Las organizaciones de la sociedad civil que firman este comunicado, junto con el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) reunidas en Santiago de Chile para intercambiar experiencias de lucha, denunciamos el modelo forestal de monocultivos en gran escala, que conlleva un uso intensivo de venenos, que se expande por buena parte de América del Sur y que causa impactos socio-ambientales en comunidades indígenas y comunidades de agricultores cuyas tierras fueron expropiadas por el Estado y entregadas a empresas plantadoras de pinos y eucaliptus. Nuestra denuncia es extensiva hacia los experimentos con especies transgénicas que agravarán aún más los impactos.
Este 21 de marzo de 2017, con motivo del Día Internacional de los Bosques, entregamos un documento a la oficina latinoamericana de la FAO, solicitando que retire su engañosa definición de bosques vigente desde 1948. Esta definición ha permitido que la industria de la madera, de la celulosa, del empaquetamiento y papel escondiera sus impactos ecológicos y sociales devastadores que generan las grandes plantaciones de monocultivos de árboles, que se esconden por detrás de una imagen forestal positiva.
Biofuelwatch
WRM – Movimento Mundial pelas Florestas Tropicais