De un año a esta parte son muchas las malas sorpresas a las que nos hemos enfrentado con relación a las fábricas de celulosa que se proyectan construir en Fray Bentos. Una reciente es el caso de las declaraciones efectuadas anoche por televisión por el intendente frenteamplista de Paysandú quien, junto a su colega blanco de Río Negro, declaró que le solicitarían a la Corporación Financiera Internacional una pronta resolución sobre la concesión del crédito pedido por las empresas Botnia y ENCE para sus fábricas de celulosa en Fray Bentos.
Los intendentes no parecen estar al tanto que la Corporación Financiera Internacional es el brazo del Banco Mundial que trata directamente con el sector privado, sin participación alguna del Estado.
Si los préstamos se han retrasado es porque las cosas se han hecho muy mal –tanto por parte de las empresas como por parte de los consultores del propio Banco Mundial. Las fallas de las empresas dieron lugar a que el Banco tuviera que contratar a una consultora para evaluar el impacto acumulado de las fábricas. Las fallas de la propia consultora forzaron al Banco a contratar a otra, que hizo numerosos cuestionamientos al informe de la primera. El problema lo generaron ellos y por tanto son las empresas y el Banco quienes lo deben resolver.
Con su declaración pública, los intendentes se convierten, de hecho, en voceros de empresas extranjeras.
Por eso nuestra sorpresa y desazón ante esta noticia. Los gobiernos departamentales no pueden interferir y convertirse en voceros de los intereses de empresas extranjeras que, para muchos uruguayos y uruguayas, no traerán beneficios ni empleos duraderos al país sino que nos condenarán a ser proveedores de celulosa, a costa de nuestros suelos, nuestra agua y nuestro futuro como Uruguay natural y productivo.
Esperamos que los intendentes desistan de esta postura y que sean las empresas quienes se ocupen de defender sus intereses.