En noviembre de 2009 por iniciativa del Vivero Pachamama y del Grupo Guayubira se realizó el primer encuentro de viveristas de especies indígenas de Uruguay que contó con la participación de viveristas y personas que trabajan en la reproducción de especies de flora nativa –tanto del sector privado como público– de distintos puntos del país. Algunos participantes ya se conocían entre ellos, otros se veían por primera vez, pero todos tenían algo en común: la inquietud y la vocación por hacer “algo” para la promoción de nuestras especies nativas y para la conservación y restauración del monte indígena.
En el encuentro se intercambiaron conocimientos sobre el tema y analizaron posibles mecanismos para incentivar el uso de las especies indígenas, tanto a nivel urbano como rural. Los participantes acordaron en la necesidad de constituirse como “Grupo de viveristas de especies indígenas de Uruguay”.
Ricardo Carrere, promotor del encuentro, expresó en aquella oportunidad: “en este tema del monte indígena hay mucho de vocacional, de ‘lo hago porque me gusta’. Por esa misma razón, por un ‘me gusta el monte indígena’, quienes creamos el Grupo Guayubira nos planteamos como una de nuestras tareas centrales la lucha por la conservación y restauración del monte indígena. Esto está muy unido a la producción de plantas indígenas, de ahí la importancia de este encuentro”.
Tres años después, la semilla que sembrara nuestro querido Ricardo Carrere, germinó! El 12 de octubre pasado fue celebrada en Montevideo la Asamblea Fundacional de la Asociación Civil Nativas Uruguay, concretándose así una larga aspiración de quienes se dedican a la multiplicación, promoción, conservación y divulgación de nuestra flora nativa. Una de las riquezas del grupo es la socialización de la experiencia acumulada por cada uno de sus integrantes sobre especies nativas y su reproducción.
Nuestro país tiene una mayor cultura en materia de especies exóticas que indígenas. Eso limita el mercado de estas últimas en materia de especies ornamentales, frutales, aromáticas, etc. Es muy común que un paisajista opte por una especie exótica como la acacia aroma, en vez de elegir una especie nativa como el espinillo. Lo mismo en sucede con los árboles frutales. Los frutos nativos rara vez se encuentran en ferias o comercios. En materia de artesanías tampoco es común el uso de maderas indígenas, que son fundamentalmente destinadas al fuego. En aromáticas hay algunos estudios, pero poca aplicación práctica. En materia de plantas medicinales sucede algo similar.
Estamos al parecer en un círculo vicioso: los viveristas producen plantas solo de algunas especies indígenas, porque nadie compra las otras y quien quiere comprar éstas no las encuentra en los viveros. Al público en general no se le suele ocurrir pedir especies nativas, simplemente porque no conoce sus virtudes.
El desafío entonces es buscar mecanismos para romper este círculo vicioso y promover el conocimiento, uso y disfrute de las especies nativas. En ese proceso deben participar muchos actores, tanto gubernamentales como no gubernamentales. Pero los viveristas son sin duda una pieza clave.
Por más información ver http://nativasuruguay.wordpress.com/ o comunicarse a nativasuruguay@googlegroups.com