¿Qué pasó con la tan publicitada sustentabilidad de Finlandia?
Mientras Finlandia –y por consiguiente la empresa Botnia- es presentada en Uruguay como ejemplo en materia de sustentabilidad, las organizaciones de la sociedad civil finlandesa no opinan lo mismo y han lanzado una campaña para la protección de los bosques en ese país.
En efecto, seis organizaciones ambientalistas están actualmente juntando firmas para lograr que el gobierno proteja a los bosques del madereo comercial. La Asociación Finlandesa para la Protección de la Naturaleza, Amigos de la Tierra-Finlandia, la Sociedad Finlandesa para la Naturaleza y el Ambiente, BirdLife, Greenpeace y la Liga por la Naturaleza ya han recibido adhesiones de 90.000 personas en Finlandia y se han planteado la meta de un total de 100.000 firmas para el 31 de agosto.
En su carta, las seis organizaciones denuncian que los bosques de Finlandia “han sido empobrecidos por el madereo comercial” y que “son ahora más jóvenes, su composición en especies varía poco y especies forestales antes comunes son ahora raras”.
Tal situación guarda relación directa con las actividades de la industria papelera y maderera de ese país. De acuerdo con las organizaciones, “unos 1500 km2 de bosques son talados cada año” para abastecer a la industria, por lo que se requiere aumentar los niveles de protección e incrementar “el uso de métodos de manejo forestal más benignos en bosques de uso comercial”.
Es decir, que pesar de los discursos sobre la supuesta superioridad en materia de cuidado ambiental en Finlandia, lo cierto es que en la actualidad sólo el 2% de los bosques de ese país se encuentran protegidos, en tanto que el promedio baja a menos del 1% en el sur, donde se concentran las empresas de la industria de la celulosa y el papel. Además de exigir métodos de manejo “más benignos”, las organizaciones ambientalistas le plantean al gobierno la necesidad de incrementar las áreas de bosques protegidos al 5% para el 2010 y a 10% en el largo plazo.
Lo anterior no sólo demuestra los impactos negativos de la industria forestal finlandesa sobre el ambiente, sino que además explica los motivos del inicio de la migración de esa industria hacia países como Uruguay, donde además la tierra es barata, el agua es gratis, los salarios son bajos, se la exonera de impuestos y los árboles crecen 10 veces más rápido. O sea, que no sólo consiguen así exportar los impactos ambientales, sino que al mismo tiempo logran incrementar sustancialmente sus ganancias. Un excelente negocio … para ellos.