por Víctor L. Bacchetta (*)
Las pérdidas son millomarias
En medio de gran desconcierto, la producción uruguaya de miel está siendo afectada por una gran mortandad de colmenas, inédita por su rapidez y amplitud, que golpearádrásticamente la próxima cosecha y afectará sin dudas la evolución de un sector que, en los últimos años, registra altos índices de crecimiento y de ventas al exterior
En el departamento de Rivera, en los apiarios vecinos a Tranqueras y Zanja Honda, constatamos directamente pérdidas de 80 al 90 por ciento en algunos casos totales en un área caracterizada además por la presencia de grandes plantaciones de pinos y eucaliptos pertenecientes a empresas forestales instaladas en el lugar.
“Es inexplicable”, dice un pequeño apicultor que en un lapso de quince días se deparó con la muerte de 13 de las 18 colmenas que cuida, mientras las cinco restantes van en camino al mismo fin. En la cosecha de marzo pasado, obtuvo de 60 a 70 kilos de miel por colmena, lo cual es índice de buen manejo y fortaleza de sus abejas.
Las muestras sacadas en el lugar por técnicos de la Dilave, División de Laboratorios Veterinarios Miguel C. Rubino, perteneciente al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, sólo identificaron una incidencia razonable de la diarrea que afecta a las abejas, que por tratarse de una ocurrencia habitual no permite explicar lo sucedido.
Las hipótesis para explicar la catástrofe apunta a una posible intoxicación provocada por productos químicos usados por las forestadoras.
Por otra parte, no es un caso aislado, que podría atribuirse a un accidente localizado, sino que la historia es igual en toda la zona y se extiende al departamento. Apicultores de mayor escala están registrando mortandad de 300 y de hasta 900 colmenas que, a un costo de 2.300 pesos por unidad, son pérdidas individuales millonarias.
Según técnicos de la Dilave, esta situación no se restringe a Rivera sino que abarca en este momento a todo el país, pero las causas varían de una zona a otra. El sector apícola reunía en 2002-2003 más de 3.000 productores registrados, con exportaciones anuales de 6.000 toneladas a un precio promedio de US$ 2.20 el kilo. En el departamento de Rivera, dada la gran extensión de las plantaciones de pinos y eucaliptos que rodean a los apiarios, las hipótesis para explicar la catástrofe también apuntan a una posible intoxicación provocada por productos químicos usados por las forestadoras para tratar hormigas y otros insectos que atacan a esos árboles.
Vecinos de las plantaciones comentan que las forestadoras están enfrentando algunas plagas particularmente fuertes en los pinos, para lo cual estarían aplicando productos específicos. Las abejas extraen del pino el polen y la resina, para producir el propóleo, pero además los insecticidas se difunden en el ambiente por el aire y el agua.
La información de las forestadoras sobre las características de los productos utilizados resulta imprescindible para dirigir con mayor precisión los estudios, ya que los propios organismos técnicos confiesan que no disponen de recursos para efectuar los análisis exhaustivos que serían necesarios para detectar las causas de la mortandad.
Artículo publicado en el diario La República del 27 de agosto de 2004.
(*) Víctor L. Bacchetta realiza una investigación periodística sobre los impactos de la forestación en el Uruguay para el Grupo Guayubira.