Trixis
praestans:
un arbusto indígena sin nombre
Ricardo Carrere,
octubre 2004
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En Uruguay existen algunas especies de árboles
o arbustos que históricamente han pasado desapercibidos
para la inmensa mayoría de la población. Tan es
así, que ni siquiera han recibido un nombre común
asignado por la gente y sólo se les conoce bajo su nombre
científico por parte de un escaso número de botánicos
y personas particularmente interesadas en el monte indígena.
En algunos casos, tal falta de “bautismo” puede
deberse a que son especies escasas o de poca utilidad. Sea por
la razón que fuere, lo cierto es que para la mayoría
de la gente estas especies parecen no existir.
Tal es el caso de un arbusto de nombre Trixis
praestans, cuya presencia ha sido escasamente documentada en
la región donde se desarrolla (Uruguay, Paraguay, litoral
sur de Brasil y nordeste argentino). Si bien existe una detallada
descripción botánica de la especie, es poco lo
que se ha escrito acerca de su distribución en el país,
de su comportamiento y cualidades.
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Por tal razón, en este trabajo se intenta reunir
la información disponible, a la vez que agregar observaciones
personales del autor a partir del ejemplar de Trixis praestans plantado
en su jardín montevideano. Para quienes deseen conocer la descripción
botánica de esta especie, se anexa al final la realizada por
Lombardo (1979).
Evitando confusiones
Lo primero a destacar es la gran similitud de sus hojas
con las del tabaquillo de monte (Solanum mauritianum), especie mucho
más común en el país. Tal es así, que
encontramos una referencia en Argentina donde el Trixis es llamado
“tabaco del monte” (Marino y Pensiero 2003) y otra donde
se le asigna el nombre de “humo bravo” y “tabaquillo
de monte” (Katinas 1966). Ambas especies se caracterizan por
poseer hojas relativamente grandes (de unos 15-20 cm. de largo por
5-10 de ancho), cubiertas de pelos y de parecido color, por lo que
resulta fácil confundirlas en su estado juvenil (salvo que
se observe la base del pecíolo del Solanum mauritianum, que
presenta “dos hojitas axilares que semejan estípulas”)
(Jardín Botánico s.f.).
Trixis praestans |
Solanum mauritianum
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- Tabaquillo
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Para aumentar la confusión aún más, Pérez
Piedrabuena (2004) dice que “al restregar sus hojas desprende
un olor similar a las hojas del tabaquillo ... pero menos fuerte”.
Trixis praestans |
Solanum mauritianum - Tabaquillo |
Sin embargo, las flores y frutos del Trixis son totalmente
distintos a los del tabaquillo. Las flores (denominadas “capítulos”)
son blanquecino-amarillentas y despiden un perfume dulzón agradable,
en tanto que sus frutos son secos y pequeños, reunidos en grupos
como en el caso del conocido “copete” (Tagetes erecta
y T. patula), tan común en los jardines. Su maduración
sexual es muy rápida, ya que comienza a florecer a partir del
tercer o cuarto año.
Trixis praestans
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Solanum mauritianum - Tabaquillo
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Cada fruto (“aquenio”) está provisto
de una especie de paracaídas, que facilita su dispersión
por el viento. El tabaquillo posee en cambio frutos carnosos muy apetecidos
por distintas aves, que son entonces las encargadas de la diseminación
de sus semillas a grandes distancias.
Una forma de crecimiento
diferente
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Al decir de Lombardo (1964), “su desarrollo es algo desordenado”,
lo cual, sin ser peyorativo, describe perfectamente la forma en
que este arbusto se desarrolla. En efecto, si bien inicialmente
desarrolla un fuste único y recto, al poco tiempo comienza
a emitir nuevos vástagos, tanto a nivel del suelo como
desde distintas alturas, que rápidamente alcanzan uno o
dos metros de largo. Si bien su altura total generalmente se ubica
en torno a los 2 o 3 metros, su forma “desordenada”
de crecer esconde su rapidez de crecimiento, que se manifiesta
en el largo de sus numerosas ramas. |
De acuerdo con Katinas (1996), el Trixis praestans se
caracteriza además por poseer “tallo apoyante”.
En realidad, no sólo su tallo, sino la mayoría sus ramas
tienen esa tendencia.
En efecto, muchas de sus múltiples
ramificaciones se apoyan, o bien sobre el suelo, o bien sobre
otros árboles o elementos próximos e incluso sobre
otras ramas del mismo arbusto. En el caso del Trixis existente
en mi jardín, al segundo año de plantado tuve
que ponerle un tutor para que su tallo principal no se apoyara
sobre el suelo. Dado que se encuentra cerca de una pared cubierta
por una enredadera, algunas de sus ramas crecieron apoyándose
sobre esa pared y mezclándose con la enredadera, con
el resultado de que duplicaron en altura al resto de la planta.
(ver foto: Trixis sobresaliendo sobre la pared)
Esa cualidad de ser “apoyante” se debe a la conjunción
de dos factores: su crecimiento y el tipo de madera que produce.
En cuanto al crecimiento, el hecho es que el Trixis emite muchas
ramas que crecen muy rápidamente en extensión
(entre uno y tres metros en una temporada de crecimiento).
En lo referente a su madera, la misma es muy poco
consistente. El resultado es que las largas ramas tienden a
caer por su propio peso y a apoyarse sobre lo que se encuentre
más cerca. Refiriéndose al tallo, Katinas (1996)
dice que “la médula está constituida por
tejido parenquimático”, o sea, poco lignificado.
He observado en mi jardín que el corte de una rama del
último año muestra al interior un tejido blancuzco
y blando, que poco se asemeja a lo que comúnmente se
entiende como madera, lo que explica su escasa capacidad de
sostén. Las ramas se caracterizan además por ser
muy quebradizas.
Es interesante también señalar que
luego de una fuerte granizada se pudo observar importantes daños
en la mayoría de sus ramas (corteza rota y pequeños
hoyos en la madera), aunque sin que llegaran a resultar quebradas.
También se destaca que las hojas secas
permanecen adheridas a las ramas durante bastante tiempo (como
“colgadas”), lo cual resulta un hecho poco común. |
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Necesidades en materia de
suelo e insolación
Katinas (1996) describe a esta especie como “planta
heliófila que crece sobre suelos modificados a los costados
de los caminos, capueras [campos abandonados], laderas pedregosas
y bordes de ríos, a veces en el interior de bosquecillos y
montes”.
En Sganga et al (1984), el Trixis aparece mencionado
en montes de parque, ubicados en suelos neutros a ligeramente alcalinos
y en suelos muy fértiles. Por esa razón, los autores
del estudio lo clasifican como especie calcícola, grupo que
definen como “especies que prosperan en suelos ricos en carbonatos
de calcio, que coinciden con los de mayor fertilidad”.
Basso y Pouso (1992), catalogan al Trixis como especie
heliófila (que requiere sol directo para su desarrollo), pero
agregan que se trata de una “especie heliófila por sus
características anatómicas, pero muy tolerante a las
condiciones de sombra, lo cual se evidencia pues se la encontró
la mayoría de las veces creciendo bajo la cubierta arbórea”.
Inversamente, Lombardo (1979) describe a este arbusto
“como preferentemente subxerófilo y subesciófilo
[es decir, que prefiere lugares relativamente secos y sombreados],
aunque puede ser hallado a plena luz y en lugares algo húmedos”.
Interacciones con insectos
En Argentina el Trixis es nombrado en relación
con la producción melífera. En un estudio llevado
a cabo en Corrientes, Argentina, con especies melíferas
nativas y exóticas (Salgado s.f.), se comprobó
que se encontraba entre las especies con “flores intensamente
visitadas” y que en ellas había “gran cantidad
de abejas trabajando”.
Katinas (1996) dice que “sus flores son
muy perfumadas y atraen a los insectos, en especial a las abejas”.
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En mi jardín he constatado que sus hojas resultan
muy apetecibles para el caracol común de jardín y he
observado la presencia de una larva de mariposa no identificada, que
se estaba alimentando de sus hojas.
Una especie poco frecuente
En la publicación “Flora indígena”
del Jardín Botánico (s.f.), se dice que “aparece
en el sureste de nuestro territorio”, y Lombardo (1979) la menciona
para la Sierra de las Animas en Maldonado. Sin embargo, el Trixis
también aparece en otras partes del país, aunque siempre
como especie poco frecuente.
En Sganga et al (1984), el Trixis es mencionado entre
el río Daymán y el arroyo San Antonio, al norte de Paysandú,
aunque cabe mencionar que en ese relevamiento no se lo halló
más al norte (desde el río Daymán a pueblo Belén
en Salto).
Berruti y Majó (1981) mencionan al Trixis en
Paysandú (margen norte de la desembocadura del río Queguay).
Sin embargo, no aparece en el detalle de ninguna de las parcelas estudiadas,
lo que estaría mostrando que se trata de una especie poco abundante
en esa zona.
Los dos casos anteriores prueban que el área de dispersión
del Trixis praestans no se reduce al sureste del país. Sin
embargo, resulta claro que es en esta última zona donde se
da con mayor abundancia.
Dicha conclusión se fundamenta en 3 hechos:
1.- Por un lado, porque existen estudios detallados
en Rivera en el arroyo Lunarejo (Berruti y Majó 1981), en la
Gruta de los Helechos en Tacuarembó (Firpo et al. 1997), en
el río Yí (Nin 1981), en la Sierra Mahoma en San José
(Chebataroff 1944), donde el Trixis no es mencionado en absoluto.
2.- Por otro lado, porque hay varios estudios (aunque
menos detallados) en otras zonas del país, donde no se hace
mención alguna a esta especie, lo que estaría indicando
su ausencia o al menos su escasa frecuencia. Tal es el caso en la
zona de Tambores en Tacuarembó (Chebataroff 1938), río
Cebollatí (Porcile 1987), Valizas-Cabo Polonio (Porcile 1988),
arroyo Tres Cruces Grande en Artigas (Praderi 1958), río Uruguay
medio (Praderi 1959), islas del río Uruguay medio (Praderi
1977); algarrobales del río Uruguay (Rolfo 1970), región
de Palleros en Cerro Largo (Rosengurtt 1943).
3.- A lo anterior se suma que la mayor presencia de
Trixis praestans ha sido constatada en estudios realizados en el sureste
del país. Tal es el caso del trabajo de Bastón (1983)
en la Sierra de las Animas donde en 7 de las 16 parcelas instaladas
aparece el Trixis en porcentajes que varían entre un mínimo
de 1,2% a un máximo de 8,6%. El autor dice que “El Trixis
no aparece en la ladera baja y media. Solo aparece entre la ladera
media y alta. Aquí hay más insolación”
(lo que apoyaría la tesis de que se trata de una especie heliófila).
Pero aún en este caso, el Trixis no es mencionado entre las
especies más abundantes.
En su estudio en la Quebrada de los Cuervos (1992),
Basso y Pouso mencionan la presencia de Trixis pero sin aportar detalles
ni en cuanto a su frecuencia ni a su ubicación.
En su relevamiento en el Parque Nacional San Miguel,
Rocha, Major y Torighelli (1987), encuentran al Trixis en monte serrano
y monte de quebrada, aunque no así en el monte ribereño.
Si bien tampoco aquí se detalla su frecuencia o ubicación,
se observa buena regeneración de varias especies, entre las
que se menciona al Trixis.
A su vez, Alonso y Bassagoda (1999) realizan un detallado
estudio del bosque y matorral espinoso psamófilo (ubicados
en arenales costeros del litoral sur), desde el arroyo Pando hasta
el arroyo Chuy en la frontera con Brasil y sólo encuentran
al Trixis formando parte del matorral espinoso psamófilo en
El Caracol e integrando el bosque psamófilo en Benicio Pereira
(ambos en el departamento de Rocha). En los dos casos su frecuencia
es catalogada como "ocasional, esporádicamente encontrada".
La hipótesis de la
mosca
La escasa presencia del Trixis en algunas zonas
del país puede deberse a distintos factores ambientales
(características químicas de los suelos, nivel
de humedad en el suelo, salinidad extrema, etc.) y seguramente
todos ellos juegan un papel. Sin embargo, cabe destacar que,
aún allí donde más abunda, nunca es una
especie demasiado frecuente.
Una hipótesis que podría explicar ese hecho es
la intervención de una mosca, cuya larva se alimenta
de las semillas cuando éstas aún no han madurado.
La observación fue hecha en el ejemplar existente en
mi jardín. Los botones florales del Trixis comienzan
a aparecer a fines de junio, las flores abren en setiembre y
los frutos maduran en noviembre. Sin embargo, entre setiembre
y octubre el interior de cada flor contiene varios gusanitos
de color crema-blanquecino y cabeza negra, de unos 3 mm de largo
por 1 mm de ancho, que están hundidos en forma paralela
a la flor haciendo un movimiento ondulatorio y alimentándose
de las semillas. Cuando el fruto madura, las semillas son vanas
y en su lugar hay una especie de “semilla” negruzca
que es en realidad la crisálida de una pequeña
mosca. De acuerdo con la entomóloga Gabriela Grille,
se trata de una mosca perteneciente a la misma familia que la
mosca de la fruta (Tephritidae). Sin embargo, como no había
registros de esta especie de mosca en particular, se logró
identificar un estudio en Brasil (López de Prado, s.f.),
donde Trixis praestans aparece como hospedero de una mosca de
esa familia (Tomoplagia costalimai). Como se trata de asociaciones
muy específicas entre insecto y planta, cabe pensar que
se trata de esa misma especie.
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Ello explicaría porqué una especie de
tan abundante floración como el Trixis no se disemina como
podría hacerlo en caso de que todas sus semillas fueran viables.
Una forma de supervivencia
diferente
Vinculado a lo anterior, es importante destacar
que esta especie posee lo que se llama "raíces gemíferas",
lo que constituye una forma de propagación complementaria
de la reproducción por semillas (que en este caso reviste
particular importancia debido a la acción de la mosca Tomoplagia
costalimai). En efecto, en agosto de 2004 observé que al
pie del ejemplar existente en mi jardín habían nacido
cuatro pequeñas plantas |
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de Trixis (de entre 10 y 50 cms de
altura). Al intentar trasplantarlas, descubrí que no se
trataba de plantas nacidas de semilla, sino que habían
crecido a partir de la raíz de la planta madre. Las cuatro
plantas fueron trasplantadas exitosamente a macetas. |
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Distribución en la
región y en Uruguay
Katinas (1996) menciona la presencia del Trixis
praestans en varias localidades de los estados brasileños
de Minas Gerais, Sao Paulo, Río de Janeiro, Santa Catarina
y Río Grande do Sul.
En el caso de Paraguay, sólo aparece mencionado
en un “Dpto. no localizado” al norte del Piribebuy
(Katinas 1996). En comunicación personal con el Ing.
Forestal paraguayo Fernando González (2003), éste
informa que en una publicación de 1998 se menciona que
hasta esa fecha en su país se había registrado
la especie una sola vez y que en ese mismo material se cita
su nombre en guaraní: (ka'á namú), pero
sin aclarar el significado (ka’á se traduce como
selva y namú parece derivar de “inambú”,
que significa perdiz aunque no queda clara la relación
entre este arbusto y la perdiz). González agrega que
"una botánica colectó esta especie en dos
cerritos bastante pedregosos y que otros botánicos citan
la especie asociada a los algarrobales y a los bosques hidrófilos
aledaños a los esteros del
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Iberá en Argentina", lo cual coincide
a grandes rasgos con la información detallada más arriba
para el caso de Uruguay.
En Argentina se constata su presencia en las provincias
de Chaco, Misiones, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos
Aires (Katinas 1996).
En lo concerniente a Uruguay, Katinas (1996) menciona su
presencia en Salto, Paysandú (arroyo Negro), Río
Negro (orillas del río Uruguay, Rincón de las
Gallinas, arroyo de los Patos, Estancia de Goenaga, San Javier),
Treinta y Tres (Quebrada de los Cuervos), Colonia (arroyo Rosario,
Riachuelo, Colonia, zona Puerto Franco, entre Nueva Palmira
y arroyo Víboras, Conchillas), Montevideo; Maldonado
(Ruta 9, km. 95, sendero que va a la Sierra de las Ánimas,
ruta Pan de Azúcar-Minas, arroyo Pan de Azúcar)
y Rocha (Castillos, Santa Teresa, Parque San Miguel).
A su vez, Eduardo Alonso Paz (2004) aporta datos, basados en
consultas realizadas en el Museo de Historia Natural y en la
Facultad de Agronomía, aparte de colectas propias ingresadas
al herbario de la Facultad de Química, donde se constata
la |
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En comunicación personal (agosto 2004), Marcelo
Pereira Machín dice haberlo hallado en el camino que se dirige
al Saladero Guaviyú, departamento de Paysandú, justo
antes de entrar en el Saladero.
Por su parte, Grela (2004) lo ubica en los mismos departamentos
mencionados y agrega también a
Soriano
En base a todos los datos aportados, tenemos entonces
que la presencia de esta especie ha sido constatada en el litoral
del río Uruguay (Salto, Paysandú, Río Negro,
Soriano y Colonia), litoral sur (Colonia, Montevideo, Maldonado, Rocha)
y en el Este del país (Treinta y Tres, Cerro Largo).
Una tarea incompleta
Dada esa distribución en el país y tomando
en cuenta que también se extiende hacia Río Grande do
Sul y a las provincias argentinas que limitan con nuestro país
(ver mapa de distribución geográfica), todo hace pensar
que la especie no debería limitarse a los 10 departamentos
donde su presencia ha sido documentada (Cerro Largo, Colonia, Maldonado,
Montevideo, Paysandú, Río Negro, Rocha, Salto, Soriano
y Treinta y Tres), sino que debería estar presente en prácticamente
todos los departamentos del país, en particular en aquellos
que limitan con otros donde su presencia ha sido constatada (Canelones,
Lavalleja).
Resulta particularmente extraño que su presencia
no haya sido documentada en el centro-sur y suroeste del país
(dado que se le ha encontrado al noroeste y sureste), aunque ello
puede deberse a la escasez de estudios florísticos en esa zona
unidos a su característica escasa frecuencia.
Parece entonces muy probable que nos encontremos ante
una tarea incompleta en cuanto al mapeamiento del área de distribución
de esta especie en nuestro país y aspiramos a que el presente
artículo sirva de aliciente para que en futuros estudios florísticos
se ponga especial énfasis en la búsqueda de individuos
de Trixis praestans en los departamentos en los que aún no
ha sido hallado. Y quizá, hablando con la gente de campo, ¡a
lo mejor hasta resulta que se le encuentre finalmente un nombre!
Agradecimientos
El autor desea agradecer la colaboración recibida
de Eduardo Alonso Paz, Rosario Beyhaut, Carlos Brussa, Fernando González,
Gabriela Grille y Marcelo Pereira Machín.
Notas
Tanto el contenido como las fotos del presente artículo
(tomadas por el autor) pueden ser reproducidos sin necesidad de autorización
previa. Por preguntas, comentarios, sugerencias o información
adicional, por favor dirigirse a Ricardo Carrere a la siguiente dirección:
rcarrere@wrm.org.uy
Fuentes consultadas
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Paz sobre la ubicación de Trixis praestans (http://www.chasque.net/guayubira/monte/trixis2.html)
- Alonso Paz, Eduardo & Bassagoda, María Julia (1999).-
Los bosques y matorrales psamófilos en el litoral platense
y atlántico del Uruguay. Comunicaciones Botánicas del
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descripción de la flora arbórea y arborescente de la
Quebrada de los Cuervos, Departamento de Treinta y Tres. Montevideo
(2 tomos), Facultad de Agronomía
- Bastón, Julio (1983).- Estudio de la flora arbórea
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- Berrutti, Andrés & Majó, Héctor (1981).-
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(s.f.).- Flora Indígena. Curso de conocimiento y reconocimiento.
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de Paseos Públicos.
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- López de Prado, Paulo (s.f.).- Determinantes de Ampla Escala
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(Diptera) Endófagos de Capítulos de Asteráceas.
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http://nepam.unicamp.br/teses/paulo_pardo_tese_dout.pdf
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- Porcile, Juan (1987).- Informe relativo a la realización
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Nº10. Montevideo, MAP, Dirección de Suelos
Anexo 1
Descripción botánica de Lombardo
En su libro de 1979 (ver términos botánicos
en el glosario del Anexo2), Lombardo describe al Trixis praestans
de la siguiente manera:
“Arbusto indígena preferentemente
subxerófilo y subesciófilo [es decir, que prefiere
lugares relativamente secos y sombreados], aunque puede ser
hallado a plena luz y en lugares algo húmedos”.
Lombardo continúa diciendo que “se
eleva hasta casi 3 metros de altura y su desarrollo es algo
desordenado; ramas, pecíolos, ejes florales y pedicelos
cubiertos de densa pubescencia. Hojas alternas, blandas, oval-elípticas,
agudas, de base cuneada o ampliamente cuneada, largas de 10-22
cms., íntegras o con dientes de reducido tamaño
los que a veces son poco visibles, con pubescencia en ambas
caras, más densa en la inferior; pecíolo de 1,5-2
cms”.
En cuanto a sus flores, Lombardo las describe
como “capítulos dispuestos en subcorimbos apanojados,
involucro acampanado y largo de 1 cm.; receptáculo piloso;
flores isomorfas, blanquecinas, amarillentas o (Atilio Lombardo,
1964) anaranjadas, corola bilabiada de casi 1 cm. de larga”.
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Sus frutos son descritos como “aquenios cilíndricos,
pilosos, de ½ cm. de largo, vilano de unos 8 mm. de largo”.
Anexo 2
Glosario (términos tomados de Lombardo
1964 y 1979 y de Jardín Botánico s.f.)
Aquenio: Fruto seco, monospermo, indehiscente
y cuyo pericarpio no está adherido a la semilla
Bilabiada (ver labiada)
Cáliz: Verticilo externo del perianto, compuesto
de sépalos
Capítulo: Inflorescencia cuyas flores sésiles
están sobre un receptáculo común rodeado por
brácteas
Corola: Verticilo interno del perianto, compuesto
por pétalos
Corimbo: Inflorescencia algo parecida a la umbela
(sombrilla), pero en la que sus ejes secundarios parten del primario
a distintas alturas
Cuneada: En forma de cuña
Dehiscente: Que se abre por si solo
Estípulas: Apéndices por lo general
foliáceos y en número par que se sitúan a cada
lado de la base de algunas hojas
Gamopétala: Cáliz de sépalos
soldados entre si
Indehiscente (ver dehiscente)
Involucro: Conjunto de brácteas que envuelven
o rodean a las flores de ciertas inflorescencias
Isomorfo/a: Que tienen la misma forma
Labiada: Corola gamopétala o zigomorfa dividida
en dos partes o labios
Monospermo: Que encierra una sola semilla
Panícula: Inflorescencia con un eje central
donde los ecundarios son mayores en la base de ella y gradualmente
menores a medida que e acercan a la extremidad. Racimo de racimos
Panoja: Igual que panícula (ver panícula).
A veces se da el nombre de panoja a la panícula muy ramificada
Pecíolo: Pie que sostiene a la hoja
Pedicelo: Pequeño pecíolo o pequeño
pedúnculo; pie de segundo orden
Perianto: Piezas floras que envuelven los órganos
sexuales de la flor. Normalmente integrado por cáliz y corola
Pubescencia (ver pubescente)
Pubescente: Que tiene numerosos pelos pequeños,
finos, suaves, pero que no impiden ver la epidermis
Receptáculo: en las inflorescencias de tipo
capítulo, el lugar donde se insertan las flores.
Sésil: Sentado, sin pie
Subcorimbos apanojados (ver corimbo y panoja)
Vilano: Conjunto de pelos o escamas que aparecen
en la parte superior del fruto procedentes de la transformación
del cáliz
Zigomorfa: Con un solo plano de simetría