Vivan en paz si es que pueden mientras puedan
Porque llegará el día, en que los cerros
Se desvistan de eucaliptos y recuperen
Todos sus tonos de verdes, sus cantos, sus gustos y olores
Ya llegará el día en que la pradera
Ese diverso y rico manto de verdes
Recupere su terreno perdido con vergüenza
Ella se dio a sus hijos y sus hijos la violaron
Viene ya el momento en que la arena
Vuelva a volar libre sobre las dunas
Ya no habrá más pinos ni acacias
Para separarla de su unión con el viento.
Desde bien dentro de la tierra
Subiendo por la savia de las praderas, de los montes
Renace el aliento Charrúa
Protector de estas tierras como el de Artigas
Ya llegará el día, en que los malos hijos
De esta tierra arrancada y exiliada lejos en troncos
Pagarán por su flagelación
Y en que esta tierra torturada con químicos
Deje de ser veneno para su hermano el río
Porque los lujos de esos pocos no durarán
Y desde dentro del monte
Junto al canto del zorzal viene otro canto
Y alzando las espinas junto a las del coronilla
Llegará el orgullo original
Y recuperará esta tierra enferma
Porque la tierra es dada para abastecerse y cuidarla
Y no para sobreexplotarla y maltratarla
Nuestra tierra le canta y le acaricia los descalzos pies
A aquellos que la liberaran de tan mal proceder.
Cristhian, 14 de julio de 2004.
(integrante del Grupo Guayubira)