El Grupo Guayubira apoya calurosamente la decisión anunciada por el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, José Mujica, de derogar “en cuestión de pocos días” la legislación que brinda subsidios al sector forestal.
Mujica consideró “una traición a la población”, que en nuestro país se pague a multinacionales para plantar árboles. Entiende que no tiene sentido continuar con subsidios que, por un lado no se están pagando y que por otro está generando un endeudamiento cada vez mayor al país.
El Grupo Guayubira lleva años denunciando y pidiendo la eliminación de los subsidios directos y de las exoneraciones impositivas de las que goza el sector forestal a costa del bolsillo de quienes pagan los impuestos. Estas exoneraciones impositivas también constituyen “una traición a la población” y deberían ser igualmente eliminadas en el corto plazo.
Toda esa política de subsidios se relaciona directamente con la actual Ley Forestal que ha resultado en la promoción de monocultivos forestales que han implicado graves impactos sociales y ambientales, beneficiando a unos pocos y perjudicando a muchos.
Guayubira sostiene desde hace años que es necesario realizar modificaciones sustanciales a la actual Ley Forestal.
En ese sentido, es importante resaltar que Mujica informó a la prensa que en su encuentro con el Presidente Vázquez, se habló de “una serie de modificaciones que se están estudiando para la Ley Forestal”.
Al referirse al subsidio que brinda el Estado a las empresas forestales, Mujica resalta que “es una felonía, que el pueblo uruguayo esté subsidiando a inversiones transnacionales, de empresarios poderosísimos, para plantar árboles. Debemos motivar a los productores nacionales a que planten y que trabajen en el Uruguay”.
Ese mismo razonamiento es aplicable a las empresas que tienen proyectado instalar plantas de celulosa en las cercanías de Fray Bentos. Sus emprendimientos se instalarán en zonas francas y ésta es también una forma de subsidio del Estado, ya que “los usuarios de las zonas francas están exentos de todo tributo nacional, creado o a crearse, incluso de aquellos en que por ley se requiera exoneración específica” (Art. 19 Ley 15.921). O sea, que los bienes, servicios, mercancías y las materias primas, cualquiera sea su origen, introducidos a las zonas francas y los productos elaborados en ellas, estarán exentos de todo tributo.
En contraposición a la visión de Mujica, el Intendente de Río Negro aboga por diferentes y nuevos subsidios al sector forestal y en particular a las transnacionales de la celulosa. Centurión sostiene que “las empresas que hoy están encaminadas a construir las plantas de celulosa ya están involucradas en el sector forestal”, y agrega que se requiere que el Estado se encargue de que “la ruta de la madera quede en condiciones más que saludables para recibir el fuerte impacto de demanda de cargas que va a tener, que ya está teniendo hacia los dos puertos que están operando, el de Fray Bentos y el de M’bopicuá”. Es decir, que los camiones de las empresas forestales destruyen las carreteras y el arreglo lo paga el pueblo uruguayo para que queden en “condiciones saludables”… para que las mismas empresas las vuelvan a deteriorar.
Pero además –faltaba más- el estado debe colaborar en el dragado del río Uruguay “para viabilizar esto como un desarrollo sostenido a largo plazo” para “que absorba un calado de barcos transoceánicos a carga plena, que hoy no está soportando, y para eso hay ofertas de las propias empresas”. Las ofertas se limitan –como en el caso de ENCE- a “colaborar en el dragado”, pero es claro que el gasto mayor lo va a hacer “el Estado uruguayo [que] en el período anterior inició algunas gestiones para conseguir financiamiento para esa tarea tan importante para el país”. ¿O para las empresas de la madera y la celulosa?
De paso, Centurión agrega que “también podríamos mencionar si Río Negro, Fray Bentos, va a precisar un aeropuerto y podríamos incluir en este rubro la cuestión del dragado pendiente del río Uruguay”.
En resumen, de las manifestaciones de Mujica y Centurión resulta claro que se están poniendo de manifiesto dos visiones contrapuestas en cuanto al apoyo que debe o no debe brindar el Estado al sector forestal. El Ministro Mujica está planteando un cambio muy importante en el sentido de canalizar los escasos recursos del Estado hacia quienes más lo necesitan, retirándolo de quienes más poder económico tienen: las empresas transnacionales. Por su parte, el Intendente Centurión quiere poner esos mismos escasos recursos al servicio de las empresas de la celulosa. Demás está decir que el Grupo Guayubira apoya la primera y rechaza la segunda.