Banco Mundial, Botnia y Ence: crónica de un resultado anunciado

El 19 de diciembre, la Corporación Financiera Internacional (parte del Grupo Banco Mundial) hizo público el informe sobre el impacto acumulado de las fábricas de celulosa Botnia y Ence. Para entender su resultado, resulta importante hacer un poco de historia.

El 26 de agosto, el Grupo Guayubira envió una Carta Abierta a la Corporación Financiera Internacional (CFI) a raíz de una serie de declaraciones públicas del Sr. Guillermo Madariaga de la consultora Pacific Consultants Internacional, empresa contratada por la CFI para realizar el estudio de los impactos acumulados de las dos fábricas de celulosa a instalarse sobre el río Uruguay. En sus declaraciones públicas, el consultor afirmó que las plantas de celulosa de Botnia y Ence son “absolutamente viables”, que están diseñadas con “la última tecnología” que hay disponible en el mundo y que no hay pruebas de que contaminen el medio ambiente. Esto, dicho cuando recién se comenzaba a hacer el estudio, ya dejaba entrever la escasa objetividad de la consultoría.

En su carta abierta, el Grupo Guayubira alertó que “En caso de que las opiniones del consultor reflejen la posición del Banco, todo haría pensar que esta evaluación sería un mero trámite para aprobar un préstamo que ya se habría aprobado de antemano” Cabe recordar que las declaraciones fueron hechas por Madariaga 5 minutos después de reunirse con representantes de diferentes organizaciones no gubernamentales para recibir sus aportes para el estudio que se estaba llevando a cabo en esos momentos.

Un par de meses más tarde, el informe de Meg Taylor, la Ombudsman del Banco Mundial, confirmó muchas de las críticas del Grupo Guayubira. En referencia al informe de la Ombudsman, el 16 de noviembre, Guayubira emitió un comunicado que terminaba diciendo que “el informe también está señalando una serie de impactos sociales y ambientales que ocurrirán, tanto por la expansión de los monocultivos de árboles como por el proceso industrial de producción de celulosa. Estos puntos coinciden con lo que el Grupo Guayubira ha venido planteando en distintos ámbitos. ¿Se seguirá insistiendo en que estas plantas no contaminarán?”

Lamentablemente, el informe de la consultora Pacific Consultants Internacional parece confirmar que esta evaluación ha sido “un mero trámite para aprobar un préstamo que ya se habría aprobado de antemano” y responde a la pregunta del párrafo anterior “insistiendo en que estas plantas no contaminarán”.

A lo largo del informe, los consultores se esfuerzan por demostrar que ni las extensas plantaciones de eucalipto (que se ampliarían en 65.000 hectáreas adicionales en la región) ni las dos enormes plantas de celulosa tendrán impacto negativo alguno. Ya en la primera página del informe es posible intuir la conclusión, ya que allí dice que “ambas empresas son productores líderes en su sector, tanto desde el punto de vista tecnológico como en términos de sus valores, políticas y enfoques empresariales y sociales”. El solo hecho de que el informe afirme que Ence en España y Eufores en Uruguay son líderes en sus valores, políticas y enfoques sociales muestra su total falta de visión crítica al respecto, dado que la historia de ambas empresas incluye destrucción ambiental, hechos delictivos y repulsa social a sus actividades.

Algunas perlas del collar del informe:

– Sobre plantaciones. El informe afirma que “El desarrollo de plantaciones en la región es un factor positivo ya que las plantaciones proporcionan una mejor estructura de hábitat con mayores nichos para una más amplia variedad de flora y fauna, aumentando así la biodiversidad en comparación con las actuales condiciones de pasturas … Como resultado, estos proyectos mejoran la biodiversidad, en lugar de disminuirla” (pág. 46). Ni los más ardientes defensores de los monocultivos de árboles se han atrevido a hacer esa afirmación, con la que los consultores demuestran su falta total de seriedad.

– Sobre dioxinas: El informe afirma que “El blanqueo ECF … elimina esencialmente la producción de dioxinas y furanos” y luego agrega que “el reemplazo total de cloro elemental por dióxido de cloro resulta en la reducción de las dioxinas y furanos en los efluentes a niveles no detectables” (pág. 16). O sea, que efectivamente se generan dioxinas y furanos. El nivel “detectable” obviamente dependerá de la escala de la operación. En este caso estaríamos ante dos emprendimientos cuya escala acumulada los ubica entre los más grandes del mundo, pero igual el informe descarta que las dioxinas y furanos vayan a ser “detectables”.

– Sobre residuos peligrosos: Con respecto a los “residuos peligrosos” que se producirían en el proceso industrial, el informe dice que se generan en “pequeñas cantidades” (pág. 57). En el cuadro respectivo queda claro qué es los que los consultores entienden por “pequeñas cantidades”: ¡entre un mínimo de 180 y un máximo de 250 toneladas al año! (pág. 58) Más interesante aún, el informe se contradice a si mismo cuando dice que “en última instancia, la ubicación y plan de gestión de estos materiales deberá presentarse ante DINAMA para su aprobación” y pocas líneas más abajo sostiene que “ambas compañías cuentan con planes adecuados y aprobados por el gobierno para la disposición de los residuos peligrosos fuera del emplazamiento” (pág. 62). ¿Están aprobados o no?

– Sobre efluentes líquidos: La siguiente cita es más que interesante, ya que el informe dice que “los modelos también indican que tales plumas de efluentes permanecerán en las cercanías de la costa uruguaya y no afectarían el lado argentino del río en ningún momento” (pág. 74). Es decir, que en su afán por tranquilizar a los argentinos, reconoce que los efluentes de la planta afectarán el lado uruguayo.

– Sobre trabajo: Las estimaciones del informe en materia del empleo que las dos empresas generarían en su etapa operativa no están apoyadas por prueba alguna. Los puestos de trabajo directo son aparentemente reales (300 en cada empresa), pero no así las cifras que se manejan (pág. 65) en materia de empleo indirecto (3.976 para Botnia y 2.094 para Ence), que no solo no se sabe en qué se fundamentan, sino que se contradicen con una afirmación posterior del informe, que predice que en la etapa de operación “posiblemente [habrá] menos oportunidades de empleo para la población en el área” (pág. 82).

– Sobre impactos a otras actividades: En materia de apicultura, el informe estima que en la región existen 2.115 apicultores, pero afirma que “no debería haber un impacto cuantificable en la apicultura de la zona” (pág. 71). En lo referente a la pesca estima en 176 a las personas que se dedican a la pesca (aunque “puede duplicarse durante la ‘temporada’ de abril y mayo”) y también aquí afirma que “no habrá impacto en las reservas pesqueras del río” (pág. 71). En ningún momento hace referencia a la posible contaminación de los peces y la consiguiente disminución de la venta de pescado de la zona, que obviamente perjudicaría a los pescadores. Lo mismo sería aplicable a la posible contaminación de la miel. El cuanto al turismo, el informe dice que aproximadamente la cuarta parte de la fuerza de trabajo de Fray Bentos está afectada a actividades turísticas, en tanto que 1.500 familias de Entre Ríos dependen de esa actividad (pág. 72). Solo en este caso reconoce que “las plantas papeleras [sic] podrían potencialmente afectar al sector turismo” (pág. 88), aunque más que nada por el “clima social adverso” generado por la “controversia” en torno a las plantas (pág. 76) y la “aprehensión general” de la gente “respecto del impacto potencial” (pág. 88). Los consultores apelan entonces a su imaginación para buscar medidas mitigatorias para los impactos y entre otras cosas sugieren que “las chimeneas principales de las plantas también podrían pintarse adecuadamente para lograr que se fundieran con el cielo y reducir el impacto visual” (pág. 77).

Las perlas de este collar son incontables y el informe apela a tergiversaciones e incluso falsedades, tanto en lo referente a las plantaciones como a las fábricas de celulosa, pero entendemos que los ejemplos mostrados son suficientes para demostrar la falta de seriedad del informe.

Si bien el Banco insiste en que este informe es un borrador que será sometido a consulta durante los próximos dos meses, en los hechos ya se lo presenta como el informe final, que da luz verde a la obtención de los créditos por parte de Botnia y ENCE.

En efecto, Bill Bulmer, director adjunto del Departamento Medioambiental y Social de la CFI del Banco Mundial afirmó que “Desde una perspectiva técnica, en términos de emisiones de las plantas, hemos dicho claramente en nuestro estudio que el análisis que hemos hecho demuestra que las fábricas cumplen nuestros requisitos de mejores prácticas”. ¿Dónde dijo algo de ”borrador” de informe?

A su vez, el director del Departamento de Manufacturas y. Servicios Mundiales de la Corporación Financiera Internacional, Dimitris Tsitsiragos, expresó que “se trata de un estudio amplio y serio, que hay un compromiso en buscar un financiamiento, pero también hay un compromiso con el medioambiente y el impacto en las comunidades nativas”.

El “borrador” de informe también fue presentado como determinante para la obtención de los préstamos por parte de la prensa, el gobierno y las empresas. En noticia del 16 de diciembre, El Observador dice: “El Banco Mundial presentará un informe favorable para la instalación de las plantas de celulosa en territorio uruguayo, entendiendo que no provocarán un impacto ambiental significativo. El subsecretario de Vivienda, Jaime Igorra dijo este viernes que la información “corrobora la tranquila espera” que se mantuvo desde el gobierno. Al otro día, El País afirmó que “Si bien el Banco Mundial anunció ayer que aún no existe una decisión respecto al financiamiento de los proyectos de construcción de las papeleras de Botnia y Ence, representantes del gobierno y las empresas ratificaron que ya está previsto que se liberen los créditos una vez cumplidas ciertas condiciones”.

La CFI enfatiza que no se tomará ninguna decisión acerca del financiamiento hasta tanto no se haya completado el proceso de consulta. Sin embargo, en el comunicado de prensa del propio Banco, el Sr. Tsitsiragos deja entrever el alcance de la consulta cuando dice: “Esperamos tener un alto nivel de involucramiento por parte de las comunidades locales, por el cual podremos asegurarnos que hay una clara comprensión acerca de los impactos sociales y ambientales”. En ningún momento dice que se pedirá la opinión de la gente acerca de la seriedad o falta de seriedad del informe, sino que se aspira a que la gente “comprenda” los posibles impactos.

En resumidas cuentas, dada su falta de seriedad, este informe no constituye una base creíble para la toma de decisión de la CFI en cuanto al otorgamiento de los préstamos solicitados por las empresas y menos aún para una consulta con la ciudadanía uruguaya y argentina.

About Grupo Guayubira

El grupo "Guayubira", fue creado en mayo de 1997, para nuclear a personas y organizaciones preocupadas por la conservación del monte indígena y por los impactos socioeconómicos y ambientales del actual modelo de desarrollo forestal impulsado desde el gobierno. El grupo aspira a tener incidencia a nivel nacional y local para implementar medidas que ayuden a la conservación del monte indígena y a modificar el actual modelo insustentable de desarrollo forestal basado en los monocultivos de árboles a gran escala.
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