Comunicado de prensa – 5 de junio de 2009
Como todos los años, el 5 de junio –Día Internacional del Medio Ambiente- se constituye en una buena oportunidad para reflexionar acerca de la situación en la que se encuentra nuestro país en esta materia y sobre si se están tomando o no las medidas necesarias para asegurar su conservación.
El tema ambiental nos debe preocupar a todos, ya que el ambiente es el entorno en el que se desenvuelve tanto la vida de los individuos como del país en su conjunto y su degradación nos va a afectar tanto a nosotros como a las generaciones futuras. La tierra y el agua forman parte esencial del patrimonio del país y ciertos modelos productivos que se sirven de los mismos –como el forestal- están generando graves procesos de degradación que ponen en peligro la sustentabilidad a largo plazo de nuestra sociedad y de nuestros ecosistemas.
En momentos en los que el país se encuentra en pleno proceso electoral, consideramos imprescindible que los distintos candidatos a la presidencia expliciten claramente su posición sobre este tema. Con ese motivo, Guayubira ha entregado a todos los candidatos la siguiente carta abierta, en la que se les solicita que den a conocer su opinión y las medidas que impulsarían en caso de llegar a la Presidencia:
Sr. Candidato:
Durante los últimos días ocurrió un hecho relevante para la vida del país que usted aspira a gobernar a través de la Presidencia de la República: la venta de gran parte de los activos de la empresa española Ence a capitales sueco-finlandeses (Stora Enso) y chilenos (Arauco). Desde nuestra perspectiva, el hecho puso sobre el tapete tres temas sobre los que nos parece importante conocer su opinión y las medidas que impulsaría en caso de llegar a la Presidencia.
El primer tema que quedó más claramente de manifiesto fue el de la gravedad del proceso de concentración y extranjerización de la tierra vinculado a la producción forestal. Las tres empresas involucradas en esta transacción ya eran propietarias de grandes extensiones de tierras: Ence: 160.000 há.; Stora Enso: 74.000 há.; Arauco: 39.000há. Con la venta de 130.000 hectáreas propiedad de Ence la tierra se concentró aún más, quedando 250.000 hectáreas en manos de un solo consorcio integrado por Stora Enso y Arauco. Para tener una idea acerca del tamaño de este latifundio, basta decir que equivale a 5 departamentos de Montevideo.
Es bien sabido que las tres empresas son extranjeras, pero el proceso de extranjerización de la tierra no se limita a estas tres empresas, sino que se suman muchas otras, entre las que destacan la norteamericana Weyerhaeuser (Colonvade), propietaria de al menos 160.000 hectáreas y la finlandesa Botnia (Forestal Oriental) propietaria de unas 180.000 hectáreas. De acuerdo con las cifras que maneja el Grupo Guayubira, al día de hoy habría AL MENOS 680.000 hectáreas en manos de empresas forestales extranjeras.
A lo anterior se debe sumar también el igualmente grave proceso de concentración y extranjerización de la tierra vinculado a la siembra de soja transgénica, que también afecta a cientos de miles de hectáreas.
El segundo aspecto a destacar es que un modelo basado en la inversión extranjera implica una pérdida de soberanía del país, no solo en lo referente a la tenencia de tierras, sino también en materia de las decisiones económicas que adoptan las empresas. Vienen, imponen condiciones, se van, se fusionan cuando y como les conviene y el Estado poco y nada puede hacer al respecto, tal como ha quedado patente en el caso de la retirada de Ence. Al mismo tiempo, un modelo orientado fundamentalmente a la exportación, como en el caso del sector celulósico, implica una dependencia total de los mercados extranjeros, sobre los que Uruguay no tiene incidencia alguna.
Un tercer aspecto, que quisiéramos resaltar y que resulta de gran relevancia a partir de la sequía que sufre actualmente el país, es el de la apropiación incontrolada de nuestros recursos hídricos. Hoy en día, nadie duda que el agua es -y será aún más en los próximos años- un recurso de vital importancia y de gran escasez. No obstante, las empresas forestales continúan ampliando el área plantada en Uruguay y sus plantaciones de árboles de rápido crecimiento siguen consumiendo enormes cantidades de agua. Es más, ya están afectando gravemente la disponibilidad de agua en las zonas forestadas y probablemente también incidiendo en el bajo nivel de los embalses de las represas del río Negro, que se abastecen en gran medida de la muy forestada cuenca del río Tacuarembó, agravando las consecuencias de la sequía por falta de lluvia.
Si bien lo anterior son apenas algunos de los aspectos más cuestionados del actual modelo forestal, nos parece muy importante que, ante los procesos electorales internos y nacionales que se avecinan, la ciudadanía conozca su opinión sobre este tema, a fin de poder emitir un voto informado por uno u otro de los candidatos que se postulan a ser Presidente de los Uruguayos.
Mucho agradeceríamos si tuviera a bien darnos su opinión y qué medidas impulsaría para abordar esta temática en caso de que accediera a la Presidencia de la República. Su respuesta sería incluida en su totalidad en nuestra página web junto a esta carta abierta.
Le saluda muy atentamente,
Grupo Guayubira
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Grupo Guayubira
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