Llenos de tierra
Publicado en Montevideo COMM (http://www.montevideo.com.uy/notinternacionales_63955_1.html)
17 de junio de 2008
La compañía Sueco Finlandesa Stora Enso sufre acciones de repudio por parte de campesinos brasileños, luego de adquirir 2.500 hectáreas cerca de la frontera con nuestro país. Según voceros del Movimiento de Trabajadores sin Tierra, la adquisición de los terrenos es violatoria de las leyes brasileñas.
Activistas pro derechos sobre la tierra acusan a la multinacional de comprar vastos territorios en Río Grando do Sul, los que destinaría al monocultivo de eucaliptos, según informó la agencia IPS. Según estos activistas ” Esto expulsará a campesinos de sus tierras y pondrá en peligro la producción de alimentos”.
Stora Enso aún no decidió su instalación en nuestro país, no obstante haber comprado aquí numerosas hectáreas de terreno fértil, destinadas, al igual que las adquiridas en brasil, a la plantación de árboles.
“Con el encarecimiento mundial de los alimentos, usar la tierra para monocultivos, como la siembra de soja para alimentar ganado, es contraproducente”, delaró en Finlandia Ulysses Campos, coordinador del brasileño Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
“El gobierno brasileño es, en gran medida, cómplice de la propagación del monocultivo, pero presenta la plantación de eucaliptos como algo muy bueno para la economía nacional”, agregó.
Los activistas del MST acusan a la compañía papelera de inflingir las leyes brasileñas, que prohíben a empresas extranjeras poseer tierras que se encuentren a menos de 150 kilómetros de una frontera internacional. Según Campos “Stora Enso estableció en Brasil compañías que actúan como fachada. Una de ellas es Azenglever Agropecuaria”, empresa que pertenecería a dos brasileños, empleados se Stora Enso
Ulla Paajanen-Sainio, vicepresidenta para relaciones con los inversores y comunicaciones financieras de la compañía, negó que estuvieran realizando acciones ilegales.
La empresa sueco-finlandesa carece de lazos formales con la compañía brasileña, afirmó Paajanen-Sainio. “En todo caso, tras comprar la tierra, se requiere permiso de las autoridades locales para empezar a utilizarla con el propósito para el cual fue adquirida”, señaló.
Stora Enso también afronta dificultades en Finlandia, donde un grupo de trabajadores se unió para luchar contra el cierre de una fábrica en Kemjärvi, al norte del país. El cierre de dicha planta provocaría la pérdida de al menos 100 fuentes de trabajo.