¿Evaluación de impactos o impacto publicitario?
Un conjunto de integrantes del Grupo Guayubira concurrió a la Audiencia Pública convocada por la Dirección Nacional de Medio Ambiente, que se realizó en la ciudad de Fray Bentos el día 21 de diciembre para la presentación de la Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto de planta de celulosa de la empresa finlandesa Botnia.
Desde el punto de vista positivo, cabe señalar que la audiencia tuvo una amplia participación pública, donde todos tuvieron la oportunidad de expresarse, primero formulando preguntas e interrogantes por escrito (que fueron leídas en voz alta por la mesa) y luego haciendo presentaciones cortas de los distintos puntos de vista en torno al tema. El gran interés del público determinó que la audiencia finalizara bien pasada la medianoche.
Lamentablemente, poco puede decirse de positivo de la Evaluación de Impacto Ambiental presentada, que se constituyó más en un despliegue publicitario a favor de la empresa que en un estudio serio que pudiera servir de base para la toma de decisiones sobre la planta de celulosa. La excelente calidad de impresión del informe distribuido a todos los participantes de la audiencia contrastó con la pobreza y falta de rigor científico de su contenido.
Afortunadamente, los integrantes del Grupo Guayubira y otros ciudadanos preocupados por el futuro de nuestro país, habíamos previamente estudiado el Informe Ambiental Resumen publicado en la página web de la DINAMA el día 7 de este mes, lo que nos habilitó para formular por escrito una larga serie de cuestionamientos al estudio, que ahora obran en poder de la DINAMA.
Es de destacar que en el informe ni siquiera se hace mención a los impactos acumulativos derivados de la posible instalación de dos plantas de celulosa en las cercanías de Fray Bentos (la de la española Ence y la de Botnia). Dicha omisión es tanto más grave si se tiene en cuenta que el proyecto de Ence ya ha sido aprobado por la DINAMA. Resulta obvio que ninguna evaluación es válida si no se toman en consideración los impactos sumados de ambos emprendimientos.
En términos generales, se puede afirmar que dicho informe no resiste el más mínimo análisis. De acuerdo con el mismo, este gigantesco emprendimiento, donde se manejarían enormes volúmenes de madera (3:500.000 m3 por año), así como grandes cantidades de sustancias químicas peligrosas, prácticamente no tendría ningún impacto sobre el agua, el aire, la flora, la fauna o la salud de la gente.
Cabe señalar, en honor a algunos de los técnicos que participaron en la Evaluación de Impacto Ambiental, que el Informe Ambiental Resumen (que fue el documento que se puso a consideración del público) ni siquiera recoge las opiniones contrarias de algunos de los investigadores que participaron en la evaluación, tal como lo manifestó en la propia Audiencia uno de los técnicos participantes.
En vista de ello, en estos momentos un conjunto de técnicos convocados por el Grupo Guayubira se encuentra elaborando consideraciones adicionales a las ya presentadas en la Audiencia Pública a fin de que la DINAMA las incorpore a su análisis del proyecto.
En definitiva, reiteramos lo ya dicho: la audiencia fue una excelente demostración de democracia en cuanto a la libertad de emitir opiniones, pero un pésimo ejemplo en cuanto a la posibilidad de una participación democrática informada, debido a la deficiente calidad del informe resumen presentado por el empresa Botnia.