¿Seguiremos cerrando nuestros ojos a la realidad?
El Grupo Guayubira y la Central de Trabajadores PIT-CNT (Soima y Departamento de Industria y Agroindustria) ponen en conocimiento de la opinión pública la dramática situación que viven día a día nuestros trabajadores forestales.
En este caso nos referimos a la situación en el departamento de Tacuarembó, aunque similares situaciones se viven en gran parte de las explotaciones forestales.
Hoy nos encontramos con la situación de un menor de tan solo 14 años de edad, que fue intervenido quirúrgicamente en el Sanatorio del Banco de Seguros del Estado a causa de haber sufrido una fractura a la altura del fémur mientras trabajaba en un predio forestal de dicho departamento. Este menor estuvo al menos dos días sin recibir ningún tipo de asistencia, escuchando la vaga promesa de que “ya lo irían a buscar” y sin siquiera un analgésico para calmar los dolores derivados de la fractura.
La Asociación de Inspectores de Trabajo ha denunciado y presentado pruebas de muchas situaciones similares y lo ha hecho a las autoridades competentes y también a la población en general.
Por si esta situación no fuera de por sí estremecedora, otros trabajadores forestales, también de Tacuarembó, precisamente de la empresa Uruwood (sociedad anónima que agrupa a propietarios de plantaciones de la fundida Paso Alto) hace más de tres meses que no cobran su magro salario. Como es costumbre en este sector, los dueños de la plantación no son quienes contratan a los trabajadores, pero paradójicamente las autoridades no encuentran al contratista o subcontratista responsable de esta realidad.
Lo indignante de esta situación es que no es la primera vez que se realizan denuncias sobre las condiciones de trabajo en el sector forestal. Durante este mismo año 2004 denunciamos la muerte –el 5 de agosto- de Carlitos Ducasse mientras trabajaba en una plantación de la empresa COFUSA también en el departamento de Tacuarembó, quien resultó mortalmente golpeado en la cabeza por la caída de un árbol. Esta muerte era evitable, nunca debió haber ocurrido.
También denunciamos –en el mes de mayo- situaciones como la del trabajador forestal que se encadenó en la plaza de Mercedes mientras con su huelga de hambre reclamaba por sus derechos y los derechos de los demás trabajadores del sector.
Lamentablemente, esos casos no son la excepción sino la regla. Las condiciones de trabajo son tan malas que los accidentes son frecuentes, con el agravante de que como en su mayoría trabajan “en negro”, no pueden ejercer sus derechos legales de asistencia médica , pago de los jornales correspondientes durante una recuperación o convalecencia, etc.
Consideramos que es impostergable que se empiece a tomar medidas para modificar radicalmente esta situación, comenzando por exigir que se tomen todas las medidas que aseguren el cumplimiento de la normativa vigente.
En el mismo sentido y tal cual ha resuelto el Primer Encuentro de Trabajadores de la Cadena forestal- maderera – realizado el viernes 22 de octubre organizado por el Departamento de Industria y Agroindustrias del PIT-CNT y el SOIMA – debe instalarse desde ahora un ámbito tripartito de toda la rama, para laudar salarios y condiciones de trabajo de los trabajadores.
Al mismo tiempo, las autoridades deben asegurar el derecho a la sindicalización de los trabajadores forestales y asegurar que las empresas no pongan obstáculos a la misma, como en muchos casos lo hacen.
Esas medidas constituirían un punto de partida esencial para generar condiciones que hagan posible la erradicación de los flagelos que afectan al trabajo forestal: informalidad, inseguridad, salarios de hambre, malas condiciones de alojamiento y alimentación, trabajo semi-esclavo, exposición a accidentes y muertes que no debieran ocurrir.
Grupo Guayubira y PIT-CNT (Dpto.de Industria y Agroindustria y SOIMA )
27 de octubre de 2004