El pasado 6 de febrero Tabaré Vázquez presidió el Consejo de Ministros realizado en Santa Teresa, Rocha. A dicha reunión concurrieron un conjunto de ciudadanos y productores rurales de los parajes de “Sierra de Los Rocha”, “Las Espinas”, “Los Cerillos” y “Piedra Blanca”, portando carteles que decían “Paremos los eucaliptos”. En esa ocasión hicieron entrega de una carta dirigida al Presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez y a los ministros de Ganadería, Agricultura y Pesca, de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, de Turismo y de Educación y Cultura que dice:
“Un grupo de productores agropecuarios, con medianas y pequeñas explotaciones, ubicadas principalmente en ambas vertientes de la Sierra de los Rocha (en este departamento y también en el de Maldonado) operadores turísticos, vecinos de la costa atlántica y ONGs dedicadas a promover el desarrollo sostenible; reunidos en asamblea en el día de la fecha, sensibilizados por los perjuicios que ha causado la forestación en este departamento, hecho que está amenazando la explotación agrícola-ganadera existente, así como el presente y futuro del turismo en sus múltiples variables, comparece ante las autoridades públicas, para efectuar las siguientes consideraciones:
1) Esta explotación, en la modalidad mayoritariamente usada (monocultivos) además de los daños ambientales, sociales, culturales, de calidad de empleo, económicos y de pérdida de soberanía que apareja; cambia por completo el modelo agropecuario tradicional-familiar, por otro, capitalista-extranjerizante; que, muy lejos de solucionar los problemas de nuestro país con respecto al empleo y condiciones de vida, empeora esa situación.
2) Entendemos que la continuidad de la forestación como hasta el presente, así como la consecuente consolidación y aumento de los molinos de pulpa de celulosa, provocará la liquidación de pequeñas empresas agrícola-ganaderas, de vital y comprobada incidencia socioeconómica.
3) Estas últimas, que desde siempre fueron mucho más que simples fuentes de trabajo para la familia rural, también han contribuido significativamente al erario público, al trabajo productivo y afincamiento de las personas en su medio, con los beneficios de todo orden que ello conlleva.
4) Los grandes monocultivos están desplazando en primer término a éste tipo de productores. Son éstos los que se ven impulsados a vender y retirarse del trabajo rural, con el grave problema social que ello origina, además de implicar un ataque a la libertad personal y al derecho de cada uno de preservar sus bienes, su forma de vida y su entorno. También cambia la índole del trabajo de nuestra gente; de trabajadores independientes, pasarán a ser empleados, generando, además, con los desocupados ya existentes, un bolsón de pobreza que deberá asumir el Estado en su conjunto. En cambio, los ingresos monetarios de las empresas extranjeras irán al exterior como amortización de inversiones y, si hubiere ganancias netas (muy difíciles de controlar), tampoco quedarán en el país.
5) En el plano cultural, decimos que el sector agropecuario, sector importante de nuestra sociedad, con cuyo origen se entrelaza, tiene un apego a la tierra y sus costumbres, una tradición y cultura que, al modificarse, cambiará también el estilo de vida de todos los uruguayos.
6) No obstante lo expresado, es necesario asumir que tanto las políticas como las empresas de toda índole, deben evolucionar acompasando los tiempos. Para este caso, se impone la formulación consensuada de una reforma de las estructuras agrarias.
7) Desde una óptica integrada del patrimonio, también denunciamos las graves consecuencias negativas de la forestación sobre el patrimonio cultural de la Nación con ejemplos como los siguientes: degradación y/o eliminación de paisajes nacionales emblemáticos y únicos como la Bajada de Pena, los cerros chatos, los palmares de Yatay, dunas interiores de Tacuarembó con yacimientos arqueológicos y sitios históricos como los entornos de las batallas de India Muerta y del Palmar. Asimismo, la tala y desmonte impune y a fuerza de topadoras, de rodales enteros de bosques autóctonos – ya denunciada sin éxito -, atenta de forma salvaje contra el patrimonio forestal natural del país.
8) En este caso, vemos que es necesaria una política y acciones administrativas profundas, inmediatas y enérgicas, que desalienten la concentración y extranjerización de la tierra, e impulsen su aprovechamiento inteligente sobre la base conceptual del desarrollo sostenible. Vemos entonces, que es necesario generar un nuevo modelo de desarrollo sostenible, capaz de cumplir con su finalidad productiva; acorde con los intereses nacionales, capaz de dar mano de obra de calidad y aportar a la sociedad en su conjunto, protegiendo el patrimonio cultural de la Nación en su concepto más amplio, utilizando racionalmente el medio natural, y garantizando su existencia y uso a las generaciones venideras.
9) Es por ese motivo que los comparecientes se oponen a que prosiga, tal como está planteada, la política forestal. Reconocemos los cambios realizados a la ley por este gobierno, pero ellos no son suficientes, dado que ya se desató el modelo forestal de corte capitalista salvaje, y esas medidas no son capaces de frenar el proceso de crecimiento del cultivo y sus consecuencias. Para detenerlo se requiere de medidas mucho más profundas.
Los graves daños que causa esta política superan en muchos casos la imaginación y la capacidad de previsión. Sin embargo, los pocos gestores criollos y extranjeros de este modelo sí conocían cabalmente esas consecuencias y la presente evolución de la aplicación de la ley forestal en este país. Entendemos que es responsabilidad primaria de los políticos gobernantes el prever que sus acciones no generen problemas nacionales de difícil o imposible resolución o marcha atrás. En casos como éste, en el que son evidentes las consecuencias negativas de la aplicación de un modelo que no genera el desarrollo previsto, sino que limita las posibilidades de desarrollo del país, el gobernante tiene la ineludible responsabilidad ante la nación y la historia, de detener la aplicación del mismo. En el mismo sentido, debe iniciar inmediatamente las acciones necesarias, orientadas a anular y revertir lo más posible, sus consecuencias negativas y las posibilidades de continuidad y de expansión del modelo, evitando la generación de bocas de salida demandantes de más monocultivo, como lo es, por ejemplo, Puerto Graneles S.A.
10) En el caso particular del departamento de Rocha y específicamente en su zona serrana, el monocultivo de eucaliptos hace desaparecer un ecosistema muy antiguo y por ello estabilizado, lo cual provoca una alteración permanente en términos humanos, un compromiso de la provisión de agua y su progresiva contaminación con biocidas (herbicidas, hormiguicidas). Ello es más grave aún si consideramos que allí es la naciente del arroyo Rocha, donde se sirve a la capital del departamento y es fuente de los humedales y laguna, designados como área protegida y parque nacional lacustre. También alertamos en cuanto a que ya se han registrado cambios significativos en el caudal del arroyo Rocha, según observaciones propias, y referencias de la preocupación existente en ese sentido en las oficinas de OSE en Rocha.
11) Es imposible ignorar la importancia del turismo para la economía nacional. Los operadores, conjuntamente con el gobierno, intentan mejorar y variar la oferta. En tal sentido, la Sierra de los Rocha cobra una importancia fundamental por sus condiciones paisajísticas únicas, su patrimonio histórico, cultural y arqueológico, y su cercanía con centros tradicionales de la costa atlántica con la cual puede y debe integrarse, formando un conjunto variado y atractivo, generador de trabajo bien remunerado y cuidadoso del ambiente.
12) Por otra parte, toda la zona mencionada es asiento tradicional de cientos de familias rurales, dedicadas a la explotación ganadera de cría, tanto ovina como vacuna, de cabañas premiadas por sus productos, y está soportando la creciente presencia de organismos depredadores e invasores introducidos. El jabalí apareció en la zona con el desarrollo de las primeras grandes masas forestales, y ha encontrado un ambiente favorable en esos montes y en el tapiz bajo y denso que se forma por la invasión de otras especies, también introducidas, como la zarzamora y el tojo. Estos animales obtienen el alimento en los predios no forestados, a partir de ovinos, e incluso de terneros recién nacidos; y de casi todo tipo de cultivo o chacra que se intente desarrollar. Queremos dejar muy claro que esta zona, como casi todo el territorio del país, es capaz de soportar explotaciones más rentables para sus habitantes, que las plantaciones de eucaliptos.
También, por tratarse, en general, de pequeños productores, hay experiencias asociativas capaces de mejorar la producción y rentabilidad. Ello, sin olvidar proyectos turísticos que apuestan a un futuro donde el paisaje, el patrimonio cultural y el ambiente han de mantenerse como valores concretos y protegidos muy especialmente. A pesar de todos los valores, recursos reales y potenciales que poseen estas tierras, algunos tecnócratas, en forma paradójica e irresponsable, las han rotulado y condenado a la infra-categoría de “tierras improductivas”. Este es otro punto que reclamamos sea revisado en forma seria y responsable, y bajo la conformación de un equipo interdisciplinario con visión actualizada de desarrollo sostenible.
13) Conscientes de la realidad del país y sin los elementos imprescindibles para hacer ningún juicio de valor sobre su conducción macroeconómica, no podemos dejar de lado el daño presente y potencial que nos provoca el monocultivo manejado de eucaliptos, y la gran incertidumbre que genera sobre el futuro desarrollo responsable y la propia viabilidad e independencia del país. Es por eso que solicitamos se pongan en práctica todas las disposiciones vigentes o, en su caso, se arbitren las necesarias, para terminar con la expansión de dicho monocultivo en función del interés general de la nación, que podrá, o no, coincidir con aquel de las empresas productoras de pulpa de celulosa.
Por más información contactar a integrantes del grupo:
– Mildenberg Tejera – Prod. rural, Tel: 04702354 / 04274756
– Ricardo Rodríguez – Biólogo, Tel: 04797824 / rmazzini@internet.com.uy
– Mario Mora – Prod. rural, Tel: 04702015 / 04720463
– Pedro de León – Prod. rural, Tel: 04725020
– Clever Rojas – ONG ODAS, Tel: 04728141 / cleverpoe@yahoo.com.ar