Carta Abierta a la Corporación Financiera Internacional (Banco Mundial)

El 12 de agosto, en reunión con integrantes del Grupo Guayubira, el Sr. Guillermo Madariaga de la consultora Pacific Consultants Internacional, empresa contratada por la Corporación Financiera Internacional (CFI) para realizar el estudio de los impactos acumulados de las dos fábricas de celulosa a instalarse sobre el río Uruguay, aseguró que “mientras no se termine este estudio no puede haber aprobación de los préstamos por parte del Banco. Esto es parte de un proceso y falta mucho”. Madariaga informó que recién una vez concluido el informe, la CFI definirá si otorga o no los préstamos solicitados por las empresas Botnia y Ence

En ese contexto, resulta sorprendente que pocos días después Madariaga hiciera declaraciones públicas que hacen dudar de la seriedad de la evaluación para la que fue contratado.

En efecto, el consultor afirmó públicamente que las plantas de celulosa de Botnia y Ence son “absolutamente viables”, que están diseñadas con “la última tecnología” que hay disponible en el mundo y que no hay pruebas de que contaminen el medio ambiente.

A lo anterior se agregan otras afirmaciones igualmente preocupantes del consultor, de las que seleccionamos las siguientes:

– dijo que “no encontró un respaldo documental”, que permita asegurar que las plantas de celulosa tengan efectos nocivos y que “hay cosas que la gente dice, pero no hay un respaldo que me diga que esto está mal. Eso no lo he podido encontrar”.

– subrayó su creencia de que la Dirección Nacional de Medio Ambiente de Uruguay “está preparada para controlar” a las nuevas industrias.

– sostuvo que “las plantas que hoy en día operan en el mundo son absolutamente seguras”.

Todo lo anterior es muy grave. Por un lado, porque refleja una serie de opiniones personales que no guardan relación alguna con la situación concreta que se supone debería estar analizando. Por otro lado, porque refleja una ignorancia profunda sobre el propio tema que está evaluando. En efecto:

– pretender que las plantas de celulosa no contaminan es falso, dado que siempre hay cierto nivel –por mínimo que sea- de contaminación.

– afirmar que están diseñadas con la “ultima tecnología” es también incorrecto, dado que existen procesos más avanzados, como el del blanqueo totalmente libre de cloro.

– decir que no ha encontrado respaldo documental que permita asegurar que las plantas de celulosa tengan efectos nocivos, significa simplemente que no lo buscó, dado que existe documentación al respecto, incluso en España y Finlandia.

– es difícil que pueda haber encontrado un respaldo documental a su “creencia” acerca de la capacidad para controlar por parte de los organismos ambientales de Uruguay, dado que hasta ahora es muy poco lo que han podido controlar, tanto en las plantas de celulosa existentes, como en plantas de cemento y muchas otras industrias contaminantes.

– afirmar que “las plantas que hoy en día operan en el mundo son absolutamente seguras” implica su total desconocimiento del tema. Basta con mencionar solo tres casos de los muchos que prueban lo contrario para demostrar su error: 1) el grave accidente de la fábrica de UPM en Finlandia en el 2003; 2) la permanente y documentada contaminación de la fábrica de Ence en Pontevedra, España y 3) la contaminación generada en su propio Chile natal por la recientemente instalada planta de celulosa de la empresa Arauco en Valdivia, dotada de la “más moderna tecnología finlandesa”, que obligó a su cierre por dos meses.

Dado lo anterior, el Grupo Guayubira se ve en la necesidad de alertar al Banco Mundial y a la opinión pública acerca de las graves dudas que dichas declaraciones generan acerca de la seriedad con que la evaluación está siendo llevada a cabo. En caso de que las opiniones del consultor reflejen la posición del Banco, todo haría pensar que esta evaluación sería un mero trámite para aprobar un préstamo que ya se habría aprobado de antemano. Tenemos la esperanza de que esto no sea así y que, informado al respecto, el Banco tome inmediatamente cartas en el asunto.

About Grupo Guayubira

El grupo "Guayubira", fue creado en mayo de 1997, para nuclear a personas y organizaciones preocupadas por la conservación del monte indígena y por los impactos socioeconómicos y ambientales del actual modelo de desarrollo forestal impulsado desde el gobierno. El grupo aspira a tener incidencia a nivel nacional y local para implementar medidas que ayuden a la conservación del monte indígena y a modificar el actual modelo insustentable de desarrollo forestal basado en los monocultivos de árboles a gran escala.
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