Papeleras en Suecia cierran plantas o reducen drásticamente personal y construyen en Latinoamérica
por Dick Emanuelsson, abril de 2006
La situación de empleo en las papeleras en Suecia y en el continente europeo es dramática. En todas las empresas se ha reducido el personal con 2.100 personas.
Lo confirma un extenso reportaje del 24 de marzo del semanario de la central obrera sueca, LO-Tidningen. El reportero Anders Eld viajó al municipio de Skutskär para hablar con el sindicato y los trabajadores. La conclusión es una sola: Las utilidades de la transnacional sueca-finlandesa Stora Enso es muy buena, pero no para satisfacer a los accionistas. Los accionistas exigen más utilidades. Por eso cierra o reducen drásticamente los empleos en Suecia para construir otras plantas en Latinoamérica y el continente asiático.
Cuando era niño pasé por Skutskär. El olor era insoportable y no ha mejorado. ¡Huele literalmente a mierda! Lo cual me hace recordar el viejo dicho sueco: “Sulfit luktar skit, sulfat luktar mat”, la celolusa huele a mierda, y el sulfato huele a comida.
Pobres habitantes en Fray Bentos (en el río Uruguay, municipio fronterizo a Argentina donde se va a construir la planta más grande del mundo), no sabes que les espera, pienso recordando el olor del “skit” (mierda) de ese pequeño municipio en la orilla del mar Báltico, 180 kilómetros al norte de la capital sueca, Estocolmo.
Golpe no avisado
Durante medio siglo el municipio ha soportado ese olor. La bahía del mar ha sido un basurero antes de que las exigencias fueran duras en el sentido de echar todo al mar. El sedimento está como una capa en el fondo del mar y no se lo puede tocar porque se va a revolver todo el mercurio que muchas plantas echaban durante su época y los otros residuos de la planta de celulosa.
Pero el tema de hoy en Skutskär es la preocupación por el empleo.
– Dice la gerencia que tiene que reducir los costos de producción a través de una reducción de 70 puestos de trabajo de los 402 afiliados que tiene el sindicato en la planta, es decir, casi todos los trabajadores, cuenta Kjell Bergqvist, presidente de la seccional del sindicato. Pero se sienten impotentes ante la exigencia arbitraria de la gerencia de Stora Enso.
Agrega que conocía los planes de la gerencia desde el 2004. Cuando los presentan siempre caen como un golpe no avisado.
Hacia Latinoamérica y Asia
Los dueños de Stora Enso entregan la responsabilidad por los futuros empleos a los mismos trabajadores. El consorcio tiene por lo menos 10 plantas en Suecia y les dice a los trabajadores que “las plantas que no son suficientemente rentables, las vamos a cerrar. Así que, si quieren seguir tener un trabajo en Stora Enso, ¡pónganse entonces las pilas!”.
Casi todas las plantas de Stora Enso registran grandes utilidades. Pero no son suficientes. Tres de ellas van a cerrar este año y casi todas las demás tendrán que hacer reducciones de personal este año, según la investigación que hizo el reportero Anders Eld, del semanario de la central obrera.
– La señal de la empresa ha sido muy clara y ha sido la decisión de establecerse en Latinoamérica y Asia. Es más rentable con arboles de eucaliptos que nuestros pinos, 10 años contra el pino que demora 70 años en crecer, listo para el proceso, dice el sindicalista.
Pero no solamente los árboles crecen más rápido. Los salarios son muy diferentes. En países como Suecia hay un nivel de vida más alto debido por el alto grado de afiliación al movimiento sindical. Prácticamente todos los trabajadores en las papeleras suecas son afiliados. Es difícil de mantenerse afuera por la presión de los demás trabajadores. El no afiliado es considerado muchas veces, donde la tradición clasista es vieja y fuerte, como un “parásito” de los demás.
Trabajo infantil
El vicesecretario de organización de la PIT-CNT, Jorge Bermúdez, en el Uruguay, dice que los sueldos de los jornaleros en las plantaciones de eucaliptos son de esclavitud moderna, igual que las condiciones de trabajo. Varias veces se ha descubierto trabajo infantil. No son contratados con estabilidad laboral, sino a través de una empresa “tercerista”. Es el modelo del “mercado laboral flexible”, como lo llaman los economistas neoliberales.
El reportero sube a su carro y se va a otro municipio, 60 kilómetros al occidente de Skutskär donde encuentra Hammarby Bruk, una planta de celulosa. El 1 de abril fue cerrado y 86 trabajadores en un pequeño poblado de 900 habitantes quedaron sin trabajo. Un golpe casi mortal a un pueblo tan dominado por una sola industria.
– Para mi fue un choque, cuenta Conny Jonson, el presidente del sindicato papelero local.
El cierre fue el resultado de un plan de ahorro de la gerencia con el cínico nombre “Utilidades 2007”. Las “utilidades” de los patrones fueron las tumbas para 86 trabajadores con sus familias. El sindicalista está desesperado, tratando de responder todas las preguntas de otros trabajadores sumamente preocupados.
“Monstruos capitalistas”
Todos los conocedores de la industria papelera, tanto los dueños, gerentes como los trabajadores y sus organizaciones de defensa, saben que lo único que se puede ahorrar en esta industria son los costos personales. Los sueldos son una séptima parte de todos los costos. El proceso de producir celolusa y el costo para hacerlo es lo mismo tanto en Suecia como en el Uruguay o Brasil. Las maquinas y el equipamiento tiene el mismo precio en todo el mundo. Pero los sueldos en Suecia son aproximadamente 5-10 veces más altos en el país nórdico que en el Uruguay o Brasil. Entonces, para los dueños de las papeleras que no tienen patria, es muy fácil tomar la decisión de paulatinamente trasladar la producción a otros países en donde la mano de obra sea más barata. Por eso creo que el movimiento sindical en el Uruguay, que ha volteado en su negativa hacia las plantas para ahora estar a favor de ellas, tiene que saber que estas transnacionales van a explotar a los trabajadores hasta su última gota de sudor.
Cuando estuve en el Uruguay a final del mes de octubre del 2005 y entrevisté a Jorge Bermúdez, este subrayó: “Estos monstruos capitalistas no invierten en el Uruguay por otros motivos sino por ganar mucha plata. Entonces, ¿el país gana con eso? es una importante pregunta que había que discutir”.