Integrantes del Grupo Guayubira se reunieron en el día de ayer con la Comisión de Medio Ambiente del Senado a efectos de presentar una investigación realizada en Uruguay y de la cual fueron partícipes, donde se constatan graves impactos en el ambiente en áreas de plantaciones forestales certificadas.
Tal como se detalla en el documento “Maquillaje Verde. Análisis crítico de la certificación de monocultivos de árboles en Uruguay por el FSC ” presentado ante la Comisión, ni la empresa ENCE ni la empresa Botnia, quienes tienen las mayores áreas certificadas, realizan un “manejo ambientalmente apropiado, socialmente beneficioso y económicamente viable” para que se cumpla con lo exigido en el mandato del FSC.
A modo de ejemplo, las integrantes de Guayubira resaltaron los graves impactos constatados en zonas del departamento de Soriano donde operan ambas empresas. Ana Filippini relató detalles sobre su visita a Paraje Pence, donde la gran mayoría de predios carece de agua y un camión cisterna de la Intendencia tiene que cargar periódicamente agua en los tanques azules (envases de agrotóxicos) que se encuentran en la entrada de la mayoría de los predios del lugar. Idéntica situación viven los vecinos de Cerro Alegre en el mismo departamento.
Por su parte, Mari Cárcamo relató su experiencia en la recorrida que realizó por Tranqueras, en el departamento de Rivera. Además de los problemas ocasionados por la aplicación de agrotóxicos vinculados a las plantaciones, señaló que la sustitución de pequeños predios agrícolas por grandes extensiones de plantaciones de árboles no ha redundado en una mejora de la situación económica de la población rural local. Cárcamo señaló además el peligro inminente de incendio en que se encuentra Tranqueras por estar rodeada de extensas áreas de árboles.
El Senador Gustavo La Paz, Presidente de la Comisión, solicitó un detalle de los diferentes lugares del país donde falta agua, con el objetivo de que sea OSE quien la suministre. Según su opinión la intervención del ente resolvería el problema, y como ejemplo citó el caso del Paraje Pence, donde la OSE efectuó perforaciones de 30 metros hasta encontrar agua.
Las integrantes del grupo manifestaron que entendían que no se trataba de que el pueblo uruguayo siguiera financiando los costos y remediando los impactos negativos causados por la forestación, sino que se actúe sobre las causas, tomando medidas que limiten la forestación de inmediato. En este sentido solicitaron una moratoria a la plantación de árboles hasta tanto se instrumente una legislación que limite este tipo de plantaciones. Como es sabido, las empresas pretenden ampliar aun más las áreas de plantaciones forestales.
Por todo lo expuesto se les solicitó además a los legisladores que no aprobaran los artículos de la Reforma Tributaria que exoneran del pago de impuestos a todas las actividades relacionadas con las plantaciones en gran escala de monocultivos de árboles. El referido proyecto otorgaría a las transnacionales forestales ya instaladas o por instalarse en el país mayores privilegios aún de los que ya tienen. Esto no haría más que agravar el problema.
