Montes del Plata es el nombre con el que operan en Uruguay dos empresas trasnacionales, la chilena Arauco y la sueco-finlandesa Stora Enso. Asociadas, en esta ocasión para la construcción y puesta en funcionamiento de una fábrica de celulosa que producirá por lo menos 1.450.000 toneladas de celulosa, poseen el mayor latifundio del país: 250.000 hectáreas de tierra destinadas a la plantación de monocultivos de árboles.
En estos días se realizó en Finlandia la asamblea anual de accionistas de Stora Enso. Con motivo de ese evento, diversas organizaciones se unieron en un reclamo conjunto por los impactos sociales y ambientales que esta empresa ha provocado en Uruguay y Brasil. “En lugar de traer desarrollo, Stora Enso causa conflictos por la tierra y amenaza la soberanía alimentaria. Un verdadero desarrollo sustentable promueve la agricultura en pequeña escala para alimentar a las personas y no plantaciones a gran escala para obtener beneficios para las empresas. ¡No podemos comer eucaliptos!”, expresó Durao Marcelo Fernández, del MST de Brasil.
Amigos de la Tierra Internacional, los grupos brasileños MST (Movimento dos Trabalhadores Sem Terra) y Cepedes (Centro de Estudos e Pesquisas para o Desenvolvimento do Extremo Sul da Bahia), la organización finlandesa Amigos de los Sin Tierra Finlandia y la organización internacional WRM (Movimiento Mundial por los Bosques) advirtieron que las ganancias de Stora Enso se han obtenido a costa de violar leyes ambientales, laborales y penales en América Latina (1).
También en estos días y en Brasil, Stora Enso es noticia ya que en el municipio de Eunápolis, Bahía, la justicia acaba de condenar a Veracel, dictaminando que la empresa actuó de “mala fe” al apoderarse clandestinamente de dos campos para plantar eucaliptos, que no eran parte de su contrato de arrendamiento, sin contar además con los permisos ambientales necesarios (2). Veracel es el nombre con que opera Stora Enso en Brasil, asociada a la brasileña Fibria. Allí desde hace años la empresa es acusada de delitos ambientales (deforestación ilegal y uso inadecuado de plaguicidas), violaciones de derechos laborales, blanqueo de dinero, evasión fiscal y corrupción (3).
Por otra parte, los intentos en Uruguay, tanto por parte de organizaciones ambientales, periodistas e incluso un fiscal de la nación por conocer el contenido del contrato de inversión realizado entre el gobierno uruguayo y la empresa Stora Enso, no dieron resultados. Recientemente se difundió la noticia de que el Ministerio de Economía y Finanzas, como respuesta al requerimiento judicial de conocer el contenido de dicho contrato de inversión entre Stora Enso y el gobierno uruguayo, explicó que en él se incluía una cláusula de confidencialidad, que abarcaba tanto el contenido del convenio, como todas las informaciones adicionales presentadas, y que las partes se obligaron a no divulgar ni total ni parcialmente ninguna información que se relacione con dicho convenio (4).
Según el fiscal “con el solo reconocimiento de que la Administración Pública negoció y acordó un contrato de inversión con la Corporación Multinacional PrivadaMONTES DEL PLATA y para asegurar la instalación y funcionamiento de su industria celulósica en el territorio nacional, ha quedado confirmada la violación del orden público ambiental establecido desde la Constitución de la República”.
(1) Ver “Matriz de Montes del Plata acusada de delitos ambientales, laborales y Corrupción”
http://www.redes.org.uy/2011/04/27/matriz-de-montes-del-plata-acusada-de-delitos-ambientales-laborales-y-corrupcion/
(2) Ver “Veracel é condenada por fraude em arrendamento rural”
http://www.redeimprensalivre.com.br/archives/16354
(3) Ver “Planta de celulosa Veracel en Brasil. LAS PROMESAS DEL PROGRESO”
http://www.guayubira.org.uy/2007/01/planta-de-celulosa-veracel-en-brasil/
(4) Ver escrito del Fiscal Viana sobre solicitud de información acerca del contrato de inversión supuestamente firmado por autoridades de Stora Enso y representantes del gobierno uruguayo.
http://www.guayubira.org.uy/celulosa/MontesdelPlata-abril2011.pdf