1 – RAP-AL Uruguay
Destrucción del monte nativo por plantaciones forestales y soja transgénica
Recientemente se comprobó que la empresa ENCE taló unas 80 hectáreas de monte nativo compuestas por algarrobos centenarios. Según declaraciones del Departamento de Bosque Nativo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), ello fue “debido a un error en la interpretación de los planos”.
Sin embargo, ese “error” es en realidad un delito, ya que fue violada una disposición expresa de la ley forestal nacional, al haber la empresa procedido a la tala sin autorización del MGAP.
Ence será seguramente sancionada, pero los daños causados no se pueden pagar, puesto que no es posible recuperar árboles centenarios y ecosistemas destruidos de un día para otro; ni siquiera en años y en algunos casos siglos.
No sólo los forestales talan los montes nativos De acuerdo al Departamento de Bosque Nativo del MGAP, las infracciones más graves están ocurriendo con empresas agrícolas, ya que están erradicando bosques con mayor densidad. Según ese mismo Departamento, las empresas agrícolas no tienen que pedir permiso para sembrar trigo o soja, pero sí lo deben hacer las empresas forestales, que deben registrarse en la Dirección Forestal si el predio tiene bosque nativo. (1)
Por lo tanto, el control de la corta ilegal de monte nativo por empresas agrícolas es realizado por denuncias de vecinos y/o a través del control policial.
Según las cifras que maneja el Departamento de Bosque Nativo, a la fecha se ha constatado la corta de casi 900 hectáreas de monte, principalmente de un tipo de formación llamada “monte de parque”.
Los departamentos más afectados son los del litoral: Salto, Paysandú, Río Negro, Soriano y Colonia.
El día 3 del presente mes, en el cierre del primer Encuentro Uruguayo de la Soja, organizado por la mesa tecnológica de oleaginosos en Montevideo, el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Ing. Agr. Berterreche dijo públicamente que durante su gestión al frente de la Dirección Forestal hubo tres denuncias de corta de monte nativo, todas realizadas por empresas sojeras.
Una denuncia reciente de tala de monte nativo por empresas agrícolas Los dirigentes de la Unión de Pequeños Productores y Artesanos del Norte Uruguayo (UPPA) de Tacuarembó, nos han hecho llegar la siguiente denuncia: “En campos situados a la altura del kilómetro 310 de la ruta nacional 26, en dirección a la ciudad de Melo, una empresa agrícola está procediendo a destruir un monte nativo, que era habitualmente utilizado por apicultores para llevar sus colmenas y por vecinos como lugar de esparcimiento. Esta información fue enviada al MGAP para colaborar con sus propósitos de hacer respetar la ley de Conservación de recursos naturales, por lo cual esperamos una rápida reacción ante este grave problema ambiental.”
No solo destrucción del monte nativo: agrotóxicos también La denuncia de los productores agrupados en UPPA continúa diciendo que: “Unos kilómetros antes, en el lugar conocido como Pueblo del Barro, los vecinos han denunciado en múltiples oportunidades que las avionetas que fumigan los cultivos afectan a los niños y a la población en su conjunto (alrededor de 46 familias). Hay preocupación por la calidad del agua y por el efecto de los agro- tóxicos en su salud. La alarma se justifica, porque después que se haga la cosecha del trigo actualmente plantado, se espera planten soja. Este año se espera que las plantaciones de soja alcanzará las 772.000 hectáreas, muchas de ellas en el Departamento de Tacuarembó. Los cuestionados métodos que utilizan algunas empresas extranjeras y nacionales para el cultivo de la soja, obligan a los vecinos del departamento a estar alertas para denunciar todas aquellas situaciones que puedan afectar la vida humana, la tierra, el agua y el aire.”
La necesidad de un verdadero control
Queda claro que el modelo agrícola imperante, avasallador y destructivo de la soja transgénica, no sólo está afectando la salud de la gente, sino que además está causando daños irreversibles con respecto a los recursos suelo y agua, a lo que agrega la destrucción del monte nativo. Pero tal vez lo más insólito sea que las autoridades se basan en las denuncias realizadas por los vecinos o la policía para actuar.
¿No será tiempo de que las medidas para impedir el desmonte estén más acordes con los daños que significa la destrucción de nuestra biodiversidad?
RAPAL Uruguay
5 de setiembre 2008
Fuente:(1) http://www.elpais.com.uy/08/09/03/pciuda_367560.asp
2.- ACCION INFORMATIVA
En nuestro país se venden campos a cualquiera y luego no se controla qué hacen con nuestra gente y con nuestra flora y fauna. La falta de control está enfermando gente, terminando con los montes indígenas, y matando animales.
¿De qué modelo de país me hablás? Agrotóxicos encima de escolares
En Villa Ansina: por encima de la vida sana, la soja por Miguel Olivera Prietto (*)
A través de dirigentes de la Unión de Pequeños Productores y Artesanos del Norte uruguayo (UPPA), llegaron algunas fotos y comentarios sobre graves situaciones que están viviendo vecinos de Pueblo del Barro (Villa Ansina). En esa zona los vecinos están siendo envenenados por fumigaciones en plantaciones de soja, pegadas al pueblo, y a pocos metros de la escuela pública. Los agrotóxicos caen encima de los escolares.
Por otro lado, en Picada de Cuello, empresas argentinas están talando monte indígena en forma indiscriminada para plantar soja.
Talando montes nativos
Este texto llegó a nosotros: “En campos situados a la altura del kilómetro 310 de la ruta nacional 26, (Picada de Cuello) en dirección a la ciudad de Melo, una empresa agrícola está procediendo a destruir un monte nativo, que era habitualmente utilizado por apicultores para llevar sus colmenas y por vecinos como lugar de esparcimiento. Esta información está siendo enviada al MAGP para colaborar con sus propósitos de hacer respetar la ley de Conservación de recursos naturales, por lo cual esperamos una rápida reacción ante este grave problema ambiental.?
Toda Ansina sabe del tema, pero conocida la versión, hablamos con un señor de Villa Ansina quien nos confirmó lo que estaba sucediendo, pero se excusó en poner su nombre en el semanario, para “no complicarse la vida”, pero sí nos autorizó a escribir lo que sigue:
Hay una parte del monte indígena que fue talada, en las salientes de los bajos, en las partes húmedas. Es eso. Directamente no me afecta, pero como uno está trabajando en esas cosas y no usamos agrotóxicos, y tenemos inspecciones anuales, que nos revisan la zona y las colmenas. Es una cuestión de principios, para proteger el medio ambiente. Había una gran extensión de monte y ahora hay solo trigo. Con exactitud no sé, pero son varias hectáreas. Lo que se ve son una cuatro hectáreas, pero para abajo hay mucho más talado.
¿Todo para plantar soja?
Esa es la zona de Picada de Cuello, donde están los argentinos, son empresas extranjeras que da mano de obra pero lo que perjudica el
medio ambiente, ni que hablar. Usted sabe que el bicho que entra ahí muere. Las fumigaciones son fatales.
¿Han aparecido en la zona algún tipo de alergias en la gente? Lo que hemos notado en la zona es que los problemas respiratorios han aumentado. Hay mucho más gente con esos problemas. En Pueblo del Barro íbamos descalzos a la escuela y no había problema ninguno, pero ahora? ¿Le contaron que a una señora cuando le tiraron el fumigante le quemaron la quinta? Después le tiraron con algunos pesos, y quedó quieta la gente.
Aviones que fumigan encima de la gente
También nos llegó este texto: “Unos kilómetros antes, en el lugar conocido como Pueblo del Barro, los vecinos han denunciado en múltiples oportunidades que las avionetas que fumigan los cultivos afectan a los niños y a la población en su conjunto (alrededor de 46 familias). Hay preocupación por la calidad del agua y por el efecto de los agro-tóxicos en su salud. La alarma se justifica, porque después que se haga la cosecha del trigo actualmente plantado, se espera planten soja.
Este año se espera que las plantaciones de soja alcanzarán las 772.000 hectáreas, muchas de ellas en el Departamento de Tacuarembó. Los cuestionados métodos que utilizan algunas empresas extranjeras y nacionales para el cultivo de la soja, obligan a los vecinos del departamento a estar alertas para denunciar todas aquellas situaciones que puedan afectar la vida humana, la tierra, el agua y el aire.”
Hablamos con la señora Miriam Rivero, vecina de Pueblo del Barro, a pocos kilómetros de Villa Ansina: Yo vivo en Pueblo del Barro. El problema de la soja es que está pegado a la escuela, donde van los niños, y fumigan en cualquier momento. Llega la época de tirar agrotóxicos y lo tiran.
Y en invernáculos también, la otra vez quemaron con herbicidas plantaciones de vecinos, las chacras. Y los niños decían, cuando estaban en la escuela, “ahí viene el avión”, y la maestra los hace entrar.
¿Los aviones fumigan estando los niños ahí?
Sí. Las plantaciones están ahí, al lado de la escuela llega el
alambrado.
¿Y en los horarios de clase fumigan?
Sí
¿Pero fumigan en cualquier horario?
En cualquier horario sí. En la escuela lo saben.
¿Usted sabe qué productos están fumigando?
Alguien dijo que había que ir al Ministerio de Ganadería y Agricultura para saber el nombre de los productos. Pero no tengo ni idea.
Pero si los niños de la zona lo están respirando, supongo que la empresa les tendrá que decir qué les están tirando encima No. Eso no han informado nada. Pero usted sabe que eso contamina las aguas, y los niños toman agua de allí mismo? ellos tienen un pozo semisurgente.
¿Hay niños que hayan tenido erupciones en la piel? ¿problemas respiratorios?
Sí, han tenido. En realidad no hace muchos años que plantan acá?
¿Es grande el cultivo?
Ah sí, son como trescientas hectáreas.
¿Qué plantan?
Soja. Pero también hacen el cultivo rotativo ese, plantan soja, a veces trigo. Esta es la época de cura de la soja y fumigan en cualquier horario. En horario de clase, lo sé.
¿Apicultores también se han visto perjudicados?
Sí. Ha habido muerte de abejas.
Señora, yo le agradezco, sabe?
No, por favor, si es por el bien de todos!
* Nota publicada el viernes 5 de setiembre en el periódico Acción
Informativa de Tacuarembó.
Miguel A. Olivera Prietto
Semanario Acción Informativa
Director
063 20931 – 099 190 323
Dr. Ivo Ferreira 253
Tacuarembó