En octubre de 2009, hace 6 años, Guayubira denunciaba: “Posco: destrucción de bosques en la India y creación de sumideros de carbono en Uruguay”, en aquel momento el proyecto de la empresa POSCO se proponía establecer una plantación de eucaliptos de 1.139 hectáreas. “Bajo el lema “Salvamos la Tierra a través de plantaciones” la empresa sencillamente hace oídos sordos a las innumerables voces de cientos de movimientos sociales que en todo el mundo se oponen a ellas. La idea central de este proyecto es que estableciendo monocultivos forestales en un país, la empresa POSCO puede “compensar” sus emisiones de gases causantes del cambio climático en su país de origen o en otros países”. Ver http://www.guayubira.org.uy/2009/10/posco-destruccion-de-bosques-en-la-india-y-creacion-de-sumideros-de-carbono-en-uruguay/
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La empresa Posco, de Corea, se fue de Uruguay y vendió sus tierras a Colonización y a dos firmas forestales
La compañía coreana Posco decidió retirarse de Uruguay y vender las casi 7.000 hectáreas de tierras de uso agropecuario que tenía distribuidas en los departamentos de Lavalleja, Cerro Largo y Treinta y Tres, en un proyecto de inversión en forestación, de acuerdo con información recabada por Campo y que confirmó el director forestal del Ministerio de Ganadería, Pedro Soust.
Ese jerarca comentó que los argumentos presentados por la empresa fueron que hizo una “reestructura de sus negocios” y resolvió “fortalecer algunas áreas”, como la construcción y la acería, y “postergar algunos planes”, como el vinculado a las plantaciones forestales.
Tras una primera comunicación de Posco respecto a su intención de no continuar con su proyecto forestal en Uruguay, a fines del año pasado el gobierno pidió al directorio de esa firma que reconsidere esa decisión, pero en los primeros meses de este año se ratificó la determinación, señaló Soust.
Para tener una idea del poderío económico de esa empresa, ese jerarca contó que en octubre de 2014 visitó la ciudad de Posco construida en una isla de 1.800 hectáreas y destacó que “es la tercera mayor siderúrgica del mundo”.
Esa firma negoció la venta de esos campos a las empresas forestales Timber Asociación Agraria de Responsabilidad Limitada y Agro Empresa Forestal SA por U$S 18 millones, según registros del Instituto Nacional de Colonización (INC) de marzo y abril.
Indican que ese ente estatal decidió hacer uso de la potestad que le da la ley 11.029, en cuanto a la prioridad en la opción de compra de tierras en el mercado local, y ofreció a Posco la adquisición de cuatro padrones ubicados en Cerro Largo, que suman 1.046 hectáreas, por U$S 1.339.475. A mediados de julio el directorio del INC resolvió el pago del monto correspondiente a la empresa de Corea, a un precio promedio del negocio de U$S 1.280 la hectárea.
Las normas legales vinculadas a Colonización establecen que “antes de vender un campo con una extensión igual o superior a 500 hectáreas con un índice Coneat 100, todo propietario está obligado a ofrecerlo en primer término al INC, que tendrá la preferencia en la compra por igual valor y plazo de pago”.
Objetivos
Posco invirtió U$S 60 millones en su proyecto de instalación de plantaciones forestales para la captación de bonos tendientes a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, indica un reporte del Instituto Uruguay XXI.
Según un informe ambiental presentado en 2012 por esa firma en el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, esa siderúrgica coreana preveía que con su proyecto en territorio uruguayo lograría la mitigación del cambio climático mediante el secuestro de carbono, tanto de las plantaciones forestales como del mejoramiento de pasturas y la reducción de las emisiones de metano y óxido nitroso por el ganado.
Con eso, Posco esperaba lograr la remoción de una tonelada de dióxido de carbono de la atmósfera durante los primeros 30 años de vida del proyecto, indica.
Como parte del plan, esa empresa compró un predio ganadero en Cerro Largo, a 445 kilómetros de Montevideo y con un indice Coneat promedio de 56, que es el campo que ahora pasa a manos del INC.
En el informe plantea que otro de los objetivos era la plantación forestal, específicamente de eucaliptos, destinada en 50% a madera laminable, 35% aserrrable y 15% para producir pulpa de celulosa.
En los padrones involucrados hay un bosque nativo de 68,5 hectáreas de “alto valor ecológico”, describe.
Soust comentó que “el Ministerio de Ganadería tenía buenas expectativas” en ese tipo de proyectos, especialmente “si incorporan la plantación de especies de madera de calidad y que agregan valor”.
Posco no pudo forestar el predio que tenía en Cerro Largo, porque la Intendencia de ese departamento prohibió las plantaciones forestales en la zona en cuestión y en suelos que no son declarados de prioridad forestal, basándose en la ley de ordenamiento territorial, en trámites del sistema de áreas protegidas y en normativas departamentales referidas a la declaración de reserva departamental, explicó.
Ese jerarca dijo que dependerá de las empresas que adquirieron las tierras, porque la captura de carbono se interrumpe si se cortaran y se secaran los árboles.
El director forestal adelantó que así como Posco se retiró de Uruguay hay otras empresas de Corea que tienen interés en invertir en el sector forestal y por eso, en los próximos días llegará una misión de ejecutivos de ese país que quieren fabricar pellets de madera.
En Tacuarembó
Otra de las operaciones de compraventa de campos que agitó el mercado de tierras local, caracterizado por la menor concreción de grandes negocios y la pérdida de dinamismo en comparación con años anteriores, fue el proceso de venta de inmuebles rurales de El Tejar, procedente de Argentina, a la empresa Union Agriculture Group (UAG).
En ese caso, Colonización también hizo uso de la opción preferencial para la compra de dos padrones de El Tejar ubicados en Tacuarembó, que comprenden 526 hectáreas, por U$S 2 millones, de acuerdo con registros de ese ente estatal.
El precio promedio pactado fue de U$S 3.900 por hectárea.
En abril de este año el INC recibió una serie de ofrecimientos de campos, ubicados en varios departamentos del litoral Oeste y centro, correspondientes a la transacción por la que la UAG compró la cartera de tierras de ese fondo argentino.
Presencia estatal
Igualmente, la decisión de algunas empresas de abandonar el agronegocio o de reducir sus operaciones ofrece más alternativas para que Colonización intervenga en el mercado de inmuebles rurales.
Por estos “cambios de titularidad” y “en la medida en que hay un conjunto mayor de negocios ofrecidos a Colonización” por el artículo 35 de la ley 11.029, el directorio resuelve la compra sobre “una gama más diversa de opciones”, dijo a Campo la presidenta de ese ente estatal, Jacqueline Gómez.
Al argumentar la decisión de adquirir los padrones que eran propiedad de Posco, esa jerarca señaló que estos negocios “implicaban algunas tierras de interés para el INC, como el campo de Cerro Largo, donde hay una demanda concreta de fracciones y una falta de presencia en la frontera, lo que está definido en el plan estratégico del Instituto”.
El otro campo adquirido por Colonización este año pertenecía a El Tejar y está ubicado en Tacuarembó, enfrente a una colonia ganadera y lechera en funcionamiento denominada Emiliano Zapata.
“Cualquiera de los dos fueron buenos negocios para Colonización y a valores adecuados”, dijo Gómez.
por Mauro Florentín – Semanario Búsqueda – http://www.busqueda.com.uy/mailing/notas/1828/CAMPO/posco/