en el monte. Se explota totalmente a la gente. Hay gente que no gana más de $30 por día. Madres e hijos trabajando. También traen brasileros. Nadie hace nada. Hay niños llenos de piojos viviendo bajo las latas. En la carga de madera los accidentes son frecuentes y no se declaran.
También son frecuentes los accidentes con motosierras. En vidriera hay operarios con trajes, zapatos, cascos, todo el equipo de seguridad. Si se accidenta alguien sin equipo se dice que “el operario no quiso utilizarlo”. El tema es que Eufores COBRA por el equipo de seguridad, descontándolo de la escasa paga del trabajador. Es por eso que mucha gente no tiene el equipo.
Además, si bien Eufores tiene grapos y peladoras mecánicas, en algunos suelos no se pueden usar las máquinas. Contratan cuadrillas chicas y toman otras personas que apilan. El grapo luego levanta la pila y la coloca en el camión. Son varias empresas contratadas. En algunos casos hasta tienen baños químicos. Pero cobran hasta el traslado.
Hay mujeres contratadas para matar hormigas. Les pagan por hora trabajada. Pero gran parte del día no pueden trabajar, porque la hormiga no está trabajando. Así que aplican el veneno de mañana temprano, se pasan luego muchas horas desocupadas (pero en el campo) y vuelven a trabajar de tarde. La cantidad de horas que pasan en el campo son entonces muchas más que las que cobran. Esto se hace en Eufores.
Los trabajadores terminan el día extenuados y mal comidos. Las manos y pies desechos. Pagan la comida 2-3 veces lo que vale. Los tratan como “descartables”.
No hay a quien explicarle las cosas. Ni siquiera quieren llevar la gente a ser curada cuando está enferma o accidentada. Pero nadie dice nada por temor al hambre. Esto no es nuevo, pero está cada vez peor. Y no hay puertas que tocar. Hasta los aserraderos (en los pueblos) tienen gente en negro y contratan niños de 10-12 años.