Montes del Plata: crónica de una aprobación anunciada

A poco de finalizar el año, el Ministerio de Medio Ambiente (MVOTMA) dio la autorización ambiental (AAP) a Montes del Plata para construir su fábrica de celulosa en Conchillas, departamento de Colonia (1). En estos días, en medio del receso característico del verano, la empresa confirmó que iniciará las obras en el mes de mayo.

La aprobación en sí, no nos toma por sorpresa ya que el Gobierno ha venido dando por segura esta inversión desde hace meses, lo que nos generó un descreimiento muy grande en este proceso de evaluación del impacto ambiental del emprendimiento.

Como ya es costumbre en estos casos, lo que la empresa y el gobierno han publicitado son los millones de esta inversión extranjera, la generación de empleos que implicará y el respeto por los parámetros ambientales internacionales, justificando así el proyecto.

Los US$ 1900 millones de inversión tal vez deslumbren, pero, para que esta “inversión” se concrete, nuestro país le ofrece a la empresa una cantidad de beneficios. Es así que se le otorgan exoneraciones impositivas para la explotación de la tierra y se le ha concedido una zona franca donde instalar su industria y hacia donde seguiremos exportando meros rolos de madera. Es dentro de la zona franca, y libre de impuestos, que se producirá posteriormente la celulosa. No debemos dejar de mencionar los acuerdos de protección de inversiones y los memorándum de entendimiento con condiciones impuestas por los inversores extranjeros para concretar sus proyectos, de forma de garantizar que sus inversiones sí sean rentables.

En cuanto al empleo, en la audiencia pública realizada en Conchillas el 9 de diciembre pasado, la empresa indicó que durante la construcción se generarán 5800 empleos directos, indirectos e inducidos y que cuando esté en funcionamiento serán unos 350 empleos directos en la fábrica.

Pero en realidad Colonia es el departamento con menor desocupación del país y por otro lado el rubro de la construcción es el que menos desocupación tiene actualmente. A eso hay que agregar que  la construcción de una fábrica de celulosa implica mano de obra experimentada y en general especializada según las distintas tareas, que tal vez haya que buscar en el extranjero, como ocurrió con Botnia (UPM). Mega-fábricas como éstas demandan miles de empleos durante los dos años de construcción, pero luego decaen a unos pocos cientos, dejando una serie de situaciones vinculadas a una ruptura de la trama social, como prostitución (en especial de adolescentes), aumento de la violencia doméstica, elevado consumo de alcohol, etc.

En cuanto a las emisiones al ambiente, se asegura que se harán los controles necesarios y se exigirá respetar los parámetros ambientales internacionales para evitar la contaminación. Pero eso no dice mucho. Los parámetros internacionales tan solo reflejan el nivel de contaminación que algunos organismos internacionales consideran admisibles y que han ido cambiando históricamente a medida que se evidencian los impactos.

Las empresas se refieren a “impactos no significativos” cuando existen emisiones pero se encuentran por debajo de esos parámetros. Como ejemplo citamos la cantidad de fósforo que Montes del Plata declaró emitirá al Río de la Plata, que será de unos 45.500 kilos al año. La empresa considera que será un impacto “no significativo” para el río porque está por debajo de los niveles máximos permitidos, y además porque el río ya cuenta con 139 millones de kilos por encima de lo admisible. Un razonamiento similar se aplica a los 260.000 kilos de Nitrógeno.

La escala de estos mega-emprendimientos hace que cualquier mínimo derrame o accidente sea de considerable importancia. Pese a esto pareciera que la carrera es por cual empresa promete la producción mayor de celulosa. Pasamos de 1 millón de toneladas de producción de UPM a casi 1 millón y medio de Montes del Plata (la empresa está autorizada a producir hasta 1.450.000 toneladas).

Directamente vinculado a la instalación de una fábrica de celulosa y a su tamaño está la necesidad de madera para alimentarla. No se está tomando en cuenta la real dimensión del territorio ocupado por empresas extranjeras para la producción de una materia prima que luego será exportada prácticamente sin valor agregado. Montes del Plata es propietaria de unas 250.000 hectáreas de tierra. Esto equivale a cinco veces la superficie del departamento de Montevideo.

Los impactos de los monocultivos forestales son cada vez más evidentes a medida que las plantaciones se expanden y perduran en el tiempo. Los hechos demuestran que es falso el argumento de que la “forestación ya está” y el único destino posible es la celulosa. Cuando se dijo esto teníamos unas 200.000 hectáreas; hoy pasamos el millón. Y ahora Montes del Plata habla de la necesidad de aumentar la cantidad de tierra destinada a la forestación en 100.000 hectáreas para asegurarse la materia prima para su producción futura de celulosa.

Coincidimos con la preocupación del intendente y algunos productores del departamento de Colonia, quienes siendo concientes del valor productivo y social de la tierra de su departamento se adelantaron a reclamar que no se foreste en el mismo. Zimmer explicó que “el 50% de los ingresos del departamento son por el turismo y el otro 50% por la producción, que tiene su alto índice coneat. (…) Es un departamento productor de alimentos y no se puede utilizar la calidad de la tierra que tiene Colonia para plantar eucaliptos. Con eso se estaría condenando a la tierra a que no produzca otra cosa que eucaliptos. Nosotros no aceptamos monocultivos. En eso todos estamos en la misma línea: no podemos castigar a la tierra, que es un recurso no renovable. Usted le planta eucaliptos y nunca más recupera esa tierra” (2).

Claramente no hay un consenso a nivel del sistema político sobre los beneficios de estos emprendimientos. El periódico La Diaria recoge afirmaciones de representantes del Frente Amplio que dudan de los beneficios que traiga al país la inversión de la empresa Montes del Plata (3).

Todo lo anterior reafirma la necesidad de una reflexión profunda sobre este tipo de emprendimiento extractivista, que consolida un modelo de país que concentra la tierra y compromete nuestro suelo y nuestra agua.

Grupo Guayubira

Enero de 2011.

Notas:

1.- El proyecto de Montes del Plata –empresa integrada por capitales sueco-finlandeses (Stora Enso) y chilenos (Arauco)– consta de una fábrica de celulosa, energía eléctrica e instalaciones portuarias.

2.- “Zimmer (PN): “Faltó coordinación” entre Gobierno e Intendencia de Colonia por planta Montes del Plata” http://www.el.espectador.com/1v4_contenido.php?m=&id=203097&ipag=1

3.- “Celulosa que me hiciste mal” http://ladiaria.com/articulo/2011/1/celulosa-que-me-hiciste-mal/#gallery

About Grupo Guayubira

El grupo "Guayubira", fue creado en mayo de 1997, para nuclear a personas y organizaciones preocupadas por la conservación del monte indígena y por los impactos socioeconómicos y ambientales del actual modelo de desarrollo forestal impulsado desde el gobierno. El grupo aspira a tener incidencia a nivel nacional y local para implementar medidas que ayuden a la conservación del monte indígena y a modificar el actual modelo insustentable de desarrollo forestal basado en los monocultivos de árboles a gran escala.
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Un comentario sobre Montes del Plata: crónica de una aprobación anunciada

  1. JORGELANZ says:

    En estos momentos en el sitio Facebook, hay un grupo de uruguayos de Colonia que formaron el grupo “NO QUEREMOS A MONTES DEL PLATA EN PUNTA PEREYRA”.

    Allí están operando a favor de siempre, los botnios conocidos:

    1) ÓSCAR VENTURA, asesor del Partido Colorado de Pedro Bordaberry (hijo del criminal dictador Juan María Bordaberry)

    2) ANTONIO GIOSSA

    3) ALEJANDRO VENTURA, el chico de los mandados de Ventura

    Estos operadores del nefasto mega proyecto de las pasteras, no solo confunden a las personas sin aportar pruebas a su favor, sino que están calumniando, injuriando y amenazando a quienes nos oponemos a ese proyecto desgraciado como es el caso del usuario “EL VENGADOR URUGUAYO”

    Estas amenazas consisten en que si insiste en su campaña contra el Modelo Celulósico, en particular MONTES DEL PLATA, divulgarían datos de su familia, bienes personales, etc.

    Así también han intimado a una usuaria de nombre VANESA, habitante de Colonia, advirtiéndole que contactarán a vecinos suyos, dándole indicios claros de quienes se tratarían.

    Creo que es conveniente denuncia las actividades cuasi delictivas de estos sujetos.

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