La avenida 18 de Julio fue, una vez más, testigo de las denuncias, resistencias y exigencias de cientos de ciudadanos. Representantes de una diversidad colectivos, movimientos y organizaciones sociales marcharon -en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente- manifestando un total rechazo al saqueo de nuestra tierra y nuestra agua .
Proclama leída por integrantes de la Asamblea Nacional Permanente:
Hoy la Asamblea Nacional Permanente está nuevamente movilizada. Somos un conjunto de colectivos sociales e individuos organizados en forma horizontal, con independencia de partidos políticos, ONGs y del Estado. Otra vez tomamos la calle para denunciar las nefastas consecuencias de este modelo de desarrollo que privilegia el lucro antes que la vida. Estamos aquí para manifestar total rechazo al saqueo de nuestra tierra y agua. También decir fuerte y claro que hay otras formas de vivir en armonía con lo que nos rodea, y que hacerlas realidad, solo depende de las personas, de su decisión y su participación.
Estamos aquí para reiterar la denuncia del avance de la contaminación de nuestras fuentes hídricas como un hecho alarmante. Hecho que se viene produciendo hace más de 10 años con el cambio de modelo productivo, provocando en los últimos dos años que la población se vea obligada a consumir agua no potable. Hoy el agua está en peligro. Está en peligro su calidad y cantidad, es decir, todo lo que hace de ella el principal sostén de la vida.
Ninguna propuesta organizativa como lo es la creación de una ¿comisión de ministros?, resuelta por este u otro gobierno, podrá solucionar los graves problemas de contaminación de la que ellos son principales responsables. Solamente la participación y lucha de la gente organizada garantizará el cumplimiento de la reforma de la Constitución del 2004 que contó con el 64,7% de adhesiones.
El río Santa Lucía, fuente de agua para 2 millones de personas, principal curso de donde se extrae agua para potabilizar, registra altas concentraciones de sustancias que degradan la calidad del agua. En este caso. El fósforo y el nitrógeno son los principales contaminantes. Esto se debe a la descarga directa de efluentes industriales y a la escorrentía de agrotóxicos.
Para potabilizar el agua, OSE se ha visto en la obligación de cuadruplicar el consumo de carbón activado en polvo en pocos años. OSE también gasta más en cloro para la desinfección, sulfato de aluminio para la remoción de materia orgánica y otros productos químicos para eliminar los metabolitos que ocasionan mal olor. Cuanto más degradada esté el agua bruta de ríos, arroyos, embalses, lagos y lagunas, mayor será el gasto, mayor la infraestructura necesaria para el tratamiento. Todo esto con un enorme costo que pagamos todos a través del aumento de las tarifas y cuyo resultado no soluciona las verdaderas causas de la contaminación.
La contaminación no solo se aprecia en el agua que tomamos, antes pura y saludable, sino también en las napas freáticas que afecta la vida animal y los cultivos de alimentos. Hoy la presencia de cianobacterias, la eutrofización de las aguas, dado que los niveles de fosforo son 10 veces mayores a los admitidos internacionalmente; componentes de atrazina y derivados del glifosato; tienen consecuencias para la salud impredecibles a mediano y largo plazo. ¿Cuáles son las causas de la crítica situación de la cuenca del Río Santa Lucía? ¿De lo que sucede con el Río Negro, en laguna del Cisne al Sur de Canelones, y en estos últimos meses, en la Laguna del Sauce?
A la contaminación por el vertido de desechos industriales se agregan, desde hace mas de 10 años, la contaminación con agrotóxicos vinculada a los cientos miles de hectáreas de cultivos transgénicos, el vertido de tóxicos desde las plantas de celulosa y el avance extraordinario de la forestación.
Estas son algunas de las consecuencias de un modelo productivo, que se quiere vender como de desarrollo pero que no lo es. Con hechos sobre la mesa, este modelo, no deja como promete, ni trabajo, ni riqueza en las comunidades ni mejores condiciones de vida, si no por el contrario, se lleva nuestros bienes naturales, dejándonos contaminación y devastación para hoy y las generaciones venideras, entregando en el proceso nuestra soberanía.
Por cada tonelada de soja, por cada tonelada de celulosa, se van en forma irreversible, miles de litros de agua de nuestras napas, de nuestros ríos de nuestros arroyos, y se van también los nutrientes que hacen fértil a nuestra tierra. A esto le sumamos que en la última década, según datos del censo agropecuario, nuestro territorio ha sufrido un alarmante proceso de CONCENTRACIÓN Y EXTRANJERIZACIÓN. En el campo viven hoy menos de 180.000 personas. En 2011 se registran la mitad de establecimientos agropecuarios que en los años 70. En el año 2000 el 90,4 % de estos establecimientos correspondían a productores uruguayos y en 2011 esta cifra se redujo 53,9%, por lo tanto, la tierra se extranjerizó un 36, 5%. Hoy los grandes latifundistas son multinacionales, como Montes del Plata que posee 240.000 hectáreas o Botnia-UPM que posee más de 200.000 hectáreas.
Enfrentamos también la amenaza del Fracking, que se concreta a partir de los acuerdos firmados por ANCAP con empresas extranjeras, especializadas en prospección y explotación de hidrocarburos. El Fracking o fractura hidráulica es una metodología para extraer hidrocarburos y gas, que destruye las capas del subsuelo, liberando gases tóxicos que se propagan a través de las napas de agua y contaminan todo en su recorrido. Esto es sumamente grave si tenemos en cuenta que nuestro país comparte el 4% del Acuífero Guaraní que ocupa el 25% de nuestro territorio. Esta tecnología de extracción está prohibida en muchos de los lugares donde se ha desarrollado y se han comprobado sus efectos mortales para la calidad del agua y la tierra.
En este modelo, extractivista y de despojo, de economía sujeta a los designios del gran capital, nuestro territorio registra un acelerado proceso de contaminación y destrucción de sus bienes naturales. Bienes que no son infinitos, ni inagotables. Se determinan zonas de sacrificio, como Cerro Chato- Valentines, a favor de la Megaminería; el Oeste de Montevideo para la regasificadora; la costa Atlántica para una red de puertos; el norte del país para el Fracking; y Suarez para una minera a cielo abierto, sobre la vieja cantera de AFE. Partes de nuestro territorio sacrificados al capital. Al canto de sirena de las Multinacionales y el estado, al discurso del progreso.
Es hora de decir basta, de manifestar nuestra determinación de enfrentar esta realidad. Desde las comunidades, los habitantes de Sauce, Santa Lucia, Laguna del Cisne, Guichón, Rincón del Bonete, Colonia, Ruta 7, Oeste de Montevideo, Rocha, Suarez, Piedra Sola, Maldonado, Tacuarembó, Paysandú, Montevideo, sabiendo que el futuro solo depende de nosotros ya nos hemos organizado para denunciar, resistir, exigir y proponer:
- Prohibición del uso de glifosato y otros agrotóxicos.
- Frenar el avance y reducir las plantaciones forestales y sojeras.
- Generar las condiciones para la recuperación del monte nativo, flora acuática y pradera.
- Impedir el avance de las prospecciones que preceden al Fracking.
- Prohibir la técnica de Fracking en todo el territorio nacional.
- Seguir denunciando el negociado de la Regasificadora y las consecuencias nefastas de su implantación.
- Denunciar la estafa de las empresas articuladoras de los megaproyectos extractivos, que no solo están dispuestas a destruir y contaminar, sino también según sus altibajos financieros, dejar deudas millonarias, y como OAS constructora de la regasificadora, dejar sin trabajo y debiendo jornales a 700 trabajadores.
- Impedir la privatización y destrucción de nuestra costa que resulta de la construcción de megapuertos.
- Que OSE cumpla con su función social de brindar agua potable y saneamiento con cantidad y calidad asegurada.
- Promover un modelo de desarrollo basado en la producción y consumo de alimentos así como industrias derivadas, en equilibrio con la naturaleza, a partir de la producción familiar y comunitaria.
- Defender la semilla criolla, en contraposición a los monocultivos de gran escala que todo lo maquinizan.
¡Tierra para quien la trabaja, la habita y la cuida!
¡Nuestra es la calle y no nos moverán!
¡La tierra y el agua NO se venden, se defienden!
Montevideo, 5 de junio de 2015.