El río Negro “está podrido, totalmente eutrofizado”

La forestación en las cuencas altas hace que falte agua cuando se necesita, se pierda la capacidad de dilución de los ríos y los contaminantes se concentren, preparando las condiciones para los procesos de eutrofización como ya vive el Río Negro y que, con los efluentes de una mega planta de celulosa, se puede agravar mucho más.

Entrevista con Daniel Panario

por Víctor L. Bacchetta (publicado por semanario LaOtraVoz de Tacuarembó, octubre de 2016)

El profesor Daniel Panario, director de la Unidad de Ciencias de Epigénesis* (UNCIEP) y coordinador de la Maestría en Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, hace más de 25 años que comenzó a estudiar el caso de la forestación en gran escala con especies exóticas sobre nuestro territorio.

Ya en 1990 y 1991 se consigna su participación en la investigación “Desarrollo forestal y medio ambiente en Uruguay”, cuando llevaba solo tres años de ser aprobada la Ley Forestal (N° 15.939), que dio lugar al ‘boom’ de la forestación al final de esta década, tras el cual aterrizaron en el país las mega plantas de producción de celulosa.

Panario tiene sobradas razones para hablar y ser referente nacional sobre este tema, no obstante lo cual, en la medida en que sus opiniones han cuestionado al modelo forestal y celulósico implantado en el país, ha sido atacado duramente, en particular por los gobiernos del Frente Amplio, sector político del cual ha sido votante.

Esta entrevista pretende ser una puesta al día sobre las investigaciones científicas de los impactos ambientales de la forestación y las plantas de celulosa, el estado actual del Río Negro y las posibles consecuencias de la instalación en sus orillas de una nueva planta de celulosa anunciada por el presidente Tabaré Vázquez.

Investigación a escala global

VLB – Existen investigaciones nacionales e internacionales de varios años en torno a la forestación en gran escala de pinos y eucaliptos. ¿Cuáles son las principales conclusiones a las que se ha llegado acerca del impacto de estas plantaciones sobre los recursos hídricos?

DP – A veces, cuando hay una cuestión polémica como ésta, alguna agencia internacional trata de dirimir el problema. Ese fue el caso en este tema del IAI de Estados Unidos (Inter-American Institute for Global Change) donde un grupo que nos invitó a trabajar, también consiguió un financiamiento como para realizar una investigación en cinco continentes. En realidad, este tema había sido discutido desde la década de 1940. Los primeros trabajos de investigación surgen en el 40 en España y en Sudáfrica, donde ya se habían instalado plantaciones de eucaliptos.

Esto hizo que en el 70 en Sudáfrica establecieran que no se podía plantar más de un determinado porcentaje de las cuencas, sobre todo las cuencas altas. Ya en el 90 se prohíben todas las plantaciones y, literalmente, soltaron los elefantes. Las cuencas altas las consideraron zona de producción de agua, parques nacionales, punto. Mataron los eucaliptos con herbicida y se acabó la discusión en Sudáfrica.

De todas maneras, el problema siguió planteado en el resto del mundo. El grupo del IAI estudió 20 pares de suelos, uno de pradera y otro de forestación, distribuidos en los cinco continentes. El resultado fue que en casi todos los casos, menos en tres, el consumo de agua de la forestación era muy superior al de la pradera previamente establecida. Solo en tres pares dio que el consumo de agua era igual.

De hecho, ya desde la década del 40 se sabía que en lugares donde la precipitación anual es mayor de 1.500 milímetros de agua no hay casi diferencia, pero en lugares donde hay menos de 1.500 milímetros la reducción del agua en las cuencas llega al extremo de secarse. En el caso de Uruguay, el par que se estudió en el país dio una reducción del 20 por ciento.

Otras opiniones en la academia

VLB – Investigadores del Instituto de Mecánica de los Fluidos de la Facultad de Ingeniería han estudiado también este fenómeno y parecen llegar a otras conclusiones.

DP – En efecto, hubo estudios en Facultad de Ingeniería que han dado reducciones de 15 a 17 por ciento. Estos investigadores tratan de justificar estos resultados para las empresas forestadoras, pero en los hechos no son muy diferentes de los primeros. Y llegan a esos resultados incluso teniendo en cuenta que la forestación, sobre todo en el verano, hace que cuando viene una lluvia y el suelo está seco, escurre todo, el agua se va por la superficie sin penetrar en el suelo. Los paisanos lo llaman “inundaciones sorpresivas” porque, no llueve lo suficiente como para que haya inundaciones, pero de repente se inunda todo. Quiere decir que, en realidad, el resultado es mucho peor que lo que establece la diferencia de rendimiento.

Esto no ha sido convenientemente estudiado, pero está perfectamente determinado por la experiencia de la gente del lugar. Lo que ocurre es que cambia la microbiología del suelo, hay algo que antes llamábamos hongos, que predominan en la materia que van depositando los eucaliptos en la superficie, que generan una sustancia grasa y provocan que el agua no moje el suelo. Al final, cuando llueve mucho, el agua termina mojando el suelo y entonces penetra, pero inicialmente no.

Esos investigadores dicen también que los acuíferos se reponen. ¿Pero qué acuíferos se reponen? Se reponen los acuíferos subterráneos profundos, pero no los superficiales, de los cuales depende la población de la campaña. Y los acuíferos subterráneos profundos se reponen porque por lo general lo hacen desde los ríos, se cargan por fallas geológicas que es por donde corren tramos importantes de casi todos los ríos. Entonces, los datos de las investigaciones de los ingenieros no son incorrectos, lo que es incorrecta es la interpretación. No sé si será maliciosa o por falta de comprensión del funcionamiento del ciclo hidrológico, que es bastante más complejo que agua que escurre y viaja por canales.

Forestando las altas cuencas

VLB – Las zonas de prioridad forestal en el territorio uruguayo se encuentran sobre las fuentes de los principales ríos. ¿Cuál ha sido el criterio para definir esas áreas?

DP – El criterio para mi es que los árboles en esas altas cuencas rinden mucho porque tienen reservas de agua muy importantes. En las grietas de esas rocas se almacena una gran cantidad de agua y los eucaliptos buscan esa agua. Entonces el criterio es que rinden mucha madera y, a su vez, es cierto que no son agrícolas porque los suelos son superficiales.

Pero las sierras son un acuífero, se llaman manantiales. La ley de protección de aguas de Brasil se llama Ley de Protección de Manantiales porque tienen bien claro donde se encuentra la fuente fundamental de drenaje. Y en el momento en que el agua vale, no cuando el agua cuesta. El agua vale cuando falta o hay lo necesario, el agua cuesta cuando se inunda, hay que evacuar gente, cambiar casas, etc. Esa es el agua que vale, la que surge de los manantiales de las sierras.

VLB – ¿Qué consecuencias puede traer que se instalen allí grandes plantaciones?

DP – Los impactos son diversos. Por un lado, va a faltar agua cuando se necesita, por el alto consumo de los eucaliptos. A su vez, se pierde la capacidad de dilución de los ríos, si bajamos el caudal los contaminantes se concentran en términos relativos. Entonces, se preparan las condiciones para que se produzcan los procesos de eutrofización y las altas concentraciones de algunos contaminantes.

Transformaciones en los suelos

VLB – ¿Qué cambios introduce la forestación en los suelos y cuáles son sus consecuencias?

DP – Lo que hemos venido observando nosotros y otros investigadores es que se produce una fuerte acidificación del suelo. Los suelos se vuelven muchísimo más ácidos y esta acidez extrema termina atacando a los minerales, que es donde radica la fertilidad del suelo. En esa investigación de que hablaba, realizada en varios países, se verificó que hasta el agua de los arroyos que viene de una plantación se vuelve ácida, lo cual tiene varias consecuencias sobre su uso. Pero lo más importante es que la destrucción de ciertos minerales del suelo implica la irreversibilidad de ese proceso. Al cambiar la mineralogía, la mineralogía no se repone. Esas pequeñas partículas del suelo son fruto de una evolución milenaria, si les ponemos ácido y las destruimos, habrá que esperar milenios, con suerte, para que se repongan.

VLB – Hemos escuchado que aparece aluminio, ¿esto qué efecto tiene?

DP – En efecto, la acidificación libera aluminio y el aluminio es tóxico, aparte de potenciar la acidificación. Los suelos con aluminio son muy ácidos y, en consecuencia, sirven para muy pocos cultivos. A la larga, ni siquiera para eucaliptos.

VLB – ¿Cuál es el ciclo de vida que pueden tener estas plantaciones, años, décadas o indefinido? ¿Cuál es la perspectiva de esas tierras en términos productivos?

DP – No está estimado el ciclo. Siempre algún provecho se podrá sacar. Si se vuelven no suficientemente buenas para eucaliptos, plantarán pinos y con los pinos podrán seguir porque los pinos se desarrollan en suelos muy ácidos. Llover va a seguir lloviendo y algo seguirán produciendo, pero cada vez será menos.

Efluentes de una planta de celulosa

VLB – Conociendo las características de los efluentes descargados por UPM en el Río Uruguay, ¿cuál sería el posible impacto de los efluentes de una planta de doble tamaño sobre el Río Negro, cuyo caudal es siete veces menor que aquel?

DP – Se sabe que el fósforo que descarga UPM en el Río Uruguay es equivalente al de los efluentes cloacales sin tratar de una ciudad del tamaño de Fray Bentos. Si esta tiene el doble de tamaño, serán como dos ciudades de unos 24 mil habitantes. Ahora, el problema fundamental es cuáles serán las exigencias. No se si a esta planta le van a exigir el tratamiento terciario de sus efluentes…

VLB – Usted ya ha planteado este tema con respecto a UPM, pero en Fray Bentos no se hace. ¿Qué implica el tratamiento terciario de esos efluentes?

DP – El tratamiento terciario permite, entre otras cosas, retirar del efluente el fósforo y el nitrógeno, retirarlo realmente. Lo cual es perfectamente posible, tampoco es demasiado caro. En algún momento hicimos un cálculo de cuánto le costaría hacer esto a UPM, creo que eran unos 200 millones de dólares. Si recuperaron el total de su inversión en tres años, esto no resulta ser caro para ese proyecto.

Yo no puedo saber si esto lo harán o no en este caso. Pero en ese efluente van otras cosas además. Organoclorados, por ejemplo, y sustancias que los organismos leen como hormonas que comienzan a afectar toda la cadena trófica. Los peces cuando nacen no tienen definido el sexo, se define cuando empiezan a desarrollarse. Ahora, si se le introduce una hormona, se definen todos para el mismo lado. Este es el impacto más inmediato. Pero no tenemos nivel de base, no sabemos de dónde partimos

VLB – ¿Cuál es el estado actual del Río Negro?

DP – Está podrido, está totalmente eutrófico. Inclusive, las cianobacterias permanecen en el invierno, cuando normalmente casi que desaparecían en esa estación. Los embalses tienden naturalmente a eutrofizarse, porque una cosa es que los contaminantes pasen y sigan viaje y otra es que se queden como residentes en un embalse. El criterio que se aplicó con el Río Uruguay cuando se autorizó la planta de Botnia/UPM fue que como el río ya estaba contaminado no importaba agregarle algo más. Entonces, ese mismo criterio lo pueden volver a utilizar con el Río Negro.

Cuando yo era joven no existían las cianobacterias en el Río de la Plata, pero ahora están llegando hasta la costa de Maldonado. Tanto es así que tuvieron que inventar una bandera roja con una cruz verde para decir: “señores, no se bañen porque se intoxican, se van a agarrar alergias o se van a agarrar diarreas …”.

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* Biología: la epigénesis es el proceso de desarrollo de un individuo, a través del cual su estructura se diferencia y hace más compleja; el caso paradigmático es el crecimiento en que a partir de un cigoto se desarrolla una compleja estructura celular y orgánica. En teoría de sistemas se incluyen los mecanismos que permiten a un determinado individuo modificar ciertos aspectos de su estructura interna o externa como resultado de la interacción con su entorno inmediato.

About Grupo Guayubira

El grupo "Guayubira", fue creado en mayo de 1997, para nuclear a personas y organizaciones preocupadas por la conservación del monte indígena y por los impactos socioeconómicos y ambientales del actual modelo de desarrollo forestal impulsado desde el gobierno. El grupo aspira a tener incidencia a nivel nacional y local para implementar medidas que ayuden a la conservación del monte indígena y a modificar el actual modelo insustentable de desarrollo forestal basado en los monocultivos de árboles a gran escala.
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