Mujica e impactos de la forestación sobre los suelos: un primer paso importante

Hace pocos días, el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca José Mujica dijo que “por ahora, el mayor recurso que tiene este país es el factor suelo”, agregando “que la naturaleza demoró millones de años en poderlo construir, y que el hombre con su falta de previsión lo puede degradar muy rápidamente”. Mujica explicó que la forestación degrada los suelos ricos en humus y por eso la idea es desestimular la plantación de árboles en buenas tierras.

Demás está decir que el Grupo Guayubira apoya calurosamente la posición del ministro en ese sentido y aprovecha para agregar información que prueba que la forestación con eucaliptos genera graves impactos también en los suelos definidos por el estado como de “prioridad forestal”.

En el 2003, un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Céspedes, Panario y Brazeiro), analizó los impactos de las plantaciones de eucaliptos sobre el suelo (“Cultivos forestales: efectos sobre un suelo de pradera”, junio 2003). Los resultados de dicha investigación son más que preocupantes. Lo que sigue fue elaborado por Guayubira a partir de una entrevista realizada a uno de los tres investigadores (Carlos Céspedes).

La investigación se llevó a cabo en suelos ubicados en el Departamento de Paysandú, definidos según la ley forestal como “suelos de prioridad forestal”, respondiendo a su textura arenosa. El objetivo de la investigación fue evaluar el comportamiento de las principales variables fisicoquímicas del suelo, luego de 25 años de forestación con Eucalyptus grandis y sus posibles efectos sobre la pedogénesis; es decir, en el proceso de génesis del suelo.

El eucalipto, es una especie que consume importantes cantidades de agua, debido a su alta tasa de evapotranspiración. Simultáneamente, realiza una captura selectiva de nutrientes desde el suelo, en las concentraciones exigidas por el árbol. Esta especie, originaria del oeste de Australia, ha coevolucionado bajo condiciones bioclimáticas específicas, propias de su hábitat de dispersión, por lo que, una vez introducida en otro ambiente, buscará reconstruir las condiciones ambientales de origen. A nivel de suelo, ello ha de traducirse en cambios en sus propiedades fisicoquímicas, acorde a su demanda nutricional.

En el caso estudiado, la investigación mostró que los suelos, originalmente evolucionados bajo un ecosistema de praderas, luego de 25 años bajo plantaciones de eucaliptos, presentaron efectos significativos en un número importante de variables, que redundaron en cambios en la pedogénesis. Esos impactos varían a medida que avanzamos en la profundidad del suelo. En la primera capa del suelo (conocida como horizonte A; de unos 30 cm de espesor) se comprobó que los impactos son muy severos y que estos son menos significativos a medida que descendemos en la profundidad del suelo.

Los resultados a los que arribó la investigación fueron:

a) Acidificación del suelo

Se observó que los suelos bajo plantaciones se han vuelto notoriamente más ácidos. Los suelos de praderas uruguayas, ligeramente ácidos, tienen un pH de aproximadamente 6,5 – 6,8. Los suelos bajo plantaciones, mostraron resultados muy por debajo de esos valores en el entorno de 3,8 – 4.

La acidez fue más alta en el primer horizonte del suelo (horizonte A) y disminuyó en las capas más profundas (horizonte B). La causa principal de dicha acidificación es que el eucalipto extrae grandes cantidades de calcio del suelo, contribuyendo así a que el pH descienda. Este calcio es luego almacenado en forma de cristales (oxalato de calcio) en las hojas y en el tronco.

Al disminuir el contenido de calcio del suelo, el bajo pH destruye parte de las arcillas del horizonte A, con la consiguiente liberación de aluminio; elemento que en altas concentraciones resulta tóxico para las plantas. Entonces ciertas especies de plantas que habitaban esos suelos, ahora se encuentran con que las condiciones del mismo se han vuelto inapropiadas para su supervivencia. Sin embargo, hay especies que sí logran adaptarse a las nuevas características del suelo, como es el caso de la “gramilla brava” (Cynodon dactilon), una especie exótica. Para los microorganismos, estos cambios serían incluso mas graves, debido a que son muy sensibles a los cambios fisicoquímicos del suelo.

Según otros estudios, este ambiente más ácido es un factor que contribuye a la proliferación de hongos, en particular, basidiomicetas. Estos hongos generan un entramado de micelios sobre la tierra (que se puede visualizar en el campo como filamentos blancos) que inducen a una verdadera impermeabilización del suelo (fenómeno conocido como “water repellency”) que impide que el agua penetre con facilidad hacia la profundidad del mismo. Ello produce un aumento comparativo de la escorrentía superficial, estimulando la erosión laminar del suelo.

b) Disminución de la Capacidad de Intercambio Catiónico

La capacidad de intercambio catiónico (CIC), expresa la capacidad de retención de nutrientes minerales de un suelo; es decir, determina su fertilidad potencial. La investigación mostró que la CIC disminuyó en el horizonte A por la influencia de los eucaliptos. Esta disminución de la CIC en el horizonte A es por demás grave, ya que es sobre este horizonte del suelo donde se asienta la producción agropecuaria.

c) El contenido de materia orgánica también disminuyó notoriamente

Si bien no fueron estudiadas las causas de tal disminución, cabe suponer que ésta responde a dos factores, no excluyentes entre si. Por un lado, responde a una menor incorporación de residuos orgánicos respecto a la pradera. Estos residuos depositados en superficie por la plantación de eucaliptos, por su naturaleza bioquímica, son más recalcitrantes y por ende más resistentes a la biodegradación. Por otro lado, se origina en la “exportación” que realiza la plantación de eucaliptos de la materia orgánica originalmente acumulada en el suelo por la pradera. La drástica disminución de materia orgánica que afecta al horizonte A redunda en una disminución de su CIC y concomitantemente de la fertilidad del suelo, así como también genera importantes efectos en la estructura del suelo, la aireación, y la actividad biológica, entre otros fenómenos.

d) Cambios irreversibles en la textura y estructura de los suelos

Si bien el horizonte A no presentó una disminución significativa de arcilla, el horizonte B, por el contrario, registró un aumento notorio de la misma. Este aumento de arcilla en el horizonte B, sin que se registre una pérdida importante en el horizonte A, no podría ser explicado únicamente por procesos de lavado de arcilla (argiluviación). De modo, que deben también estar ocurriendo procesos de neoformación de arcilla a partir de los elementos liberados durante el proceso de acidificación del horizonte A. Estos elementos son arrastrados (lixiviados) hacia el horizonte B, en donde, estimulado por procesos estacionales de humectación-desecación, sintetizan nuevas arcillas. El desarrollo de un horizonte B textural (Bt) muy arcilloso, conduce a una disminución en su permeabilidad por la gradual obturación de poros. Este cambio textural y estructural del suelo dificulta la recarga de acuíferos, pero sin que se vea mayormente afectada la capacidad de succión radicular del árbol. En resumen, puede decirse que la plantación de eucaliptos dificulta el ingreso de agua al suelo por más de un mecanismo, pero no deja de consumir agua debido a la capacidad de sus raíces.

En resumen, la investigación demuestra la gravedad de los cambios que están ocurriendo en los suelos ocupados por monocultivos de eucaliptos. Instamos entonces a los organismos competentes del Estado a analizar detenidamente este estudio y, en caso que se considere necesario, a llevar a cabo sus propios estudios sobre el tema antes de que sea demasiado tarde.

Por más información sobre el tema, comunicarse con Carlos Céspedes en la siguiente dirección electrónica: cespedes@fcien.edu.uy

About Grupo Guayubira

El grupo "Guayubira", fue creado en mayo de 1997, para nuclear a personas y organizaciones preocupadas por la conservación del monte indígena y por los impactos socioeconómicos y ambientales del actual modelo de desarrollo forestal impulsado desde el gobierno. El grupo aspira a tener incidencia a nivel nacional y local para implementar medidas que ayuden a la conservación del monte indígena y a modificar el actual modelo insustentable de desarrollo forestal basado en los monocultivos de árboles a gran escala.
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