El bosque natural uruguayo:
caracterización general y estudios de caso.

Ricardo Carrere

índice
página anterior

ESTUDIO DE CASO Nø 11.

TIPO DE BOSQUE: De parque.

FUENTE: Rolfo, Marta. Estudio del género Prosopis en el Uruguay, 1970.

La formación de parque arbolado se caracteriza desde el punto de vista forestal por la presencia de árboles y arbustos mesoxerófilos que aparecen por lo general en el borde exterior del monte ribereño y, alejándose de las corrientes de agua avanzan en la pradera. En algunas localidades las masas tienen una densidad de 700-1200 árboles por hectárea, luego se hacen más ralas y suelen terminar en árboles aislados.

Las especies del género Prosopis (algarrobo y ñandubay) dan carácter a esta formación, presentándose en consociaciones y más frecuentemente en asociaciones que varían según los lugares, siendo frecuentes el espinillo, chañar, quebracho blanco, palma caranday, tala, molle, coronilla y algunos arbustos.

El área de dispersión del género Prosopis en el Uruguay abarcaría una franja que se extiende a lo largo del río Uruguay, desde el río Cuareim (Artigas) hasta el río San Juan (Colonia). Esta franja, de pocos kilómetros de ancho en la mayor parte de su extensión, penetra hacia el Este siguiendo los principales afluentes del río Uruguay. Por el curso del río Negro llega a la desembocadura del Yí y continúa el curso de este río hasta el arroyo de Caballero. Esta localización está a aproximadamente 130 kilómetros del río Uruguay y marcaría el extremo Este del área de dispersión.

La autora brinda información detallada acerca de la dispersión de los algarrobales por departamento. Dada la importancia de esta información, consideramos útil transcribir sus partes medulares, aunque prescindiendo de las comillas para facilitar su lectura.

Departamento de Artigas:

El área de dispersión de las especies del género Prosopis sigue el curso del río Uruguay en una franja que se extiende hacia el Sur desde la desembocadura del Cuareim y proximidades de Bella Unión, donde el monte de algarrobo es importante por su extensión y densidad.

Siguiendo el curso del río Uruguay existe cierta continuidad en las localizaciones de montes de algarrobos en asociaciones principalmente con espinillos. Desde el arroyo Itacumbú y su afluente Zanja Honda, los algarrobales se extienden en los arroyos Lenguazo, Ñaquiná, del Tigre y Guaviyú. En esta zona existen montes muy densos que ocupan superficies superiores a las 1.000 h s.

En las propiedades de Silva y Rosas, Estancia el Tigre, el algarrobal denso ocupa una superficie de aproximadamente 500 hectáreas (h s.), y se extiende en núcleos y árboles aislados abarcando una superficie estimada en 2.000 h s. Más al Sur el monte pierde densidad hasta llegar al arroyo Yacuy donde se encuentran árboles aislados.

Siguiendo el límite Norte se presentan montes de algarrobos que se extienden en poca densidad en la pradera y se hacen densos en la desembocadura del arroyo Yucutujá y sus afluentes a la altura de su curso inferior; más al Este siguiendo el Cuaró existen montes de cierta extensión en buenas tierras y terrenos lixiviados; siguiendo el arroyo Tres Cruces se presentan montes de reducida extensión y árboles aislados hasta la desembocadura del arroyo Pelado.

Siguiendo el curso del Cuareim y ya a la altura de la cañada Ñandubay existen pequeños núcleos y árboles aislados y la ubicación más al Este se presenta en el arroyo Yacaré hasta próximo al pueblo Bernabé Rivera.

El área de dispersión en el límite Norte del Departamento se extiende en las secciones 7a., 6a., 5a. y 4a. zona en general de suelos profundos de permeabilidad lenta.

Departamento de Salto.

Muy poco frecuente son las consociaciones del género Prosopis. Estos se hallan generalmente en asociaciones en que predomina por su frecuencia el espinillo, aunque hemos localizado algunos rodales, no así montes, ocupando grandes extensiones. Sin embargo, el área de dispersión abarca desde el límite Norte del departamento en el curso del arroyo Yacuy hasta el río Daymán, límite Sur, en una franja que sigue el río Uruguay. El ancho de esta franja es muy variable y va desde pocos centenares de metros marcando el límite exterior del monte ribereño, hasta alcanzar varios kilómetros en las desembocaduras de algunos cursos de agua. La penetración hacia el Este se presenta siguiendo el cauce de los ríos Arapey Grande, Arapey Chico y arroyos Itapebí Grande e Itapebí Chico.

El Ing. Agr. Eliseo J. Chaves, Jefe de los Servicios Agronómicos de Salto, complementando la información dada en un mapa de localización de los Prosopis en ese departamento expresa: "Otras zonas, pobladas originariamente de algarrobales importantes, pagaron tributo al hacha y al arado, quedando reducidos a ejemplares aislados que sirven para localizar el área de dispersión primitiva".

En las inmediaciones del arroyo Yacuy se encuentran algunos algarrobos aislados.

En la margen sur del río Arapey próximo a su desembocadura (7a. sección) se encuentran algunos núcleos de algarrobos y por el curso de este río hasta el extremo norte de la 9a. sección. No hay en esto continuidad ya que desde las proximidades de Palomas y siguiendo hacia el Este, pasando por el poblado de Saucedo hasta el arroyo Tangurupá no se encuentran algarrobos. En el Paso de Tangurupá se hallan algunos ejemplares, los que marcarían la localización más distante en relación al río Uruguay (aproximadamente 40 kilómetros).

Siguiendo el arroyo Espinillar desde sus puntas hasta su desembocadura en el río Uruguay se encuentran algarrobos en montecitos donde la asociación con espinillo es muy frecuente. Los suelos son muy diversos: tierras negras, bancos de cantos rodados y blanqueales. Siguiendo la Ruta 3, hacia el Norte a la derecha, próximo al arroyo Espinillar hay un blanqueal de cierta extensión en un bajo donde se presenta una asociación de algarrobos con quebracho blanco. Hay grandes ejemplares de Prosopis nigra. En el establecimiento ANCAP, siguiendo el arroyo Espinillar, los algarrobos en asociación con espinillos ocupan tierras negras, pero alejados del arroyo se hallan también sobre bancos de cantos rodados.

Sobre el arroyo Itapebí Grande y arroyo Itapebí Chico se encuentran algunos pequeños núcleos y algarrobos aislados, y m s al sur, sobre el arroyo San Antonio Grande y su afluente el San Antonio chico. En esta zona los suelos son muy fértiles.

En la rinconada que forma el río Daymán en su desembocadura en el Uruguay (5a. sección), hay algunos rodales y montes de cierta extensión.

Departamento de Paysandú.

La presencia de algarrobos tiene continuidad en una franja que sigue el curso del río Uruguay. La penetración hacia el Este se hace en las cuencas del río Daymán y principalmente en el río Queguay donde se localizan montes extensos y densos. También en la cuenca del arroyo Negro, límite sur del departamento se localizan montes de importancia.

Partiendo del río Daymán hacia el Sur se encuentran núcleos y árboles aislados: la Cañada de los Capones, arroyo Hervidero Grande, desembocadura del arroyo Chapicuy Chico, arroyo Chapicuy Grande y arroyo Guaviyú, donde el monte tiene mediana densidad y se dispersa en árboles aislados hasta próximo a sus puntas, algo más al Este del arroyo Sarandí Grande.

Desde el arroyo Guaviyú, siguiendo el curso del río Uruguay, el monte continúa sin interrupción, pero con marcadas diferencias en extensión y densidad, hasta el arroyo Malo y arroyo San Pedro. En esta zona existieron montes extensos y densos, pero al instalarse las Colonias Chapicuy y Horacio Ros de Oger se libraron a la agricultura grandes superficies y fue necesario explotar y destroncar parte del monte, pero aún existen núcleos de algarrobos de cierta importancia.

Siguiendo hacia el Sur, entre el arroyo San Pedro, Sauce del Uruguay y arroyo Quebracho (Estancia La Favorita y Estancia Santa Rita) el algarrobal ocupa una superficie de aproximadamente 1.000 hás. Este monte toma contacto con los ubicados en los bucles que forma el río Queguay y en su desembocadura (Rincón Grande y Rincón Chico del Queguay). Estos montes ocupan aproximadamente 1.200 hás. En el Rincón Grande el monte es denso y en gran parte predomina el espinillo como consecuencia de una mala explotación del monte.

Al sur del río Queguay se localizan núcleos de algarrobos y entre el arroyo Calden y arroyo San Francisco Chico y San Francisco Grande, hay montes de mediana densidad, los que se continúan en núcleos y árboles esparcidos hasta Nuevo Paysandú, para llegar, siguiendo la costa, hasta la ciudad de Paysandú (Playa el Chorro, Playa Callejas).

Después de la ciudad de Paysandú hacia el Sur se encuentran montes de poca densidad, algarrobos esparcidos en el curso del arroyo Sacra y Arroyo Sauce, siguiendo hasta la desembocadura del arroyo Negro.

La cuenca del arroyo Negro, limitada por la Cuchilla del Rabón, tiene una red de tributarios densa, de la que se destaca el arroyo del Rabón y sus afluentes. La existencia de montes de algarrobo, núcleos y árboles espaciados continúan desde las puntas del arroyo Negro hasta su desembocadura en el Río Uruguay. Aquí se localiza un monte extenso de densidad muy variable que se hace muy disperso en las proximidades de sus afluentes: arroyo Coronilla, arroyo Cange, arroyo Curupí y gana en extensión y densidad al recibir el arroyo del Rabón.

Luego se presentan núcleos pequeños y árboles aislados. En la desembocadura de su afluente el arroyo el Gato y más hacia las puntas de éste se localizan montes de mediana extensión. Siguiendo el curso del arroyo Negro hacia sus puntas sólo se encuentran algarrobos aislados y pequeños grupos en las proximidades del Paso de la Arena.

En el curso del arroyo del Rabón y sus afluentes existen núcleos de algarrobos y árboles aislados; en la barra del arroyo Celestino hay montes de mediana extensión y densidad (Estancia Santa María) y más al Norte hay montes muy densos y extensos, en la Estancia El Rabón y la desembocadura del arroyo Valdez.

Los conocimientos que tenemos hasta el presente sobre la existencia de algarrobos en la cuenca del río Daymán no nos permiten hacer mayores precisiones para esa extensa región. No hemos llegado a localizar grandes masas. Lo más frecuente son pequeños montes poco densos ubicados siguiendo las corrientes de agua y árboles aislados, a veces a gran distancia, lo que hace suponer que no han estado relacionados.

La designación geográfica de algunos lugares, como Cañada del Ñandubay, Paso del Algarrobo, puede suponer la existencia de montes pero sólo se hallan árboles aislados. Hemos solicitado información sobre este particular y vecinos de Paso del Algarrobo nos manifestaron que no tienen referencia sobre la existencia, en el pasado, de algarrobales en ese lugar.

En la desembocadura del río Daymán hay montes de algarrobos poco extendidos y de poca densidad; son árboles que se encuentran dispersos en el exterior del monte ribereño. Siguiendo el curso del río aparecen pequeños núcleos y algarrobos aislados en arroyo Tomás Paz, Carumbé y Cañada Ñandubay. Más al Este, árboles aislados en el Paso del Algarrobo y cerca del comercio Simean.

La cuenca del Queguay, en lo que respecta a la presencia de algarrobos, tiene características distintas. Si bien no presenta la continuidad de la franja que bordea el Río Uruguay, se alternan zonas donde aparecen árboles y lugares ocupados por verdaderos algarrobales.

En la desembocadura del río Queguay ya hemos citado los algarrobales localizados en Rincón Grande y Rincón Chico. Siguiendo hacia el Este existen montes extensos y densos en la rinconada que forma el arroyo Capilla Vieja al desembocar en el Queguay: en el arroyo Juncal, en el Rincón de los Gauchos (Estancia Soneira) en el Queguay, en las inmediaciones de la laguna de los burros, en los arroyos Ñacurutú Grande y Nacurutú Chico, arroyo Guayabos y Arroyo Santa Ana cerca del puente sobre Ruta 4. Esta parecería la localización más al Este en el departamento de Paysandú. De las localizaciones citadas el algarrobal más extenso se encontraría en la Estancia La Beba de Lichero Hnos.

En la margen norte del Queguay en la desembocadura del río Queguay Chico existen montes de algarrobos en el Rincón de Pérez (Estancia Confico).

Resumiendo lo expuesto en cuanto a localizaciones, para acotar algunas referencias sobre topografía y suelo, se destaca en primer término que los algarrobales de mayor extensión y densidad se encuentran entre el arroyo Malo, arroyo San Juan Grande, arroyo Sauce del Uruguay, desembocadura del Queguay y cuenca del arroyo Negro y arroyo Rabón.

Departamento de Río Negro.

Las localizaciones de algarrobales, rodales y árboles aislados se presentan en este departamento siguiendo el curso del río Uruguay y penetran hacia el Este por sus principales afluentes, el río Negro (límite Sur) y el arroyo del mismo nombre (límite Norte) y una intensa red de arroyos y cañadas. En algunos lugares los algarrobales ocupan aún superficies de centenares de hectáreas. Hasta no hace muchos años los algarrobales ubicados en la franja que sigue al río Uruguay, curso inferior del río Negro y Rincón de las Gallinas, ocupaban miles de hectáreas de tierras fértiles que fueron destinadas a cultivos. Por otra parte la intensificación de la ganadería trajo aparejada, en algunos casos, la eliminación del monte y en otros el aclareo con el propósito de "ganar campo".

Actualmente se están explotando montes en establecimientos de mediana extensión y también en grandes establecimientos como en el caso de la Estancia El Algarrobo. Cabe señalar que algunos montes reciben cierta atención: aclareos, eliminación de especies de poco valor, limpiezas y levante de fuste.

Para establecer las localizaciones partimos del límite norte del departamento, siguiendo el curso del río Uruguay. En la desembocadura del arroyo Negro (Estancia Bella Vista) existen pequeños núcleos y algarrobos en asociaciones en que predomina por su frecuencia el espinillo. Estos montes han sido talados en varias oportunidades y en parte se han renovado, pero no se les prestó ningún cuidado.

Siguiendo hacia el sur hay algarrobales de importancia en la barra del arroyo Román, Farrapos y Nueva Mehlem. Aquí también se han librado tierras para cultivos y el monte ha sido eliminado en algunos lugares. En las proximidades de San Javier quedan pequeños núcleos de árboles aislados. También existen pequeños montes de algarrobos en zonas de blanqueales en las proximidades de Nuevo Berlín. Próximo a Fray Bentos y siguiendo el río hasta que recibe las aguas del río Negro existen montes y pequeños núcleos de algarrobos.

En los bucles que forma el río Negro, próximo a su desembocadura, los algarrobales ocuparon grandes extensiones. Actualmente quedan pequeños montes (Estancia La Independencia) y un monte de gran extensión (Estancia El Algarrobal) que desde hace muchos años se mantiene en explotación. Siguiendo hacia el este, en las proximidades del arroyo Coladeras, Arroyo Santa Cruz, arroyo Sánchez Grande y Sánchez Chico, hay algunos rodales, asociaciones con espinillo y árboles aislados. En Coladeras (Estancia La Garita) se localiza un monte de aproximadamente 400 hectáreas, con ejemplares de mucha edad y gran volumen. Más al este se localizan montes de algarrobos en el curso del arroyo Don Esteban Grande, arroyo Grande, arroyo de los Algarrobos. En la cañada Palmitas hay algunos algarrobos en asociación con palma Caranday. Próximo al Paso del Puerto se encuentran algunos algarrobos como árboles aislados. En las proximidades de Greco (Ruta 20) existieron algarrobales de cierta extensión que fueron explotados y actualmente quedan árboles aislados y pequeños núcleos.

Partiendo de la desembocadura del arroyo Negro se localizan algarrobales de importancia por su extensión y densidad en las proximidades del arroyo Bellaco; el monte sigue el curso de este arroyo hasta cerca de sus puntas (Estancias San Juan, San José, San Ramos y otras). En el cruce de la Ruta 24 sobre el Bellaco el monte tiene cierta densidad. A la derecha siguiendo hacia el norte se presenta una asociación de algarrobos y palma Caranday. A este monte se le presta cierto manejo: aclareo y levante de fuste. En el paso de la Cadena sobre el arroyo Negro el monte de algarrobo se extiende en el campo perdiendo densidad. Siguiendo hacia el este en los arroyos de los Algarrobos y Nañez se encuentran algunos rodales y árboles aislados. En el curso del arroyo González Grande y en el rincón que forma en su desembocadura en el arroyo Negro se localizan montes de importancia por su extensión y densidad (Nigra S.A.). Siguiendo la Ruta 25 de Young a Menafra se encuentran algunos algarrobos aislados.

Departamento de Soriano.

El río San Salvador forma en su desembocadura una rinconada. Se localiza aquí un monte de algarrobos en asociación con espinillo y especies arbustivas, que ocupa una superficie de aproximadamente 600 hás. Se trata de un monte considerado sucio (Estancia "El Curupí" de Mailhos S.A.). Siguiendo el curso del San Salvador desde su desembocadura hacia el interior del departamento por su margen sur, el monte se prolonga en el arroyo del Espinillo hasta Ruta 21. En zona contigua -sub 9a. sección- hasta cañada Nieto existieron montes, que fueron talados y destroncados, en tierras actualmente destinadas a la agricultura.

En la margen norte del San Salvador sobre el arroyo Bizcocho y el Magallanes se encuentran montes de cierta extensión (Estancia "13") y también en la ruta Dolores-Villa Soriano (campos de Manchi y P. Bizozi) en los que se realiza limpieza y levante de fuste con el propósito de ganar campo y facilitar el pastoreo.

En las proximidades del arroyo del Aguila se encuentran rodales y árboles aislados. Siguiendo el arroyo del Corralito el monte gana densidad y ocupa aproximadamente 300 hás. (campo de Oyarbide y Elizalde) y forma grandes rodales (Estancia "El Rumbo"). El monte en esta zona aparece también continuándose en pequeños rodales y árboles aislados sobre la cuchilla del Corralito. La postería sacada de esta zona es muy apreciada por su calidad, lo que repercute en su comercialización, elevando los precios. La gente atribuye la mejor calidad de la madera al tipo de suelos de la zona.

La localización más al este en la cuenca del San Salvador se presenta en el Paso las Tamberas (Estancia San Gregorio) a unos 15 kms. al noroeste de Ombúes de Lavalle.

La franja de monte que sigue el curso del río Uruguay, si bien puede considerarse que tiene continuidad desde el arroyo del Sauce (límite sur del Departamento) hasta el río Negro, en algunos lugares sólo quedan pequeños rodales y árboles aislados; el monte propiamente dicho ha sido eliminado para destinar esas tierras a la agricultura, proceso que se aceleró desde 1930-1932 con la instalación de las colonias Agraciada, Concordia y Buena Vista.

En las proximidades del arroyo del Sauce se mantiene el paisaje de parque arbolado. En la zona del Catalán, Arenal Grande y Arenal Chico existen montes densos ocupando grandes superficies (9a. Sección). En la Estancia "Los Arenales" el monte ocupa una superficie de aproximadamente 500 h s. Cerca de la desembocadura del río San Salvador existen montes densos ocupando cientos de hás (Estancia "La Madrugada") en suelos de fertilidad alta.

Siguiendo el río Negro desde su desembocadura, hasta el límite Este con el Departamento de Flores los algarrobos aparecen formando montes de poca densidad, que se hacen más densos y extendidos en la desembocadura de arroyos y cañadas. La presencia de algarrobos es menos frecuente desde el arroyo Laureles al arroyo Grande.

En las proximidades del arroyo de las Maulas, arroyo Asencio (ruta 95) el monte ocupa cierta extensión; predomina la asociación algarrobo - espinillo (Estancia "Asencio"). En algunos lugares los algarrobos se encuentran muy próximos a la costa del río Negro alternando con las especies propias del monte ribereño. Más hacia el Este se localiza un monte de más o menos 400 hás. (Estancia "Los Morteros"); el monte es denso. En las proximidades del arroyo Bequeló a la altura de sus afluentes Sarandí, Tala y Coquimbo se encuentran rodales que se extienden en la pradera.

En la desembocadura del arroyo Corto y Cololó (hasta 2 o 3 kms. de la ruta 14) y su afluente los Algarrobos, se encuentran montes de poca densidad. También existen montes en la Unidad Coperaria Nø 1 a los que se les ha hecho trabajos de limpieza y levante de fuste.

Continuando la cuenca del río Negro desde la desembocadura del Arroyo Perico Flaco, Cda. Tabarez, Cda. Mala hasta pasar el arroyo Vera se encuentran montes de cierta extensión que van perdiendo densidad, terminando en árboles aislados cerca de las puntas de estas corrientes de agua.

En el límite Este del departamento se localizan rodales siguiendo el curso de arroyo Grande encontrándose los más densos en la desembocadura del arroyo Minero y próximos a Paso de Lugo (Ruta 14).

Departamento de Colonia.

Se destaca por su extensión y densidad un algarrobal ubicado en las proximidades del arroyo de las Víboras (Estancia "El Progreso S.A.") y rodales de cierta importancia próximos al río de la Plata en la 9a. Sección policial donde la propiedad territorial está menos subdividida ya que el 20 al 40% de su área está ocupada por predios de más de 1.000 hás., lo que no sucede en ninguna otra sección del departamento.

El área de los Prosopis se extiende desde el arroyo Sauce, límite con el departamento de Soriano y sigue una franja a menudo marcada por pequeños núcleos de algarrobos y árboles aislados que comprende las secciones 4a., 11a., 10a., 5a., 9a. y 7a., llegando así hasta la desembocadura del río San Juan que marcaría su extremo Sur en nuestro país.

Los pequeños montes de algarrobos generalmente en asociación con espinillos son frecuentes en el curso del arroyo de las Víboras desde el Paso de Camacho (Ruta 21). En el arroyo de las Vacas se encuentran árboles aislados en las proximidades de Carmelo y siguiendo el curso del arroyo Juan González Grande sobre el Paso de la Calera de las Huérfanas. En las inmediaciones de Conchillas, Arroyo Conchillas, Arroyo Sauce y Arroyo Limetas existen montes de algarrobos que ocupan de 70 a 100 hás. En la zona del arroyo Limetas el monte es poco denso y es frecuente su asociación con chañar. En el curso del arroyo Miguelete, afuente del río San Juan, existen pequeños rodales y árboles aislados, en el Paso del Pelado (ruta 21).

EL RETROCESO DE LOS ALGARROBALES.

Buena parte de los algarrobales se desarrollan en suelos de buena aptitud agrícola y/o ganadera, por lo que en general se los ha visto como compitiendo con otras explotaciones más rentables. La desaparición de numerosos algarrobales se debe al desarrollo de la agricultura (Colonias Chapicuy, Ros de Oger, San Javier, Agraciada, Concordia, Buena Vista, etc.). La ganadería también ha visto al algarrobal (en especial cuando predomina el espinillo), como ocupando campos y dificultando el manejo del ganado. La actitud predominante, tanto en agricultura como en ganadería, consiste en intentar "ganar campo" cortando o arrancando de raíz (destroncando) a todas las especies arbóreas y arbustivas que se distribuyen en la pradera.

A esas razones se agrega la buena calidad de la madera de los principales componentes de estas formaciones boscosas ralas para importantes usos rurales (postes, piques, madera para construcciones, leña y carbón) e incluso industriales (parquet, tornería, carrocería, etc.).

La explotación y eliminación de estos bosques ha sido particularmente intensa en Colonia. Referencias históricas permiten deducir que el monte indígena del curso inferior del río Uruguay y proximidades del Río de la Plata ocupó, en la época de la colonización española, grandes superficies. Su explotación se hizo principalmente en base a la densidad del monte, a la frecuencia de especies de madera dura y su ubicación geográfica, que facilitaba el traslado y comercialización de los productos. Gran parte de la "leña fuerte" y carbón que consumía la población de Buenos Aires, ya en el año 1715, se llevaba por agua desde el arroyo de las Vacas y del Rincón de las Gallinas.

A este tipo de explotación se agregó la de los primeros hornos de cal de la Banda Oriental, que fueron por su orden cronológico el de los Jesuitas en Víboras, después Calera de las Huérfanas (1745), la calera de Narbona, poco más al norte de Carmelo (1750?) y la calera de Capilla Nueva (Mercedes, 1790). Estas caleras surtían de cal casi exclusivamente a Buenos Aires y quemaban "leña fuerte", lo que significaba un consumo importante.

Más tarde el departamento de Colonia, por su situación geográfica, razones estratégicas y políticas, recursos naturales e inmigración, hizo un proceso de colonización hasta cierto punto más acelerado que en otras zonas del país, con la consiguiente subdivisión de la propiedad territorial y la implantación de cultivos.

EL USO RACIONAL DE LOS ALGARROBALES.

Las especies que componen el algarrobal se encuentran perfectamente adaptadas al medio y su repoblación se produce sin que el ganado la perjudique e incluso la favorece a través del enterramiento de sus semillas por pisoteo así como por la ingestión y posterior deyección de las chauchas en forma que aceleran su germinación.

El criterio de "ganar campo" puede ser un arma de doble filo, tal como en un caso concreto ocurrido en Paysandú, donde se cortó a matarrasa un monte donde predominaba al algarrobo. Esto favoreció la posterior propagación del espinillo y de otros arbustos que forman matorrales, dando lugar a un monte compuesto por matorrales impenetrables que dificultan enormemente la explotación ganadera.

Por otro lado, el monte ralo proporciona sombra beneficiosa para el ganado y al estar los árboles distribuidos en forma más o menos homogénea en el campo, se evitan concentraciones de ganado y sobrepastoreo localizado, como ocurre en el caso de los montes de sombra. Al ser un monte ralo de a lo sumo 1200 árboles por hectárea, la sombra no perjudica a las pasturas, que se extienden hasta el pie de los árboles.

Al mismo tiempo, el algarrobal proporciona un alimento extra al ganado: las legumbres. Estas constituyen un alimento de buen valor proteico para el ganado. Su valor, desde el punto de vista práctico, depender de la cantidad de árboles por hectárea, de la calidad y estado de la pradera y de la oportunidad en que es comida por el ganado. En veranos secos, con pastizales muy maduros, su valor ser mayor.

Todos los factores mencionados justifican la necesidad de investigar la posibilidad de una explotación silvo-pastoril. En este trabajo se relevaron algunos casos concretos de manejo mixto que si bien constituyen una excepción, resultan sumamente ilustrativos en cuanto a la potencialidad de este tipo de manejo.

Establecimiento "El Algarrobo". Ubicado próximo a la desembocadura del río Negro, en la margen norte del mismo. Explota un algarrobal de unas 400 hectáreas con el objetivo principal de "agrandar el campo" para destinarlo a ganadería y agricultura. Incluye un pequeño aserradero donde se producen tablas destinadas a mueblería y parquet. Se produce gran cantidad de postes (se llevaban fabricados 100.000) y piques. Las partes no aprovechables de los árboles se destinan a la fabricación de carbón.

Estancia Santa Rita. Ubicada cerca de la desembocadura del río Queguay. El monte ocupa unas 400 hectáreas, incluyendo algunos pequeños blanqueales. Su densidad media es de unos 400-700 árboles por hectárea. El monte es una asociación densa en algarrobo y espinillo y con menos frecuencia molle, coronilla, tala, espina corona(1), chañar, quebracho blanco, espina amarilla(2) y cina cina. El quebracho blanco se encuentra en los blanqueales, donde alcanza 8-10 metros de altura. El monte se maneja "desde hace 15 años". Los objetivos del manejo son:

1) Aumentar y mejorar la pradera natural en su capacidad de uso para explotación ganadera.
2) Explotar el monte cuidando su renovación y manteniendo una densidad "adecuada".
3) Eliminar las especies arbustivas, matorrales y malezas.

Al reducir la densidad del monte y eliminando los matorrales y arbustos, desaparecen los inconvenientes del monte tupido y sucio, lo que permite el mejor uso de la pradera natural.

Además de eliminar las especies indeseables, se cortan algarrobos para reducir la densidad, con el criterio de cortar los árboles muy torcidos o aquellos que puedan dar postes. También se podan los árboles que quedan en pie para eliminar las ramas secas y levantar el fuste. En cuanto a los rebrotes de árboles cortados, se dejan crecer varios hasta que puedan servir como piques o estacones y luego se cortan dejando un solo renuevo.

Estancia Rincón Chico. Próxima a la Colonia Las Delicias en uno de los bucles del río Queguay próximo a su desembocadura. El monte ocupa unas 400 hectáreas y en algunos lugares llega a tener una densidad máxima de 500-700 árboles por hectárea. La asociación es de algarrobo y espinillo, acompañados de algunas otras especies arbustivas.

El objetivo del manejo del monte es "ganar campo" y consiste en eliminar los algarrobos defectuosos, caídos y secos. Se podan los árboles para obtener buenos postes, sobrepostes y vigas. Se entiende que es importante elevar el fuste y que a través de la poda se logran troncos más parejos. También entienden que con tales cuidados se acorta el ciclo de producción.

Conclusiones

La autora sostiene que aún no se tienen los conocimientos técnicos imprescindibles para encarar el manejo de este tipo de monte. Pese a que se lo viene explotando desde la época de la Colonia, todavía quedan miles de hectáreas ocupadas por algarrobos a los que poco o ningún cuidado se les ha prestado. Salvo excepciones, el monte ha sido explotado de manera irracional, sacando las especies de mayor valor económico sin cuidar su futuro.

Sin embargo, de los casos de manejo empírico relevados, se desprende que el algarrobal se presta para un aprovechamiento racional silvo-pastoril que deber ser investigado a fin de extraer conclusiones generalizables.

ESTUDIO DE CASO Nø 12.

UBICACION: Desembocadura del río Queguay en el río Uruguay, Paysandú.

TIPO DE BOSQUE: Ribereño y de parque.

FUENTE: Andrés Berrutti y Benito Majó. - Descripción de la flora arbórea de montes ribereños de los departamentos de Rivera y Paysandú, 1981.

El monte relevado ocupa la margen norte de la desembocadura del Queguay, así como la parte de la costa entre el río Uruguay y la isla Grande del Queguay. La zona es llana e inundable y el terreno se hace más alto y ondulado a medida que se aleja de la costa. En la desembocadura, el monte ribereño está separado del monte de parque por esteros de paja brava y carrizo. Más al norte de la isla, el monte ribereño se transforma gradualmente en formación de parque.

El monte ribereño. Ha sido explotado en forma selectiva en algunas partes, afectando los mejores árboles y dejando en pie a los que no reunían características destacadas. El monte cubre las riberas extendiéndose entre 300 y 400 metros en las partes más anchas y se divide en tres fajas:

1) Contra el río. Aquí se desarrolla una vegetación achaparrada y ramosa, compuesta por sarandíes(1 y 3), viraró(1 y 2) y donde también son frecuentes los sauces.

2) No tan junto al río aparecen especies de buen porte, típicas del monte hidrófilo como laureles(1 y 3), azoita cabalho, viraró(1 y 2), blanquillo, palo de leche, mataojo, aguay, curupí(2 y 3), lapachillo(1), pitanga, murta(3), arrayán, etc.. En zonas más altas se encuentra el ubajay, cina cina, mimosas y algún tala. Sobre el río Uruguay existe abundancia de blanquillo y palo de leche, que en determinadas zonas son prácticamente las únicas especies existentes.

3) En las afueras del monte (hacia el estero), la vegetación arbórea se hace discontinua y aparecen grupos de árboles entre los que alternan el amarillo, espina corona(1), laurel(1 y 3), ñapindá, etc.

En el relevamiento realizado en 5 parcelas se encontraron pocos árboles de di metro y alturas apreciables. Entre ellos se destacan ejemplares con 42 cms. de diámetro (sauce), 38 cms. (azoita cabalho) y 28 cms. (corondá). Sin embargo, recorridas por el monte permitieron detectar ejemplares con buenos fustes y conformación tales como laurel(3), viraró(1 y 2) y azoita cabalho.

El monte de parque. Lo definen como "formaciones naturales en las que alternan grupos de árboles o arbustos con abras ocupadas por la pradera". En este caso, el monte de parque aparece en zonas menos inundables sobre terreno ondulado y está compuesto principalmente por especies espinosas como espinillo, algarrobo y ñandubay. En zonas de blanqueales (suelos pobres y alcalinos) aparecen especies que se adaptan muy bien a este tipo de suelos como el quebracho blanco, chañar y Castela tweediei.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.

Entre los aspectos positivos del monte natural destacan su efecto protector respecto a los recursos suelo, agua y fauna. Recomiendan ensayos de manejo y explotación de algunas especies de buena conformación y cuyas maderas poseen buenas características tecnológicas. Las principales a ensayar serían: laurel(3), viraró(1 y 2) y azoita cabalho.

Recomiendan asimismo el estudio y la implantación de especies como el quebracho blanco, que se desarrolla en blanqueales y que por lo tanto puede constituirse en una especie colonizadora de estas áreas.

También aconsejan tomar en cuenta a las especies nativas para la forestación artificial de las márgenes de los lagos artificiales y de algunos ríos.

Finalmente, consideran importante ampliar y complementar los estudios de la flora con otros de manejo y ordenación en el marco global del mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas naturales.

próxima página
índice

Serie "Investigaciones" Nº 72 de CIEDUR Mayo de 1990.

 


Inicio / Monte Indígena / Plantaciones Forestales / Fábricas de Celulosa
Grupo Guayubira
Maldonado 1858 - Montevideo - Uruguay
tel: (+598) 2413 2989 / fax: (+598) 2410 0985
info@guayubira.org.uy